Las electrificadoras retan a Petro

Recuerdo otros tiempos, en una ya lejana ni?ez, cuando pap¨¢ nos mostraba un grueso cintur¨®n de cuero a mi hermano y a m¨ª para advertirnos que, si no nos port¨¢bamos bien, vendr¨ªa el castigo f¨ªsico (ya hoy convertido en fen¨®meno prehist¨®rico) en forma de sendos correazos en las nalgas.

Si mal no recuerdo, y es que la infancia a veces termina difuminada por una nebulosa que da brillo a lo bello y opaca lo triste, la amenaza surt¨ªa efecto. Luego de la visi¨®n del cintur¨®n acompa?ada del respectivo llamado de atenci¨®n en la voz gruesa de mi padre, nos convert¨ªamos en ni?os modelo, tranquilos y silenciosos.

Los tiempos cambian. Hace exactamente una semana el presidente Petro le sac¨® el cintur¨®n al sector de los servicios p¨²blicos al anunciar que iba a asumir las funciones de regulaci¨®n de tarifas de servicios p¨²blicos para as¨ª frenar el alza en el costo de vida de los colombianos que, seg¨²n dijo el mismo mandatario, est¨¢ siendo jalonada por los alimentos y las facturas de los servicios. Sin embargo, aqu¨ª no se replic¨® el efecto que en la d¨¦cada del ochenta tuvo el cintur¨®n de mi pap¨¢: los se?ores de los servicios p¨²blicos siguieron port¨¢ndose mal. O al menos eso es lo que parece.

Seg¨²n el registro que diariamente hace XM, administradora del mercado de energ¨ªa en el pa¨ªs, en los siete d¨ªas que han seguido al anuncio del presidente, los precios del kilovatio/hora de energ¨ªa que venden las generadoras de energ¨ªa a las empresas distribuidoras se ha multiplicado cerca del 252% pasando de 291 pesos, el pasado 25 de enero; a 735 pesos, el 31 de enero. Un incremento alucinante y que va en absoluta contrav¨ªa de los acuerdos alcanzados el a?o pasado con el sector el¨¦ctrico para moderar y controlar las tarifas con el fin de contener los precios que pagamos los consumidores.

Aqu¨ª es importante recordar que una tercera parte de los costos de energ¨ªa que los colombianos pagamos en nuestras facturas mensuales corresponde a lo que cobran las empresas generadoras de energ¨ªa, es decir que este poderoso incremento lo terminaremos sintiendo todos en los pr¨®ximos recibos. ?D¨®nde qued¨® el compromiso? ?Qu¨¦ pas¨® con los acuerdos entre el Gobierno y las empresas?

Si se revisa con cuidado el comportamiento de los precios que desde noviembre y hasta la semana pasada manejaron las generadoras, es evidente que hubo, por lo menos, una moderaci¨®n en la volatilidad de la misma. Las tarifas del kilovatio/hora fluctuaron entre los 115 pesos llegando hasta los 550 en ascensos lentos de varias semanas, muy distinto al pico sorpresivo de los ¨²ltimos ocho d¨ªas.

?Ser¨¢ que los d¨ªas de sol que hemos estado viviendo llevaron al sorpresivo y repentino incremento? ?O ser¨¢ que las generadoras est¨¢n retando al Presidente ahora que anunci¨® que asumir¨¢ el control de las tarifas?

Recuerdo que en aquellas ocasiones en que con mi hermano no hicimos caso a las advertencias de pap¨¢ los correazos fueron fuertes. ?Qu¨¦ le espera a las generadoras indisciplinadas?

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