La violencia no da tregua en Soledad: una masacre y el asesinato de un l¨ªder social enlutan la semana

La violencia no cesa en Soledad, el octavo municipio m¨¢s poblado de Colombia con 665.621 habitantes y parte del ¨¢rea metropolitana de Barranquilla (Atl¨¢ntico). Tres personas fueron asesinadas el martes en el barrio de Los Almendros. Dos d¨ªas despu¨¦s, el jueves, un grupo de sicarios mat¨® al reconocido l¨ªder social Miguel ?ngel Arrieta en su negocio de venta y reparaci¨®n de bicicletas, en Villa Adela. La zona ha vivido un incremento constante de la violencia en los ¨²ltimos meses. Seg¨²n cifras de la Polic¨ªa, hubo 41 homicidios en enero y febrero de este a?o. Es casi el doble que en los mismos meses de 2022, cuando se contabilizaron 26.

Luis Trejos y Reynell Badillo, investigadores de la Universidad del Norte, explican por tel¨¦fono que los grupos criminales del centro de Barranquilla se han desplazado a la periferia del ¨¢rea metropolitana durante los ¨²ltimos meses. Trejos considera que una respuesta institucional ¡°muy fuerte¡± de la Alcald¨ªa de Barranquilla tras la masacre de Las Flores, el 14 de septiembre de 2022, ha llevado a buscar nuevos territorios. Badillo, por su parte, comenta que a¨²n no hay certezas de las razones, pero que una hip¨®tesis es que la causa sea el traslado de la ruta de clorhidrato de coca¨ªna a la costa del departamento.

Soledad tiene una ubicaci¨®n estrat¨¦gica: aleda?a a Barranquilla, est¨¢ en los margenes orientales del departamento, a las orillas del r¨ªo Magdalena. Adem¨¢s, cuenta con altos niveles de informalidad econ¨®mica y pobreza, algo que facilita los cr¨ªmenes ligados a extorsiones.

La zona en disputa es parte de una guerra entre varios actores locales, de diferentes tama?os. Los Coste?os son el grupo predominante, con presencia en todo el departamento. El Clan del Golfo, por su parte, tiene incidencia indirecta a trav¨¦s de pandillas locales a las que les otorga motos, entrenamiento, dinero y armas. Algunos de esos grupos m¨¢s peque?os que se encuentran enfrentados a Los Coste?os son Los Rastrojos y Los Papalopez. El peri¨®dico local El Heraldo los se?ala como actores vinculados al Clan del Golfo.

Todav¨ªa no hay certezas sobre el asesinato de Arrieta, excandidato a concejal por Colombia Humana y reconocido por la lucha contra la corrupci¨®n en el departamento. Fue asesinado en su negocio de bicicletas, lo cual despierta sospechas de que pueda deberse a una extorsi¨®n vinculada al comercio. Sin embargo, Badillo remarca la importancia que tienen los l¨ªderes sociales en denunciar la violencia de las pandillas y provocar respuestas temporales del Estado. Para ¨¦l, matarlos es una muestra de poder por parte de los grupos. ¡°Es una forma de decir: ¡®Seguimos siendo quienes dan las ordenes y determinamos el curso de la violencia¡±.

El alcalde de Soledad, Rodolfo Ucr¨®s, ha pedido este viernes ayuda al presidente Gustavo Petro para enfrentar la crisis de seguridad del municipio. ¡°El Gobierno nacional debe mirar para esta parte del territorio colombiano con dos cosas: aumentando el pie de fuerza y apoyando los programas sociales que impidan que nuestros j¨®venes se integren a bandas delincuenciales¡±, ha subrayado. Asimismo, ha ofrecido 20 millones de pesos de recompensa a quienes ayuden a capturar a los responsables del homicidio de Arrieta y ha convocado a una marcha pac¨ªfica para el pr¨®ximo jueves, en protesta por la inseguridad.

Ucr¨®s no est¨¢ solo en las demandas de seguridad. El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, ha elevado el tono de sus declaraciones en los ¨²ltimos meses. ¡°Seguiremos de manera frontal combati¨¦ndolos hasta que se sometan a la justicia y decidan la paz. Mientras tanto, seguiremos enfrent¨¢ndolos. No nos vamos a amilanar¡±, enfatiz¨® en enero tras una masacre en El Santuario. Badillo, sin embargo, critica la narrativa institucional: los pol¨ªticos y la Polic¨ªa suelen situar los cr¨ªmenes como ¡°ajustes de cuentas¡± lejanos a civiles inocentes y retratan a las bandas como actores externos que ¡°quieren entrar¡± a Barranquilla. ¡°Los discursos de los gobernantes minimizan la violencia sistem¨¢tica que se ve en extorsiones, ataques con granadas y desmembramientos¡±, resalta el investigador.

El Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz) contabiliza la masacre del martes como la vig¨¦simo tercera de este a?o. Arrieta, por su parte, es el vig¨¦simo octavo l¨ªder social asesinado.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.