Petro y la oposici¨®n venezolana urgen al chavismo a fijar la fecha de las presidenciales de 2024
El Gobierno de Colombia insiste en que tiene que haber un proceso democr¨¢tico en Venezuela que a la larga renueve todas las instituciones
Gustavo Petro y la oposici¨®n venezolana han coincidido este s¨¢bado en la necesidad de que el chavismo fije una fecha para las elecciones presidenciales de 2024 en las que esperan que un candidato antichavista pueda hacerle frente a Nicol¨¢s Maduro con todas las garant¨ªas. El presidente de Colombia y la Plataforma Unitaria, una alianza pol¨ªtica opositora que negocia con el Gobierno de Maduro en M¨¦xico, se han reunido por primera vez y han estado de acuerdo en que debe haber unas reglas electorales claras en las que se respete la democracia.
¡°El momento es este, no hay otro¡±, dijo el canciller colombiano ?lvaro Leyva tras la reuni¨®n. ¡°Esperamos que las elecciones tengan lugar en 2024 con todas las reglas propias del sistema interamericano (...). Es el momento de dar un campanazo en Am¨¦rica Latina en el sentido de que lo que vale es la democracia¡±, abund¨® Leyva. La primera petici¨®n que Petro le hizo a Maduro al llegar al poder fue que se adhiriera al sistema interamericano, pero el presidente venezolano todav¨ªa no ha dado muestras de querer regresar al organismo que abandon¨® el pa¨ªs a petici¨®n de Hugo Ch¨¢vez. La semana pasada, Petro dijo en la propia OEA que se ten¨ªa que cambiar la carta democr¨¢tica para reintegrar a Venezuela y Cuba.
El canciller enfatiz¨® que despu¨¦s de esas elecciones ¡ªel verdadero punto sobre el que gira toda la discusi¨®n entre el Gobierno, la oposici¨®n y la Casa Blanca¡ª debe venir otro proceso electoral en el que tienen que reelegirse los cuerpos colegiados y celebrarse elecciones de gobernaciones y asambleas. Leyva repiti¨® tres veces en su intervenci¨®n que debe acordarse la fecha de las presidenciales, ¡°de forma acelerada, pero no precipitada¡±.
Gerardo Blyde, el l¨ªder de la Plataforma Unitaria, se?al¨® que de la cumbre internacional organizada por Petro en Bogot¨¢ para tratar el tema venezolano debe salir ¡°un exhorto¡± para que las partes vuelvan a la mesa de negociaci¨®n de M¨¦xico, en punto muerto desde noviembre. ¡°Nuestra intenci¨®n es llegar a acuerdos que conformen el agotamiento de toda la agenda para obtener los acuerdos que requiere el pa¨ªs para que haya elecciones libres, para que haya condiciones de recuperar la econom¨ªa venezolana, para que no haya presos pol¨ªticos ni perseguidos ni violaciones a los derechos humanos¡±, abund¨®.
Fue muy claro en agradecer el gesto de Petro, que ha adquirido mucho protagonismo en este proceso, pero reiter¨® hasta en dos ocasiones que la negociaci¨®n debe llevarse a cabo en M¨¦xico. Esa es ¡°la herramienta fundamental¡±. Insisti¨® en que ellos nunca han paralizado le negociaci¨®n ni se han levantado de la mesa, que siempre lo ha hecho el chavismo. Ellos tratan de agotar todas las v¨ªas. ¡°Vamos a seguir trabajando con el Gobierno de Petro y todos los gobiernos de la cumbre para llevar democracia, libertad y mejor¨ªa econ¨®mica y social a nuestro pa¨ªs¡±, acab¨®.
El Gobierno de Colombia ha apostado casi toda su pol¨ªtica exterior a la relaci¨®n con Venezuela. Petro se hab¨ªa visto con Maduro hasta en seis ocasiones, pero no hab¨ªa tenido hasta ahora ning¨²n acercamiento con la oposici¨®n. Su posici¨®n en esos encuentros era un tanto ambigua. Le ped¨ªa a Maduro que implementara una democracia liberal, pero a continuaci¨®n defend¨ªa algunas posiciones del chavismo. Lleg¨® a hablar de promulgar una amnist¨ªa para que los actuales dirigentes del Gobierno de Maduro no pudieran ser perseguidos judicialmente. Eso le ha granjeado cr¨ªticas muy duras. El ministro de Exteriores brasile?o, por ejemplo, ha tenido otro tono y siempre se ha referido a las dos partes cuando habla de la crisis pol¨ªtica venezolana. ¡°El di¨¢logo pol¨ªtico en Venezuela es dom¨¦stico, es interno, pero Brasil est¨¢ listo para conversar con el Gobierno y la oposici¨®n y participar en ese di¨¢logo¡±, dijo Mauro Vieira a principios de abril.
Petro no ha dado esos pasos hasta estas ¨²ltimas semanas. Ha citado a una parte de la oposici¨®n por carta y ha invitado al resto a unirse, incluso a los m¨¢s esc¨¦pticos. Sabe que necesita dialogar con las dos partes para conseguir un acuerdo, o al menos para convencerlos de que vuelvan a M¨¦xico. Ese di¨¢logo est¨¢ estancado desde hace cinco meses, cuando un lado y otro alcanzaron un acuerdo que parec¨ªa poner la primera piedra de un gran pacto que permitiese celebrar unas elecciones el a?o que viene en las que la oposici¨®n tenga posibilidades reales de victoria.
Ese entendimiento result¨® ser un espejismo. Los fondos venezolanos congelados en el extranjero no fueron liberados, como se hab¨ªa prometido. Maduro se lo tom¨® como una afrenta. Washington respondi¨® que el chavismo no ha mostrado inter¨¦s en democratizar las instituciones venezolanas. La relaci¨®n de ambos pa¨ªses ahora mismo es de desconfianza mutua. Ah¨ª es donde entran los dem¨¢s pa¨ªses, que tienen que servir de puente. De la conferencia internacional que ha armado Petro est¨¢ previsto que salga una hoja de ruta con la que sentar a hablar a las partes. El presidente colombiano, as¨ª lo ha dicho muchas veces, es de la opini¨®n de que las sanciones de EE UU se tienen que ir rebajando a medida que Maduro libere presos pol¨ªticos y le levante la inhabilitaci¨®n a candidatos opositores.
Sin embargo, en su encuentro con Biden en el Despacho Oval de la Casa Blanca introdujo algunos matices. Al salir de la reuni¨®n dijo que hab¨ªa coincidido con el presidente de EE UU en que primero deber¨ªan celebrarse las elecciones y despu¨¦s levantar las sanciones. Eso choca directamente con los deseos del chavismo, que condiciona lo segundo para llevar a cabo lo primero. Los optimistas consideran que esta ofensiva internacional va a servir para encontrar una salida a la crisis venezolana, la presi¨®n sobre el Gobierno, creen, es demasiado grande. Maduro no querr¨ªa verse de nuevo como un paria internacional. Los descre¨ªdos dan por hecho que se escenificar¨¢ la voluntad de introducir cambios, que habr¨¢ palabras de buena voluntad, pero que a la hora de la verdad todo seguir¨¢ como hasta ahora, sin ning¨²n cambio sustancial.
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