Antonio Garc¨ªa, comandante del ELN: ¡°El pa¨ªs no ha cambiado; el presidente ha dicho que nunca ha sido revolucionario ni de izquierda¡±
Ante las preguntas de Caracol Radio y EL PA?S, el guerrillero de 67 a?os deambula entre la provocaci¨®n, la certeza, la expectativa y, tal vez, el cinismo
Se llama Eli¨¦cer Herlinto Chamorro Acosta, pero es conocido por su alias Antonio Garc¨ªa. Un guerrillero curtido, de 67 a?os, nacido en el el Putumayo, que lleva -por lo menos- 48 a?os vinculado al ELN y que ha sido testigo de todos los gobiernos colombianos que han intentado hacer la paz con esa guerrilla. Es un enigma y -vaya contradicci¨®n- un tuitero consagrado.
Se mueve entre Colombia y Venezuela y es el m¨¢ximo l¨ªder del ELN desde que alias Gabino dej¨® la comandancia por razones de salud. No teme convertirse en un mueble viejo porque no conoce una vida distinta a la ilegalidad. Le gusta la ingenier¨ªa industrial tanto como la poes¨ªa y el arte. ?Y la paz? Ante las preguntas de Caracol Radio y EL PA?S v¨ªa correo electr¨®nico, deambula entre la provocaci¨®n, la certeza, la expectativa y, tal vez, el cinismo.
Pregunta. Es muy dif¨ªcil de entender por qu¨¦, en la mitad de un proceso de paz, hemos visto sus atentados y ataques, no combates, contra la Fuerza P¨²blica. Recientemente mataron, mientras dorm¨ªan, a por lo menos nueve j¨®venes que estaban prestando el servicio militar.
Respuesta. Cuando iniciamos este proceso hace 10 a?os, el entonces presidente Juan Manuel Santos impuso tres condiciones: dialogar en medio de la guerra, hacerlo de forma directa y confidencial, y hacerlo en el exterior. No fue posible cambiarlas. Luego construimos una agenda, el orden tem¨¢tico y metodol¨®gico de los temas a discutir, y el cese el fuego bilateral est¨¢ en el quinto punto. Las imposiciones fueron del Gobierno, no nuestras.
Luego Santos quiso imponer un cese unilateral al ELN para iniciar las negociaciones p¨²blicas. Eso llev¨® a una crisis, pero estuvimos abiertos a pactar un cese bilateral adelantado, y lo implementamos durante 101 d¨ªas. Pero lleg¨® Duque y lanz¨® una campa?a de aniquilamiento; el plan de las Fuerzas Militares era aniquilarnos en 2018, como est¨¢ escrito y documentado. Realizaron bombardeos a diestra y siniestra, atacaron de noche a campamentos. Es importante que se revisen en los archivos los partes de las acciones de las instituciones militares y de polic¨ªa, y ver¨¢n los registros de lo que ellos llaman ¡°victorias¡±. ?C¨®mo se puede llamar a bombardeos con aviones y helic¨®pteros, con 30 o 40 bombas, a campamentos e instalaciones del ELN donde nuestra gente duerme? ?Se pueden llamar combates?
A finales diciembre y principios de enero el ELN hizo un cese el fuego unilateral para generar un mejor ambiente para la paz. A cambio de eso recibimos ataques. El 23 de enero fue capturado en Antioquia un mando nuestro, desarmado, y fue asesinado en estado de indefensi¨®n. El 28 de enero en un ataque a una unidad nuestra en el ¨¢rea rural de Buenaventura, 7 guerrilleros fueron capturados desarmados y terminaron asesinados. Son ataques realizados en medio de un proceso de paz y de un cese unilateral. As¨ª las cosas, no puede decirse que es el ELN quien ha estado atacando, sino que sus gestos de buena voluntad han sido desconocidos. El ELN act¨²a igual que el Gobierno, solo que no mata en estado de indefensi¨®n.
P. ?C¨®mo creer que quieren la paz, si vemos violencia constante de parte del ELN?
R. La paz no es un asunto de creencias, es el resultado un acuerdo pol¨ªtico entre contendientes. No ha sido el ELN quien ha abandonado los anteriores procesos de paz. Uno de los temas que los Gobiernos siempre se han negado a discutir en la mesa de conversaciones es si la violencia la usa m¨¢s el Estado o el ELN. Existen datos de lo que acontece cada a?o en Colombia sobre el uso de la fuerza por parte del Estado en el tratamiento de los conflictos sociales. A hoy van m¨¢s de 32 masacres en este a?o.
P. ?Es consciente de que el pa¨ªs cambi¨®, hay un gobierno de izquierda y seguramente quienes los apoyan a ustedes votaron por Petro?
R. Hubo un cambio de Gobierno, pero el pa¨ªs no ha cambiado; podr¨ªamos mirar datos de pobreza, asesinatos, masacres u otros. Me podr¨¢ decir que es muy poco tiempo, pero es la realidad. El mismo presidente ha dicho que nunca ha sido revolucionario ni de izquierda, que ha sido un dem¨®crata. El mismo M-19 fue socialdem¨®crata. Eso no es ning¨²n pecado, pero no hay que confundirse. El ELN no vota por nadie, pues somos ilegales y esencialmente abstencionistas. Disminuimos notablemente el accionar militar desde las elecciones para facilitar el di¨¢logo, pero no hemos visto la misma actitud de parte del Gobierno. No vemos mal que el Ejecutivo impulse reformas que favorezcan al pueblo, lo saludamos. Y podr¨ªamos estar en la misma l¨®gica de construir cambios para el pa¨ªs, pero otra cosa es que priorice alianzas con la vieja clase pol¨ªtica y empresarial para debilitar el alcance social de las reformas y as¨ª termine favoreciendo al gran capital. El 6 de agosto de 2022 la dirigencia social le entreg¨® a Gustavo Petro y Francia M¨¢rquez los pliegos que estaban pendientes por ser cumplidos. La gente sigue esperando que sean atendidos.
P. El ELN quisiera estar por fuera de la lista de organizaciones terroristas de la Uni¨®n Europea, y varios pa¨ªses europeos acompa?an el proceso ?C¨®mo pretenden que los saquen si cometen actos terroristas?
R. El ELN no tiene en su historia cr¨ªmenes contra la humanidad como lo tienen varios pa¨ªses europeos, que dicen es cosa del pasado. Primero habr¨ªa que ponerse de acuerdo sobre lo que se califica como ¡°terrorismo¡±, algo que est¨¢ por precisarse; luego habr¨ªa que mirar qui¨¦n juzga, y tambi¨¦n quien acata, porque hay muchos a los que les gusta calificar, pero poco o casi nada acatar. La Uni¨®n Europea, al incluirnos en dicha lista, resulta limitada para participar en el proceso ?Qu¨¦ podr¨ªa decirse de su participaci¨®n en la guerra en Ucrania? ?Ser¨¢ que todo lo que han hecho est¨¢ bien?
P. ?No les preocupa que se pierda su credibilidad ante la comunidad internacional que est¨¢ acompa?ado este proceso de negociaci¨®n?
R. Los pa¨ªses que participan en el proceso de paz, as¨ª como el Vaticano y la ONU, han sido informados de lo que ha sucedido en cada caso. Siempre estaremos abiertos a entregar la informaci¨®n que se nos solicite.
P. ?Qu¨¦ quieren ustedes? Porque no est¨¢ claro¡
R. El ELN lucha para que Colombia sea m¨¢s democr¨¢tica, incluyente y justa. Que no se mate o persiga a los luchadores sociales. Ojal¨¢ podamos trasegar los caminos del cambio con este Gobierno por medio de unos di¨¢logos en los que la sociedad participe de manera muy activa, y as¨ª construir acuerdos para bien de todos los colombianos.
P. ?Quieren ser un partido pol¨ªtico, ser alcaldes, gobernadores, congresistas?
R. Desear, querer y poder son distintas dimensiones en la construcci¨®n y el logro de objetivos. En el ELN no tenemos los objetivos que usted se?ala. Solo queremos el bienestar, la justicia social, la equidad para la mayor¨ªa de los colombianos, excluidos y despose¨ªdos. No nos trasnochan los cargos p¨²blicos. Buscamos que los dirigentes sociales y sus comunidades se empoderen, que ellos mismos puedan tomar las decisiones sobre sus vidas y su futuro. Siempre acompa?aremos las luchas de los despose¨ªdos.
P. Usted lleva m¨¢s de 40 a?os en el ELN ?C¨®mo se imagina dentro de 10 a?os?
R. El tiempo es s¨®lo una de tantas variables en la vida de un ser humano. Las m¨¢s importantes las establecen las circunstancias en las que nos ha tocado vivir, las que nos motivan a construir una mejor calidad de vida colectiva, mejores condiciones de existencia f¨ªsicas y espirituales. Dentro de 10 a?os ser¨¦ m¨¢s viejo, como todo ser humano, ni los mismos dioses tienen escapatoria. Desde el colegio mi vida est¨¢ dedicada a luchar junto con los pobres y despose¨ªdos. Me siento satisfecho en ayudar a los m¨¢s humildes a construir un presente y futuro m¨¢s digno y humano. Los individuos somos ef¨ªmeros ante la dimensi¨®n humana.
P. ?No le preocupa envejecer y morir en la clandestinidad sin haber logrado lo que se ha propuesto?
R. Este no es un problema personal. Toda persona es parte de un proyecto de humanidad y debe sentir como propios los dolores de los dem¨¢s ?Por qu¨¦ ha de preocuparme por envejecer si todos vamos para all¨¢? Hago lo que me gusta, dedico mi vida y mis esfuerzos a ayudar a los m¨¢s despose¨ªdos. Que otra gente no lo pueda ver es algo secundario. Me complace ver los rostros de todos a cuantos ayudamos cada d¨ªa, no s¨®lo yo sino toda mi organizaci¨®n. Qui¨¦n podr¨ªa aguantar 60 a?os en la guerra, en la clandestinidad, si no sintiera que cada d¨ªa ayuda a los dem¨¢s en mejorar sus vidas. La lucha no es solamente para un futuro: tenemos gratificaciones cada d¨ªa, no se crean el cuento de que todo es armas y combates. Nuestra felicidad est¨¢ en ver feliz a un ni?o pobre comerse un dulce o a una ni?a arrullar una mu?eca de trapo. Peque?as cosas, s¨ª, pero muy hermosas.
Tambi¨¦n tenemos esperanzas de que, en este proceso de paz y con el actual Gobierno, trabajemos por lograr acuerdos para una Colombia justa y democr¨¢tica. Ojal¨¢ se logre, pero no s¨®lo depende del ELN.
P. ?Qu¨¦ opina del proyecto de la paz total, en el que el Gobierno negocia simult¨¢neamente con grupos como el Clan del Golfo?
R. El proyecto de ¡°paz total¡± es del Gobierno. Nosotros estamos en un proceso modesto de lograr que los colombianos logremos tratar los conflictos sociales de otra manera, de reemplazar el uso de la fuerza por parte del Estado por el di¨¢logo y la participaci¨®n de las comunidades. Esto quiere decir que nuestro alzamiento armado es por razones pol¨ªticas y sociales. Lo que el Gobierno tramite con el Clan del Golfo es de otra naturaleza, pues son estructuras paramilitares funcionales al Estado y a sus Fuerzas Militares y de Polic¨ªa. Es muy dudoso que pueda llamarse negociaci¨®n dicho proceso.
Adelanto algo que ser¨¢ eje de nuevas discusiones: la pretensi¨®n de una ¡°paz total¡± no puede negar el derecho a la rebeli¨®n de una sociedad, o parte de ella, cuando se vea compelida a hacerlo. As¨ª lo establece la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos de 1948.
P. El ELN y el Clan del Golfo se parecen en que tienen el narcotr¨¢fico y la miner¨ªa como negocios ?Eso no los pone en las mismas condiciones?
R. Recomendar¨ªa una investigaci¨®n de campo. El ELN nada tiene que ver con el narcotr¨¢fico. No tenemos cultivos, laboratorios, rutas, ni pistas, y menos realizamos comercializaci¨®n alguna, ni grande ni chica. Podemos discutir p¨²blicamente cada caso en el que las autoridades colombianas y la DEA pretenden endilgarnos responsabilidad y as¨ª le entregamos informaci¨®n objetiva a Colombia y al mundo. El ELN s¨®lo cobra un impuesto a quienes compran la droga en los territorios donde nos movemos, as¨ª como cobramos a otras actividades productivas. En la miner¨ªa tambi¨¦n cobramos impuestos a los productores. El Gobierno cobra impuestos a todos los colombianos y no es delito ?Cu¨¢l es la diferencia? Que los Gobiernos por lo general se los roban y nosotros bregamos a ayudar a la gente en lo poco que podemos. El ELN no es el que convive con los del Clan del Golfo, son las Fuerzas Militares y la Polic¨ªa. Son ellos quienes se parecen, y existe mucha documentaci¨®n al respecto.
P. ?Cu¨¢l es la principal fuente de financiaci¨®n del ELN?
R. La mayor¨ªa de los integrantes del ELN son personas comunes y corrientes. Son campesinos, obreros, profesionales, trabajadores independientes, empresarios. Son miles de vecinos de barrio, compa?eros de trabajo o familiares. Cuando no est¨¢n desempleados, trabajan, se sostienen y aportan voluntariamente a las dem¨¢s estructuras guerrilleras. El ELN tambi¨¦n realiza actividades productivas y tiene algunas inversiones. La fuerza combatiente hace operaciones militares con fines econ¨®micos, como la tributaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ el ELN sigue reclutando menores?
R. En el ELN no reclutamos, todos nos vinculamos voluntariamente. La vinculaci¨®n es a partir de los 16 a?os y en el derecho internacional son menores de edad hasta los 15 a?os.
P. ?Cu¨¢les son los nexos del ELN con el gobierno venezolano?
R. El ELN se ha reunido con el Gobierno venezolano cuando los gobernantes colombianos le han solicitado al Gobierno vecino alguna gesti¨®n referida a los procesos de paz. Se lo puede preguntar a los expresidentes.
P. Ahora que Venezuela y Colombia est¨¢n compartiendo informaci¨®n ?les preocupa quedarse solos, sin el apoyo de Venezuela?
R. El ELN es una organizaci¨®n alzada en armas que es considera ilegal ahora, pero no lo ser¨¢ siempre. Est¨¢ bien informada de lo que est¨¢n coordinando los dos Gobiernos, pero entre los dos pueblos es otra cosa. El ELN es una organizaci¨®n soberana e independiente, es parte de la sociedad colombiana, por lo tanto nunca nos sentiremos solos. Sabemos a qui¨¦n pertenecemos y nos debemos: al pueblo colombiano, nuestra raz¨®n de ser.
P. ?Se siente seguro en Venezuela?
R. He ido a Venezuela cuando el proceso de paz con los gobiernos de Colombia lo ha requerido, y ha sido p¨²blico. He viajado por otros pa¨ªses y continentes cuando se ha requerido, siempre en funci¨®n de la paz de Colombia.
P. Lo que usted les escribi¨® a Vicky D¨¢vila y Mar¨ªa Alejandra Villamizar ?fue una amenaza?
R. Lo que escrib¨ª en las redes sociales fue una mamadera de gallo, me gusta escribir as¨ª. Con ambas he tenido comunicaci¨®n en otros momentos y ambas saben c¨®mo me comunico. Todo mundo sabe c¨®mo es Vicky y me pareci¨® gracioso decir que se estaba subiendo a la cabeza de Mar¨ªa Alejandra. Eso no es una ofensa, menos una amenaza, es un decir. Las amenazas son lo m¨¢s est¨²pido que puede existir desde el punto de vista militar y comunicacional, por eso jam¨¢s las uso. Yo podr¨ªa decir que Mar¨ªa Alejandra deseaba que yo me muriera; por eso le dec¨ªa que luego le pod¨ªa hacer falta. Eso fue todo. Que aburrido cuando la gente es tan seria o complicada.
P. Pareci¨® una amenaza.
R. Ese ¡°pareci¨®¡± es un sesgo. Est¨¢ bien, seguro habr¨¢ otra gente que considera lo contrario. Me tocar¨ªa escribir de manera seria y me volver¨ªa aburrido; tendr¨ªa que cambiar de ropa, con el problema que esa ropa es mi piel, y no puede cambiarse.
P. Por ¨²ltimo ?van a aceptar un cese el fuego en el corto plazo?
R. Un cese el fuego, si es real, no es para aceptarse, sino para pactase entre dos. Hay que convenir normas y protocolos para poderlo evaluar y que funcione. Estamos listos para conversarlo en el siguiente ciclo de conversaciones, en el que se acordar¨¢ la participaci¨®n de la sociedad. Tenemos confianza en que podremos avanzar.
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