Colombia redobla su ofensiva contra el ELN en la frontera con la ayuda de Venezuela
Petro y Maduro han acordado arrinconar a la guerrilla y multiplicar la incautaci¨®n de coca¨ªna en la franja lim¨ªtrofe
El Gobierno colombiano ha redoblado su ofensiva contra el ELN en la frontera con la ayuda de Venezuela, seg¨²n fuentes gubernamentales. El presidente Gustavo Petro ha pedido intensificar las operaciones militares contra la ¨²ltima guerrilla en armas despu¨¦s de la muerte hace casi tres semanas de nueve soldados colombianos en un ataque con explosivos. La orden se ha dado a pesar de que el Gobierno negocia con los insurgentes en una mesa de di¨¢logo que debe reanudarse en breve en La Habana, Cuba.
Petro cuenta para este cometido con la ayuda de Nicol¨¢s Maduro, el presidente de Venezuela. El chavismo mantiene una relaci¨®n ambigua con el ELN, pero esta vez, debido a que el restablecimiento de relaciones entre Venezuela y Colombia le ha dado a Maduro mucho aire a nivel internacional, se ha comprometido a participar en esta ofensiva.
La frontera entre los dos pa¨ªses se ha convertido en uno de los lugares m¨¢s peligrosos de planeta. Ah¨ª operan toda clase de grupos criminales, que se disputan los pasos fronterizos para tener el control del tr¨¢fico de drogas. La desaparici¨®n de personas es una constante. Guerrilleros como Jes¨²s Santrich o Gentil Duarte han muerto en esta franja en circunstancias misteriosas. Se cree que han sido operaciones secretas de las fuerzas especiales colombianas en colaboraci¨®n con mercenarios y cazarrecompensas.
La ¨²ltima vez que Maduro y Petro se reunieron en Caracas en marzo hablaron de adelantar un plan antidrogas que tenga eco medi¨¢tico. Eso pasa por aumentar la incautaci¨®n de toneladas de coca¨ªna, que espera que tengan un impacto regional para generar confianza, sobre todo en EE UU. Los dos pa¨ªses quieren demostrarle a Joe Biden que no son permisivos con el tr¨¢fico de drogas. Sin ir m¨¢s lejos, el domingo la polic¨ªa bolivariana detuvo a un importante capo colombiano, al que incautaron 12 avionetas.
En medio de esta cooperaci¨®n se ha decidido atacar al ELN. La guerrilla no ha querido acatar un alto el fuego que Petro busca desde finales del a?o pasado. El presidente considera que las conversaciones de paz no van lo suficientemente r¨¢pido. EL ELN es un negociador paciente y astuto que no quiere apresurarse y que ve con malos ojos ponerse en una actitud defensiva en la guerra a varias bandas que combate: contra las disidencias de las FARC, contra los narcotraficantes del Clan del Golfo y contra el propio Estado.
Este ¨²ltimo, seg¨²n estas mismas fuentes de alto nivel, se va a emplear a fondo para arrinconar a la c¨²pula de la guerrilla. Comandantes elenos como Antonio Garc¨ªa tambi¨¦n sostienen que ellos continuaran con sus ataques mientras el ej¨¦rcito colombiano siga haciendo lo mismo. De esta manera, las muertes en las regiones, que era lo que quer¨ªa frenar Petro ha toda costa, no van a cesar. La poblaci¨®n a menudo queda entre el fuego cruzado entre unos y otros.
Pese a esta declaraci¨®n directa de guerra no hay que dar las conversaciones por acabadas. Al rev¨¦s. Aunque no avanzan a velocidad de v¨¦rtigo, los acuerdos que se han tomado por ahora han satisfecho a las partes y, aunque han tenido algunos desencuentros, sobre todo por las injerencias de Petro, gente como el senador Iv¨¢n Cepeda; el comisionado de paz, Danilo Rueda; y Pablo Beltr¨¢n, por parte de los guerrilleros, est¨¢n dispuestos a alcanzar un acuerdo.
La sensaci¨®n general es que el ELN tiene una oportunidad hist¨®rica de desarmarse despu¨¦s de 60 a?os de combate en la selva y los lugares m¨¢s remotos de Colombia. El di¨¢logo que se le ha propuesto lo lidera un Gobierno de izquierdas que comparte muchas de sus preocupaciones de justicia social y reivindicaciones de las comunidades olvidadas, las que m¨¢s han sufrido el conflicto. Despu¨¦s, cree el entorno de Petro, puede venir otro Gobierno que no sea tan condescendiente con la guerrilla y no se abra a buscar una salida con tanto entusiasmo.
Mientras tanto, el enfrentamiento militar no cesa, m¨¢s bien al contrario. Petro negocia en la mesa, pero quiere atacar sobre el terreno. La guerra sigue con todo su macabro esplendor.
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