El ELN pone las condiciones
En lugar de ponerle tantas bolas a las exigencias del ELN, el Gobierno tiene que demostrar su superioridad militar y su capacidad para aprovechar la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas con Venezuela
Como as¨ª que el ELN es el que pone la pauta en la negociaci¨®n de la paz total. Lo primero fue la rectificaci¨®n al presidente del cese bilateral; la conversaci¨®n en Caracas para advertir que lo del cese al fuego (la raz¨®n de ser del encuentro en Venezuela) lo dejaban para la mesa de di¨¢logo en Ciudad de M¨¦xico, y ya in situ, que estaban dispuestos a discutir el tema de las hostilidades en pr¨®xima reuni¨®n en la ciudad anfitriona del pa¨ªs que amablemente acoge la presencia inc¨®moda del grupo guerrillero. Dejaron claro que solo en la mesa de M¨¦xico se pod¨ªan determinar los acuerdos entre pares. Para ellos el Estado y la guerrilla son dos fuerzas iguales.
Ahora, el jefe de la delegaci¨®n de Colombia para el di¨¢logo con el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional, don Otty Pati?o, curtido en asuntos de guerrilla, puso de presente que, si no hay cese al fuego, el Gobierno podr¨ªa levantarse de la mesa de negociaci¨®n, pero que dicha decisi¨®n no conviene porque se perder¨ªa (obvio) la posibilidad de perfeccionar el proceso. Con esa contradicci¨®n el ELN seguir¨¢ deliberando para fortalecerse, dar golpes de fuerza y ¡°buscar soluciones a los problemas del pa¨ªs por lo que justamente se alzaron en armas.¡± Aspiran a demostrar que su modelo no se parece en nada al Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las FARC, en el que no se habl¨® nunca del cambio del modelo econ¨®mico al que ya se manifest¨® el presidente Petro para coincidir con el otro lado de la mesa.
Cu¨¢nto tiempo podemos calcular y cu¨¢ntas subcomisiones para hablar del r¨¦gimen econ¨®mico y de la hacienda p¨²blica. Los planes del desarrollo. El presupuesto. La distribuci¨®n de recursos y de las competencias. La finalidad social del Estado y de los servicios p¨²blicos y el no menos importante, la banca central. Todo el r¨¦gimen que qued¨® definido con precisi¨®n en la constituci¨®n de 1991 que tanto pondera el jefe de Estado.
En lugar de ponerle tantas bolas a las exigencias del ELN, el Gobierno tiene que demostrar su superioridad militar y su capacidad para aprovechar la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas con Venezuela; recuperar el orden p¨²blico en la frontera que divide y acerca las dos naciones, hoy en poder del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional. Se trata b¨¢sicamente de modificar la bobadita de las ciento y pico p¨¢ginas de la Carta Fundamental de la naci¨®n. Arranca ¡°con el Estado es propietario del subsuelo y de los recursos no renovables, sin perjuicio de los derechos adquiridos y perfeccionados con arreglo a las leyes preexistentes¡±. ¡°La actividad econ¨®mica y la iniciativa privada son libres, dentro de los l¨ªmites del bien com¨²n¡±. Y ¡°el Banco de la Rep¨²blica ejercer¨¢ las funciones de banca central: regular la moneda, los cambios internacionales y el cr¨¦dito; emitir la moneda legal; administrar las reservas internacionales; ser prestamista de ¨²ltima instancia y banquero de los establecimientos de cr¨¦dito¡±. Estas son algunas de las modificaciones que se pretende analizar en la mesa de M¨¦xico.
No se le debe olvidar al ELN que ha ejercido sus actividades por fuera de la ley y ha cometido delitos de lesa humanidad y violaciones graves a los derechos humanos, para adelantar negociaciones con el Estado colombiano de igual a igual. Y menos que haya logrado manipular la agenda como hasta ahora lo ha conseguido. El Gobierno se siente presionado por las altas tasas de inflaci¨®n (13.34%) y por eso no se atreve a pararle ¡°el macho¡± a las fuerzas insurgentes. En el ¨²ltimo comunicado afirman que el Gobierno de Gustavo Petro busca imponer el cese al fuego y recuerdan el episodio de comienzos del a?o en que ¡°quisieron imponernos de manera medi¨¢tica un cese del fuego multilateral sin haber pactado en la mesa de di¨¢logo¡±. Acusan al Estado de cumplir sus obligaciones constitucionales.
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