C¨¦sar Ferrari, un admirador de Keynes para apuntalar la supervisi¨®n a los bancos
El ex asesor econ¨®mico del presidente Petro fue gerente del Banco Central de Per¨², tiene la nacionalidad colombiana y lleva 30 a?os dedicado a la academia
El ingeniero colombo-italo-peruano C¨¦sar Ferrari es uno de esos acad¨¦micos apasionados por su materia cuyas posturas no suelen dejar indiferente. Hace 24 a?os recibi¨® la nacionalidad colombiana, pa¨ªs a donde lleg¨® tras haber pasado un tiempo entre ?frica y Washington como asesor del Fondo Monetario Internacional para los bancos centrales de Angola y Guinea-Bissau. Aterriz¨® en 1999 en Bogot¨¢ porque su esposa es colombiana, pero tambi¨¦n, sospechan quienes lo conocen, porque en su Lima natal los giros pol¨ªticos tras el paso del ¡®fujimorismo¡¯, y los m¨²ltiples vendavales que se sucedieron, cerraron los espacios para un economista caracterizado como ortodoxo.
Ferrari (Lima, 1946) ejerci¨® en Per¨² como gerente del Banco Central durante menos de un a?o, en 1987, y dirigi¨® un organismo equivalente al Departamento Nacional de Planeaci¨®n a finales de la misma d¨¦cada. Fue durante la primera presidencia de Alan Garc¨ªa, que por entonces militaba en el ala progresista del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana). M¨¢s de una fuente asegura, de hecho, que, adem¨¢s de haber sido viceministro de Hacienda, Ferrari era el economista estrella de Garc¨ªa, quien m¨¢s tarde, entre 2006 y 2011, asumir¨ªa un segundo mandato con un notorio giro hacia la derecha. A?os despu¨¦s se suicid¨® de un tiro antes de ser arrestado en su casa de Lima en 2019 por sus v¨ªnculos con el esc¨¢ndalo de la brasile?a Odebrecht.
Luego vino el per¨ªodo tumultuoso del presidente Alberto Fujimori, con su intento fallido de autoproclamarse dictador y unos ¨ªndices de inflaci¨®n estratosf¨¦ricos que alcanzaron en 1990 el mayor registro hist¨®rico con una tasa anual del 7.649%. Un hecho que dio pie para que el pasado septiembre, cuando Ferrari fue anunciado, infructuosamente, como director del Departamento Nacional de Planeaci¨®n, el economista Salom¨®n Kalmonovitz publicara un Twitt donde le achacaba al hoy Superintendente Financiero una cuota de responsabilidad en aquella crisis.
Pero el acreditado economista peruano Germ¨¢n Alarco, profesor de la Universidad del Pac¨ªfico, lo refuta a trav¨¦s de Zoom desde su casa en Lima: ¡°Nada que ver. ?l sali¨® del Banco Central antes del proceso de gestaci¨®n del per¨ªodo de alta inflaci¨®n que se observ¨® en la econom¨ªa peruana en los a?os 1988 a 1991. Es muy injusto y miope atribuirle responsabilidad de los problemas de la etapa final del Gobierno de Alan Garc¨ªa¡±. Lo cierto es que la trayectoria de Ferrari en suelo colombiano se ha concentrado en la academia, en las aulas de la Universidad Javeriana de Bogot¨¢, donde imparti¨®, hasta septiembre del a?o pasado, la clase titulada ¡°Pol¨ªtica econ¨®mica: teor¨ªa y pr¨¢ctica desde los mercados¡±.
Desde entonces, el presidente Petro lo ha tenido en la cabeza como una ficha para impulsar el corpus de sus ideas econ¨®micas. Si la idea inicial de nombrarlo como director de Planeaci¨®n Nacional naufrag¨® debido a l¨ªos normativos relacionados con su triple nacionalidad, su llegada como superintendente del ente regulador de las entidades financieras del pa¨ªs, en reemplazo de Jorge Casta?o, es para muchos una declaraci¨®n de intenciones. Ferrari, seg¨²n el economista y pol¨ªtico Juan Manuel Ospina, de origen conservador pero cercano a la izquierda, suele utilizar como referencia los fundamentos de la socialdemocracia n¨®rdica.
¡°Es un buen economista¡±, afirma Ospina, ¡°asesor¨® a Ingrid Betancourt en su propuesta de Gobierno a finales de los 90. Me parece que siempre ha tenido relaci¨®n con sectores de izquierda democr¨¢tica, cr¨ªticos, en l¨ªnea con ciertas caracter¨ªsticas de su pensamiento econ¨®mico¡±. Y precisa: ¡°Tiende a ser muy ortodoxo. ?l insiste en que se debe tener un capitalismo vigoroso, capaz de distribuir riqueza en contraposici¨®n al capitalismo actual, amorfo, desestructurado, oportunista. Por eso no comulga con los excesos del neoliberalismo y supongo que en la Superintendencia reforzar¨¢ la reglamentaci¨®n para vigilar que el sector no sea un factor adicional de concentraci¨®n de la riqueza¡±.
Ferrari se form¨® en Estados Unidos con maestr¨ªas en planeaci¨®n urbana en Nueva York (1971) y desarrollo econ¨®mico (1979) y doctorado en econom¨ªa (1982) por la Universidad de Boston. Con algunos ajustes, sostiene el economista peruano Germ¨¢n Alarco, de Ferrari se puede esperar una postura econ¨®mica similar a la del exministro de Hacienda Jos¨¦ Antonio Ocampo: ¡°Son historiadores de la econom¨ªa con una perspectiva bastante amplia. Su visi¨®n incluye elementos postkeynesianos. Son acad¨¦micos que se formaron en medio de una lucha contra la inflaci¨®n en los a?os 80. Cre¨ªan en pol¨ªticas que mezclaban propuestas para la contracci¨®n de la demanda, con pol¨ªticas de ingresos a trav¨¦s de f¨®rmulas como la concertaci¨®n de precios¡±.
Ahora la pregunta central, explica el director del departamento de Econom¨ªa de la Universidad Javeriana, Andr¨¦s Felipe Giraldo, es ?c¨®mo reflejar¨¢ su visi¨®n econ¨®mica en la tarea de vigilar, regular y controlar al sector financiero? ¡°Es un cargo muy especializado¡±, explica Giraldo, ¡°y ser¨¢ muy interesante ver c¨®mo maneja esa supervisi¨®n sobre un sector al que, en su opini¨®n, le falta competencia. En sus clases y en discusiones utilizaba el t¨¦rmino ¡®oligopolio¡¯ para definir la concentraci¨®n de mercado por parte de algunos bancos en Colombia. Esa es una preocupaci¨®n genuina que ¨¦l tiene¡±. As¨ª mismo destaca que su fuerte es la macroeconom¨ªa, la visi¨®n global del cuadro: ¡°El engranaje con el mundo financiero lo entiende como un actor fundamental para intermediar recursos y alcanzar una mayor cohesi¨®n, un mayor nivel de crecimiento¡±.
Sobre el acercamiento del economista lime?o con el ¡®petrismo¡¯ hay algunas pistas y pocas certezas. Algunos mencionan como posible n¨²cleo de contacto a un grupo acad¨¦mico de discusiones sobre asuntos fiscales y pol¨ªticas p¨²blicas donde coincid¨ªan acad¨¦micos vinculados hoy a la oficialidad como el director del Departamento Nacional de Planeaci¨®n (DNP), Jorge Iv¨¢n Gonz¨¢lez, o el ahora director de la Direcci¨®n de Impuestos y Aduanas Nacionales, Luis Carlos Reyes. Andr¨¦s Felipe Giraldo recuerda su participaci¨®n en aquel grupo donde, al parecer, hab¨ªa cierto grado de consenso en torno a algunos enfoques y, sobre todo, una ¨¦tica econ¨®mica: ¡°C¨¦sar, como l¨ªder acad¨¦mico, convocaba gente del Instituto Pensar, de filosof¨ªa, de teolog¨ªa, de derecho, de estudios ambientales. Su liderazgo fue muy interesante porque abri¨® la discusi¨®n a diferentes c¨ªrculos acad¨¦micos para pensar un nuevo modelo econ¨®mico, un nuevo modelo de sociedad¡±.
Giraldo, sin embargo, recalca que en muchos puntos discrepa con Ferrari, en especial en un asunto tan vidrioso y de total actualidad como lo son las pol¨ªticas del Banco de la Rep¨²blica para controlar la inflaci¨®n: ¡°?l estaba en contra de las subidas de las tasas de inter¨¦s. Su interpretaci¨®n, contraria a la m¨ªa, es que hay una correlaci¨®n de causalidad entre una tasa m¨¢s alta y una mayor inflaci¨®n. Una postura muy keynesiana, de hecho¡±. Un enfoque debatible, a juzgar por las ¨²ltimas cifras del DANE, que evidencian una disminuci¨®n en el costo de vida. En todo caso Giraldo, m¨¢s all¨¢ de los debates te¨®ricos, resalta las capacidades y la amabilidad de Ferrari: ¡°Ahora como superintendente tendr¨¢ que aterrizar esos debates de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica y estoy seguro de que ser¨¢ en un di¨¢logo profesional y respetuoso con el Banco de la Rep¨²blica¡±.
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