Mirar a ?frica, una decisi¨®n estrat¨¦gica de pol¨ªtica exterior para Colombia
La visita de la vicepresidenta y su comitiva a ?frica est¨¢ lejos de ser un error. Es una decisi¨®n estrat¨¦gica que empieza a saldar una falencia hist¨®rica en la pol¨ªtica exterior colombiana
El anuncio del viaje de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez con una numerosa comitiva a Sud¨¢frica, Kenia y Etiop¨ªa ha sido objeto de debate en el pa¨ªs durante las ¨²ltimas semanas, con una gran parte de la opini¨®n p¨²blica y medios de comunicaci¨®n cuestionando la relevancia de la visita. En redes sociales, un sinn¨²mero de usuarios argumenta que ?frica es un continente pobre y sin mucho que aportarle a Colombia y, as¨ª, el viaje es un desperdicio del dinero p¨²blico colombiano. Esta es una visi¨®n sesgada que se aparta considerablemente de la realidad del continente africano en la actualidad.
?frica cuenta con 1.200 millones de personas y se espera que esta cifra se duplique para 2050. Los reg¨ªmenes autoritarios que eran la generalidad en 1990 han sido reemplazados por democracias que, si bien est¨¢n en proceso de consolidaci¨®n en muchos lugares, hoy son la norma en la mayor¨ªa de pa¨ªses. Los conflictos armados, que sumaban cerca de 30 en 1990, se han reducido a seis en la actualidad. Gran parte del continente ha presentado tasas de crecimiento sostenidas superiores al 6% anual y alrededor de 400 millones de personas han salido de la pobreza durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. La Uni¨®n Africana es uno de los procesos de integraci¨®n m¨¢s avanzados del mundo y la reciente creaci¨®n del ?rea Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA) suma una econom¨ªa combinada de 3,4 trillones de d¨®lares.
El ?frica de hoy no es el ?frica que existe en el imaginario de gran parte de los colombianos. Hoy es un continente en proceso de estabilizaci¨®n, democratizaci¨®n y con un desarrollo econ¨®mico que lo convierte en un aliado estrat¨¦gico de primera importancia tanto para Estados Unidos y Europa, como para potencias emergentes del Sur Global como China, India, Brasil, Turqu¨ªa o Indonesia. Es m¨¢s: es impensable entender el crecimiento econ¨®mico de todas estas econom¨ªas sin analizar su relaci¨®n con ?frica durante las ¨²ltimas d¨¦cadas.
No obstante, en Am¨¦rica Latina, el desconocimiento hacia ?frica es generalizado, y s¨®lo Cuba ha tenido una pol¨ªtica exterior coherente y sostenida con el continente. Brasil se acerc¨® durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, especialmente durante los gobiernos de Lula da Silva, pero la llegada de Bolsonaro signific¨® un gran rev¨¦s para la pol¨ªtica exterior africana del pa¨ªs. Venezuela, Argentina, Colombia o Uruguay han tenido destellos coyunturales de relacionamiento con ?frica, pero ninguno ha logrado que los tomadores de decisiones de pol¨ªtica exterior entiendan la importancia del continente y la materialicen en acciones a largo plazo.
En consecuencia, el viaje de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez a ?frica no s¨®lo es deseable sino necesario. Las dem¨¢s regiones geogr¨¢ficas del mundo han estado presentes hist¨®ricamente en la pol¨ªtica exterior colombiana. Incluso Asia, que hasta hace poco tiempo tampoco aparec¨ªa como una prioridad para las diferentes administraciones, ya ocupa un rengl¨®n importante en el relacionamiento externo del pa¨ªs. Pero ?frica no. Por d¨¦cadas, ?frica est¨¢ y ha estado ausente de los lineamientos y prioridades de la pol¨ªtica exterior colombiana. El problema es estructural, no s¨®lo porque los Gobiernos del pa¨ªs se quedaron en gran medida con esa ¨²nica historia de conflicto, pobreza y hambre para ?frica, sino tambi¨¦n porque en Canciller¨ªa el tema de ?frica no aparece significativamente en los planes de estudio de la Academia Diplom¨¢tica, y el n¨²mero de personas dedicadas al relacionamiento con el continente es bastante limitado. M¨¢s a¨²n, en Procolombia, la oficina encargada de hacer an¨¢lisis de mercados para ?frica se encuentra en Singapur, a unos 7.000 kil¨®metros de distancia.
Entrar a ?frica con la visita de m¨¢s alto nivel que jam¨¢s haya hecho el Gobierno colombiano es una se?al de un cambio importante ¨Daunque coyuntural¨D en t¨¦rminos de pol¨ªtica exterior. La vicepresidenta ha hablado de la importancia de los lazos hist¨®ricos que unen a Colombia y su poblaci¨®n afrodescendiente ¨Dla tercera m¨¢s numerosa del mundo¨D con ?frica, y ¨¦ste ser¨¢ el punto de partida para una relaci¨®n que espera consolidarse. A partir de este v¨ªnculo inicial, Colombia deber¨¢ dar varios pasos m¨¢s all¨¢ para hablar de los temas que ocupan a ?frica y su proceso de integraci¨®n hoy: comercio, inversi¨®n y ruedas de negocios, cooperaci¨®n sur-sur, intercambios culturales, investigaci¨®n cient¨ªfica, infraestructura, integraci¨®n econ¨®mica, resoluci¨®n de conflictos, turismo, e incluso libre movilidad de personas. No llevar una agenda ambiciosa en estos temas ser¨ªa el m¨¢s grande de los errores en este primer contacto con tres de los pa¨ªses m¨¢s influyentes de ?frica.
La visita de la vicepresidenta y su comitiva a ?frica est¨¢ lejos de ser un error. Es una decisi¨®n estrat¨¦gica que empieza a saldar una falencia hist¨®rica en la pol¨ªtica exterior colombiana y que est¨¢ acorde con los intereses no s¨®lo del Gobierno, sino tambi¨¦n de la empresa privada y de la poblaci¨®n en general en el largo plazo. El eje de la discusi¨®n, entonces, no deber¨ªa ser la deseabilidad misma de la visita, sino cu¨¢les son los alcances y logros esperados por la delegaci¨®n para Colombia. En este momento se est¨¢n preparando varias agendas paralelas que pretenden diversificar los temas discutidos y sacar el mayor provecho posible de la visita. La oportunidad es inmejorable, s¨®lo queda esperar que los resultados tambi¨¦n lo sean.
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