Historia de una fiesta y del traslado de c¨¢rcel del asesino de mi padre
No es poco lo que contiene el mensaje del regreso de Kiko G¨®mez Cerchar a la regi¨®n Caribe, menos a¨²n en ¨¦poca preelectoral
Lo m¨¢s inquietante de esta historia no son las certezas, sino las contradicciones que la ensombrecen. Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro, se cas¨® durante el confinamiento de la pandemia. La boda civil fue en Cajic¨¢ (Cundinamarca), en 2020, y la celebraci¨®n se hizo, un a?o despu¨¦s, en Barranquilla, con dos eventos: uno, en la ma?ana a orillas de la playa, y otro, en la noche del mismo d¨ªa, en el patio de una casa. En las im¨¢genes, la pareja aparece sentada en la mitad, y los asistentes, vestidos de blanco, la rodean en una ceremonia austera. Entre los pocos invitados resaltan la esposa y las hijas de Kiko G¨®mez, exgobernador condenado por seis homicidios (el de mi pap¨¢, uno de ellos). Recientemente, G¨®mez ha conseguido que lo trasladen de una c¨¢rcel de alta seguridad a una de su preferencia y de menor seguridad.
Bibiana Bacci, esposa de Kiko G¨®mez, no figura en las im¨¢genes. Uno de los testigos, que pidi¨® reserva de su nombre, cont¨® que Juan Fernando advirti¨® que se cuidasen de tomar fotograf¨ªas. Aunque ella no aparece, varios de los invitados confirman que s¨ª estuvo. En la reuni¨®n de la ma?ana, bajo las carpas en la playa, hicieron un ritual esot¨¦rico para los novios; en la noche celebraron con whisky. Los novios recibieron lluvia de sobres con dinero como regalos. El comisionado de Paz, Danilo Rueda, fue uno de los invitados. Afirma que ese d¨ªa conoci¨® a Bacci y alcanz¨® a cruzar algunas palabras con ella. A las celebraciones fueron invitados tambi¨¦n Alfonso Manzur (actual superintendente de Vigilancia) y Pedro Ni?o, abogado de Kiko G¨®mez.
Hace unos d¨ªas contact¨¦ a Juan Fernando Petro para preguntarle sobre la celebraci¨®n y sus relaciones con Bibiana Bacci. Respondi¨® alterado, en mensajes de voz, con una perorata hiperb¨®lica sobre la manipulaci¨®n de la verdad en los medios. Antes de preguntarle por la fiesta de Barranquilla, se refiri¨® a ella como una reuni¨®n de amigos que trabajaban por la paz. A la pregunta de si Bacci hab¨ªa estado en la fiesta, dio rodeos, desvi¨® la conversaci¨®n. ¡°La pregunta es monstruosamente simple, pero lo que est¨¢ detr¨¢s (¡) es monstruosamente complejo¡±, dijo. Finalmente, neg¨® que ella hubiera estado all¨ª. Afirm¨® que la conoc¨ªa por el trabajo con artesan¨ªas de una de las hijas de ella. Cuando le pregunt¨¦ si hab¨ªa recibido un regalo de Bacci, increp¨® diciendo que si acaso ella era una criminal: ¡°Que yo sepa ella es una ciudadana como cualquier otra¡±. Repet¨ª la pregunta varias veces. Nunca la respondi¨®.
Aunque Juan Fernando niega que fuera la celebraci¨®n de su matrimonio, el superintendente Alfonso Manzur y el comisionado Danilo Rueda se refieren a ella como tal. Cuando le dije a Juan Fernando que Rueda hab¨ªa dicho que la esposa de Kiko G¨®mez s¨ª estuvo ah¨ª, respondi¨® que Rueda lo ha traicionado desde que se posesion¨® como comisionado. El funcionario explic¨® que no pudo traicionarlo, pues no hab¨ªa acordado su nombramiento con nadie.
Petro y Rueda, entonces director de la ONG Comisi¨®n Intereclesial de Justicia y Paz, se vieron envueltos en una controversia por una visita que hicieron a la c¨¢rcel La Picota, en plena campa?a electoral de 2022. Varios presos aseguraron que Juan Fernando les ofreci¨® beneficios judiciales; ¨¦l lo neg¨®, pero la visita fue el punto de partida de otros debates. La reuni¨®n fue gestionada por Pedro Ni?o, abogado de Kiko G¨®mez. A comienzos de este a?o, el Clan del Golfo design¨® al abogado como su vocero en los di¨¢logos de la paz total de Petro, pero apenas se hizo p¨²blico su nombramiento, el Gobierno anul¨® la designaci¨®n.
El presidente Petro ha pedido a la Fiscal¨ªa que investigue a su hermano por presuntos enredos con abogados que ped¨ªan dinero a presos que buscaban ingresar al proyecto de paz total para obtener beneficios penitenciarios como reducci¨®n de penas. Sin mencionar nombres de intermediarios, hace pocos meses el comisionado Rueda denunci¨® que un preso hab¨ªa pagado 120 millones a un abogado para ser trasladado a una c¨¢rcel de su preferencia. Nunca dijo qui¨¦n era el preso ni cu¨¢l era la c¨¢rcel.
Juan Fernando dijo que su trabajo en las c¨¢rceles no tuvo nada que ver con Kiko G¨®mez. Rueda explic¨® que G¨®mez, en su condici¨®n de victimario, a trav¨¦s de Ni?o hab¨ªa enviado audios a la Comisi¨®n Intereclesial reconociendo su responsabilidad (sin especificar en qu¨¦). G¨®mez pretend¨ªa que la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz lo acogiera para as¨ª obtener beneficios como menores penas por sus cr¨ªmenes.
La amistad entre el hermano del presidente y la esposa de un criminal no es delito, pero s¨ª es cuestionable si deriva en beneficios para el condenado. Kiko G¨®mez fue alcalde de Barrancas, La Guajira, y gobernador de ese mismo departamento. Cumple dos condenas (la pena m¨¢xima impuesta es de 55 a?os) por seis homicidios y dos conciertos para delinquir con grupos armados ilegales. Estaba preso en la c¨¢rcel La Picota y el pasado 23 de diciembre pidi¨® un traslado a la c¨¢rcel El Bosque, de Barranquilla, que le fue aprobado en tiempo r¨¦cord: 15 d¨ªas h¨¢biles despu¨¦s, el 16 de enero, ya estaba en Barranquilla.
Fue una decisi¨®n inusualmente veloz. ¡°Como m¨ªnimo puede demorar entre dos y tres meses en cumplirse¡±, se?al¨® un funcionario del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC). Lo m¨¢s ins¨®lito es que se dio como ¡°est¨ªmulo de buena conducta¡±, cuando G¨®mez ha celebrado fiestas en la c¨¢rcel, ha sobornado funcionarios del INPEC y en varias redadas le han decomisado elementos prohibidos. Es decir, ha violado la ley. Sin ning¨²n argumento de peso, el director del INPEC, Daniel Fernando Guti¨¦rrez, autoriz¨® el traslado a la c¨¢rcel El Bosque. Existen serias discrepancias entre lo que dijo en una entrevista a la W Radio, en la que afirm¨® que el traslado se dio por afectaciones de salud a causa del clima de Bogot¨¢, y la solicitud y resoluci¨®n de traslado, en la que no aparecen ni dictamen m¨¦dico legal alguno, ni tampoco un reporte del Consejo de Disciplina, requisito m¨ªnimo que ordena la ley cuando se trata de traslados como est¨ªmulo a la buena conducta.
El INPEC se salt¨® otros procedimientos: no convoc¨® la junta asesora de traslados que, en caso de condenados por delitos graves, deber¨¢ analizar si es procedente. Lo envi¨® a una c¨¢rcel que no cumple con el requisito de m¨¢xima seguridad, y a un patio especial para servidores p¨²blicos, aun cuando sus delitos no tienen nada que ver con el ejercicio de su funci¨®n p¨²blica. Su traslado desconoce por completo la l¨®gica y el principio de resocializaci¨®n que acompa?a la pena privativa de la libertad dentro de la legislaci¨®n colombiana. Ignora que G¨®mez no ha aportado ning¨²n tipo de verdad por los casos en los que se le acusa e investiga, ni en los que fue condenado, y que tampoco ha reparado a sus v¨ªctimas.
Su poder, a¨²n hoy, se extiende a otros departamentos de la regi¨®n Caribe. Varios de los sicarios contratados por ¨¦l para la comisi¨®n de sus cr¨ªmenes son de Barranquilla. Envalentonado, una vez le dijo a una de sus v¨ªctimas (que posteriormente fue asesinada) que si quer¨ªa matarlo ten¨ªa que buscar sicarios en Medell¨ªn o Cali, porque los de la costa le pertenec¨ªan a ¨¦l. En 2014 la Corte Suprema de Justicia decidi¨® que sus procesos no se pod¨ªan adelantar en La Guajira sino en Bogot¨¢ porque su poder en el departamento era tal que no hab¨ªa garant¨ªas. Esas circunstancias se mantienen vigentes y demuestran que la justicia y la estructura del Estado en la costa Caribe no son las adecuadas para tratar a G¨®mez, incluida la fase de ejecuci¨®n de la pena.
Son muchas las veces que el exgobernador ha tratado de burlar la justicia comprando diagn¨®sticos m¨¦dicos falsos para lograr la prisi¨®n domiciliaria, o jueces para lograr la libertad (un juez fue condenado por haberle vendido un habeas corpus). Su traslado significa que sus procesos pasan a Barranquilla. No es poco lo que contiene el mensaje del regreso de G¨®mez Cerchar a la regi¨®n Caribe, menos a¨²n en ¨¦poca preelectoral. De hecho, su hija Juana G¨®mez Bacci es candidata a la Alcald¨ªa de Barrancas.
Tuvieron que pasar 20 a?os para que Kiko G¨®mez fuera condenado por el asesinato de mi padre. En 2018, cuando era candidato, el presidente Gustavo Petro se levant¨® en la plaza de Barrancas y rechaz¨® cualquier apoyo de Kiko G¨®mez: ¡°Que se guarde su plata y sus votos, porque est¨¢n sucios de sangre y coca¨ªna¡±, dijo. Hoy, parad¨®jicamente, durante su Gobierno le han beneficiado con un traslado ilegal del cual le inform¨¦ personalmente al ministro de Justicia. Hasta ahora no ha hecho nada.
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