Sac¨® la mano el r¨¦gimen presidencial

El periodista Roberto Pombo, en su programa dominical Mis Preguntas, que se trasmite los domingos por el sistema Prisa ¨DCaracol Radio, La W, EL PA?S y los canales digitales¨D, reabri¨® el debate de la instauraci¨®n del sistema parlamentario en reemplazo del r¨¦gimen presidencial que rige en Colombia desde 1821, como resultado de la influencia norteamericana. La controversia original se arm¨® por cuenta de la propuesta del presidente Alfonso L¨®pez Michelsen en el a?o 2004, cuando el desprestigio del Congreso y de los partidos pol¨ªticos mostraba ya unos ¨ªndices preocupantes. La iniciativa no tom¨® vuelo entonces, porque mal que bien los Gobiernos armaron unas mayor¨ªas a base de mermelada burocr¨¢tica para tener gobernabilidad. Hizo mucho ruido el proyecto de reforma constitucional que inclu¨ªa poner a encabezar las listas del Concejo municipal con los alcaldes. La lista mayoritaria pondr¨ªa al mandatario, pero el fuego se fue yendo. Era una llama al viento y el viento la apag¨®, dir¨ªa Barba Jacob.

No obstante, el proceso de deterioro del aparato institucional colombiano ha crecido lo suficiente como para que simult¨¢neamente nos preocupemos y nos preguntemos si se hace necesario un revolc¨®n que garantice la gobernanza (r¨¦gimen parlamentario) y aproveche las dudas sobre los mecanismos de elecci¨®n del fiscal general de la Naci¨®n, del contralor general de la Rep¨²blica y del Procurador. El jefe de Estado habla de ser v¨ªctima de ¡°un golpe blando¡±. No sabemos qu¨¦ quiere decir ¡°blando¡±, pero alimenta el despelote. El presidente Petro sorprendi¨® al iniciar su per¨ªodo de Gobierno con la formaci¨®n de una gran coalici¨®n que le permiti¨® alcanzar un triunfo descomunal con la aprobaci¨®n, muy controvertida, de una reforma tributaria de 20 billones de pesos, la m¨¢s jugosa en recursos de la historia. La luna de miel dur¨® poco. El matrimonio con los partidos Liberal, Conservador y De la U entr¨® en barrena. El presidente declar¨® su terminaci¨®n y provoc¨® la salida de 10 de sus ministros antes de cumplir los nueve meses de su administraci¨®n. El Consejo de Estado anul¨® la elecci¨®n del presidente del Congreso y del Contralor. Para el peri¨®dico El Tiempo, las reformas sociales de Petro estar¨ªan en aprietos por la falta de tiempo y de mayor¨ªas.

Un cambio de r¨¦gimen presidencial por uno parlamentario asegurar¨ªa que el jefe del Gobierno cuente con mayor¨ªas, aunque se corra el riesgo de que ese jefe de Estado dure poco; pero en cambio, para evitar ese riesgo, obliga a los partidos a organizarse y a disciplinarse. El problema que s¨ª es complicado es el m¨¦todo que se utilice para perfeccionar la reforma. Las tres posibilidades que ofrece la Constituci¨®n para ejecutarla ¨Del Congreso, la Asamblea Constituyente o el pueblo mediante referendo¨D son tortuosas. Las dos ¨²ltimas obligan a que previamente el Congreso vote una ley para su desarrollo.

La experiencia del sistema presidencialista en Estados Unidos, el m¨¢s importante del mundo, durante el Gobierno del presidente Obama, que entr¨® en conflicto con el Congreso por el manejo de los problemas fiscales (lo que puso a la primera potencia mundial al borde de su insolvencia, empeorando sensiblemente la crisis econ¨®mica universal), se convirti¨® en el episodio de ingobernabilidad m¨¢s grave sufrido en la historia de esta naci¨®n, imputable a su sistema de Gobierno presidencialista. Lo delicado es que el fen¨®meno se repiti¨® con el presidente Biden, quien se vio obligado a interminables di¨¢logos con el l¨ªder de la C¨¢mara de Representantes para arreglar el entuerto del techo de la deuda, y que pondr¨ªa en ascuas a Estados Unidos, para prevenir el impago y evitar una cat¨¢strofe. Se dice que el acuerdo est¨¢ listo. La ingobernabilidad tambi¨¦n.

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