Las Cartas del Boom: el nuevo libro que reconstruye la vieja amistad entre Fuentes, Gabo, Vargas Llosa y Cort¨¢zar
La obra re¨²ne por primera vez 207 cartas que los autores latinoamericanos se enviaron entre 1955 y 2012. Son un recordatorio de que ning¨²n autor se hizo famoso en la historia de la literatura en soledad sino con la ayuda de sus amigos
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Es noviembre de 1968, la Uni¨®n Sovi¨¦tica invadi¨® Checoslovaquia, y el r¨¦gimen de Cuba estaba molesto con algunos escritores latinoamericanos por sus cr¨ªticas a la isla. En ese a?o de turbulencia pol¨ªtica, el escritor mexicano Carlos Fuentes le escribe al peruano Mario Vargas Llosa una carta discutiendo estos temas que cierra con las siguientes palabras: ¡°S¨¦ que odias el g¨¦nero epistolar...y no te pido respuesta. Conserva, eso s¨ª, la carta para Harvard (es broma)¡±.
La carta no la conserv¨® Harvard, pero Fuentes sab¨ªa que esa correspondencia tendr¨ªa un valor especial alg¨²n d¨ªa, y por eso guard¨® buena parte de lo que ¨¦l escribi¨® y recibi¨® de sus amigos escritores: Vargas Llosa, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y Julio Cort¨¢zar. Eventualmente las cartas que se enviaron entre los cuatro s¨ª fueron preservadas por las universidades de Princeton y Austin, Texas, adem¨¢s de familiares y amigos. Por primera vez todas estas cartas salen reunidas en un nuevo libro de Alfagura: Las Cartas del Boom, un archivo epistolar que ya puede encontrarse en las librer¨ªas de Espa?a, M¨¦xico y Colombia. A mitad de septiembre estar¨¢ disponible en Estados Unidos.
El libro contiene 207 cartas que arrancan en 1955, cuando Fuentes y Cort¨¢zar apenas empezaban a tejer una relaci¨®n profesional; y van hasta 2012, cuando el mexicano le celebra el cumplea?os n¨²mero 85 a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. ¡°Nuestras vidas son inseparables¡±, escribe cari?osamente el autor sobre una amistad que dur¨® m¨¢s de medio siglo. Firma: ¡°tu cuate¡±.
En estas cartas a Cort¨¢zar a veces lo llaman el ¡°sumo cronopio¡±, a Fuentes el ¡°¨¢guila azteca¡±, a Gabo el ¡°Coronel¡± y a Vargas Llosa el ¡°Gran Jefe Inca¡±. Ninguno de los cuatro hab¨ªa alcanzado a¨²n la gloria internacional pero pronto publicar¨ªan sus obras c¨²spide: La Muerte de Artemio Cruz, Rayuela, La Ciudad y los Perros y Cien A?os de Soledad. Se leyeron entre ellos sus manuscritos, se dieron recomendaciones, se dieron ¨¢nimo pero tambi¨¦n se criticaron sus puntos ciegos. El libro de cartas es un recordatorio de que ning¨²n escritor logr¨® hacerse grande en la historia de la literatura ¨²nicamente escribiendo su novela en soledad: necesitaron una comunidad dispuesta a leerles, a escribir rese?as favorables, a recomendarlos para un premio. En pocas palabras, el nuevo libro es un recordatorio de que un escritor es tambi¨¦n sus amigos.
¡°Las armas secretas es el tomo de cuentos m¨¢s excelente que se ha escrito y publicado jam¨¢s en Am¨¦rica Latina¡±, le escribe un emocionado Fuentes a Cort¨¢zar, en 1962, sobre el nuevo libro del argentino. El escritor mexicano en particular es un gran compa?ero hacia los otros tres: les recomienda traductores y editoriales en Am¨¦rica Latina y Estados Unidos, les pregunta por fechas de publicaci¨®n de las pr¨®ximas novelas para escribir rese?as positivas en revistas, y tiene una visi¨®n hol¨ªstica de lo que hacen en conjunto.
¡°?No te sucede que cada buena novela latinoamericana te libera un poco, te permite limitar con exaltaci¨®n tu propio terreno, profundizar en lo tuyo con una conciencia fraternal de que otros est¨¢n completando tu visi¨®n, dialogando, por as¨ª decirlo, con ella?¡±, le pregunta Fuentes a Cort¨¢zar como si entre los cuatro estuvieran haciendo una sola gran obra literaria.
¡°Carlos Fuentes es el gran impulsor del Boom, a ¨¦l le debemos que exista este libro¡±, dice el escritor mexicano Javier Mungu¨ªa, coeditor de este nuevo libro epistolar . Gabo y Cort¨¢zar no eran muy buenos guardando cartas, explica, y Vargas Llosa guardaba algunas que recib¨ªa pero no copias de las que enviaba. Fuentes lo guardaba todo, como un visionario que conf¨ªa en su grandeza y en la de sus amigos. ¡°?l tuvo m¨¢s conciencia que los otros de que este archivo pod¨ªa tener importancia a futuro¡±, a?ade Mungu¨ªa.
El libro sobre los cuatro amigos es el esfuerzo editorial de otros cuatro apasionados por la literatura del Boom: Carlos Aguirre, bi¨®grafo de la novela La Ciudad y Los Perros; Gerald Martin, bi¨®grafo de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez; el acad¨¦mico peruano Augusto Wong Campos, y Mungu¨ªa. Este ¨²ltimo, desde Ciudad de M¨¦xico, explica a EL PA?S que este libro epistolar fue una iniciativa que naci¨® en 2019 en un c¨ªrculo de tertulia en el que est¨¢n los cuatro amigos y sus obsesiones. ¡°El resultado es que esta no es una obra secundaria sobre los autores, sino que revela mucho sobre sus opiniones y las tensiones pol¨ªticas entre ellos¡±, dice Mungu¨ªa.
En Las Cartas del Boom tambi¨¦n aparecen invitaciones comer hongos alucin¨®genos en M¨¦xico e incluso inesperados consejos financieros. ¡°Otra cosa son las ediciones en los pa¨ªses socialistas. Con el chantaje de que ellos son muy pobres y nosotros somos sus amigos, nos est¨¢n orde?ando¡±, escribe un indignado Garc¨ªa M¨¢rquez a Vargas Llosa en 1968. Considera que, si van a seguir publicando sus obras en pa¨ªses gobernados por la izquierda, ¡°es pr¨¢cticamente una contradicci¨®n filos¨®fica el hecho de que los pa¨ªses explotadores nos exploten menos y nos respeten m¨¢s que los que se suponen no-explotadores¡±.
¡°La correspondencia de un escritor es un documento fundamental para entender el proceso creativo de sus obras¡±, dice a EL PA?S el acad¨¦mico ?lvaro Santana-Acu?a, bi¨®grafo de la novela Cien A?os de Soledad y quien conoce a fondo el archivo de Garc¨ªa M¨¢rquez. ¡°En este caso estamos ante la publicaci¨®n, por primera vez, de las cartas que cruzaron los escritores m¨¢s importantes del Boom latinoamericano y esto nunca hab¨ªa ocurrido antes¡±, a?ade.
Algunas cartas ya hab¨ªan aparecido en cat¨¢logos de libros, en exposiciones individuales, pero nunca en forma de conversaci¨®n. Lo especial de eso, explica Santana-Acu?a, es que se puede ver transparentemente c¨®mo los cuatro ¡°creen en la posibilidad de que Am¨¦rica Latina, por primera vez, comience a publicar obras literarias de un primer nivel y que alcancen ¨¦xito internacional¡±.
El tiempo pasa y las amistades no siempre sobreviven. ¡°Tu conducta nos coloc¨® a tus amigos en una situaci¨®n m¨¢s que inc¨®moda en La Habana¡±, le reclama Cort¨¢zar a Vargas Llosa en 1969, despu¨¦s de que el escritor peruano rehusara visitar la isla para un evento cultural. El r¨¦gimen de Fidel Castro ya empezaba a demostrar su autoritarismo hacia los escritores, un tema pol¨ªtico que llevar¨ªa a peleas irreconciliables entre los cuatro amigos. En 1971 Cortazar ya ve¨ªa el divorcio entre los amigos como algo inevitable: ¡°hay algo peor, y es el sentimiento de que cosas que quiero mucho pueden resquebrajarse, amistades de muchos a?os y afectos muy hondos¡±.
La historia ya se conoce: Cortazar y Garc¨ªa M¨¢rquez se divorciaron de Vargas Llosa, y despu¨¦s de que el argentino falleci¨® en 1984, el colombiano y el mexicano fueron quienes mantuvieron la amistad m¨¢s duradera. Los nuevos novelistas latinoamericanos ahora se escriben en Gmail, o WhatsApp, donde la memoria es m¨¢s corta y depende ahora del n¨²mero de gigas. La historia de la literatura puede estar escribiendose ahora en una carpeta de spam. Pero la amistad que cambi¨® la historia de las letras latinoamericanas en el siglo XX vive a¨²n en las doscientas cartas que cuatro autores se enviaron y cuatro coeditores rescataron.
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