Corrupto en Colombia, h¨¦roe en su pueblo: ¡°El ?o?o¡¯ El¨ªas es un ladr¨®n, pero rob¨® para nosotros¡±
Profesores, m¨²sicos, deportistas, meseros y poetas de Sahag¨²n, C¨®rdoba, explican las razones del multitudinario recibimiento al pol¨ªtico condenado por recibir sobornos de Odebrecht


¡°El ?o?o El¨ªas es un ladr¨®n, s¨ª, pero rob¨® para nosotros¡±, dice convencida una mesera de un restaurante en Sahag¨²n, C¨®rdoba, ante la pregunta de por qu¨¦ el domingo ella y cientos de personas m¨¢s recibieron con devoci¨®n a uno de los principales responsables del esc¨¢ndalo de Odebrecht en Colombia. Las im¨¢genes de la multitudinaria caravana de bienvenida del ?o?o en su tierra natal se hicieron virales y generaron el rechazo y la indignaci¨®n de opinadores y pol¨ªticos en Bogot¨¢. ¡°?C¨®mo es posible que cientos de personas salgan a recibir como a un h¨¦roe a un hombre que fue condenado por concierto para delinquir, lavado de activos, cohecho propio y tr¨¢fico de influencias¡±, se preguntaba Juan Pablo Calv¨¢s este lunes en una columna en EL PA?S.
La respuesta comienza el d¨ªa de la madre de 2007, cuando Bernardo Miguel El¨ªas, hoy con 47 a?os, reuni¨® en la antigua sede del Club Campestre de Sahag¨²n a miles de mujeres pobres. Les regal¨® lavadoras, neveras, televisores, planchas, ollas a presi¨®n y muchos m¨¢s electrodom¨¦sticos que ellas no pod¨ªan comprar por cuenta propia. El evento se repiti¨® todos los d¨ªas de la madre durante los a?os en los que ?o?o fue congresista del Partido de la U, liderado por el expresidente Juan Manuel Santos. Primero lleg¨® como representante a la C¨¢mara entre 2006 y 2010, y despu¨¦s fue uno de los senadores m¨¢s votados de Colombia por dos periodos, 2010 - 2014 y 2014 hasta el 10 de agosto de 2017, cuando la Corte Suprema de Justicia orden¨® su captura por recibir sobornos multimillonarios de Odebrecht.

¡°Una lavadora le cambia la vida a una madre que pasa varias horas del d¨ªa lavando ropa a mano. Es un beneficio inmediato, una especie de liberaci¨®n¡±, explica Esteban Abad, profesor y l¨ªder estudiantil de Sahag¨²n, opositor de la casa pol¨ªtica de los El¨ªas. ¡°A esas mujeres no les importa que ?o?o haya robado al Estado y haya recibido coimas. Lo recuerdan como el pol¨ªtico que se preocup¨® por ellas cuando ninguno otro lo hab¨ªa hecho¡±. Adem¨¢s del d¨ªa de la madre, el ?o?o daba balones de f¨²tbol y ¨²tiles escolares en el d¨ªa del ni?o, bonos en el d¨ªa del maestro y muchos regalos en navidad. Patrocinaba ferias, eventos deportivos y conciertos.
A pesar de que en los ¨²ltimos a?os Sahag¨²n ha tenido 18 congresistas, la gente solo aprendi¨® lo que era un periodo legislativo por el ?o?o. Sab¨ªan cuando llegaban las vacaciones porque ¨¦l regresaba al pueblo. Lo esperaban afuera de su casa, a dos cuadras del parque principal, para pedirle dinero para los medicamentos, dinero para los materiales de construcci¨®n de la casa, dinero para pagar los recibos de los servicios p¨²blicos. ?l los dejaba entrar y repart¨ªa cientos de billetes. Una persona que lo conoce desde peque?o cuenta que en navidad el ?o?o les daba hasta 30 millones de pesos de regalo a los l¨ªderes pol¨ªticos de su movimiento que le consegu¨ªan los votos en los barrios populares.
Ahora, en la semana que regres¨® a Sahag¨²n, despu¨¦s de estar seis a?os preso en Bogot¨¢, muchas mujeres esperan de nuevo que las reciba. ¡°Vinimos a visitarlo, necesitamos que nos ayude con unas cosas de salud, pero las personas que trabajan con ¨¦l nos dijeron que no estaba¡±, cuentan con resignaci¨®n dos se?oras que acaban de timbrar en la casa del ?o?o, una enorme mansi¨®n blanca de dos pisos, con un balc¨®n en el frente del que cuelga un letrero amarillo que dice: ¡°?o?o El¨ªas, bienvenido a tu casa¡±.

?o?o, el gamonal del pueblo
La imagen de un pol¨ªtico que en pleno siglo XXI regresa de la ciudad a su pueblo natal a repartir dinero recuerda la estructura colonial que padeci¨® el campo colombiano durante varios siglos: el gamonalismo. Ante la ausencia del Estado, una especie de se?or feudal decid¨ªa la suerte de los campesinos de su regi¨®n. El ?o?o El¨ªas fungi¨® durante a?os ese papel. Se convirti¨® en el caudillo de pueblo que resolv¨ªa los problemas de la gente a cambio de que lo eligieran.
¡°En Sahag¨²n siempre hemos tenido esa figura del capataz, del patr¨®n, del hombre blanco y rico que te dice qu¨¦ hacer y te da limosna. Antes era un honor que siendo jornalero, el patr¨®n bautizara a tu hijo, eso te sub¨ªa el estatus. Ahora, para muchas personas parece un honor que el ?o?o las abrace, les sonr¨ªa¡±, explica un investigador pol¨ªtico de Sahag¨²n que prefiere no dar su nombre.
Como dice el final de Un d¨ªa de estos, uno de los cuentos m¨¢s famosos de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez: ¡°El alcalde se puso de pie, se despidi¨® con un displicente saludo militar, y se dirigi¨® a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera. ?Me pasa la cuenta? dijo .??A usted o al municipio?? pregunt¨® el dentista. El alcalde no lo mir¨®. Cerr¨® la puerta, y dijo, a trav¨¦s de la red met¨¢lica. ?Es la misma vaina?¡±. En Sahag¨²n, el ?o?o y el municipio fueron lo mismo por a?os. Aunque no fuera alcalde, ¨¦l era el ¨²nico Estado que conoc¨ªa la gente pobre.
Lo que no sab¨ªan los habitantes de Sahag¨²n era que las lavadoras, las neveras y los dem¨¢s electrodom¨¦sticos no eran comprados por el ?o?o con sus ahorros, sino que eran ¡°remates de las incautaciones de la DIAN que un pariente que trabajaba all¨¢ le ayudaba a conseguir¡±, seg¨²n explica el ingeniero qu¨ªmico y gestor cultural del municipio ?dgar Cort¨¦s Uparela. Los habitantes tampoco sab¨ªan que la plata que les regalaba en las navidades ven¨ªa de las coimas de Odebrecht. Sin embargo, ahora que todo el pa¨ªs lo sabe, a los seguidores del ?o?o parece no importarles mucho que su l¨ªder sea un corrupto.



Noel Cogollo, entrenador de boxeo de Sahag¨²n y otro de los asistentes a la caravana de bienvenida, explica que a diferencia de otros pol¨ªticos del pueblo, el ?o?o no gestion¨® dinero solo para enriquecerse ¨¦l y su familia. Cogollo entrena en el coliseo que construy¨® ?o?o a decenas de j¨®venes del municipio. Son las cuatro de la tarde, el calor es infernal, suena reguet¨®n y los muchachos de la selecci¨®n de boxeo de Sahag¨²n saltan lazo y lanzan pu?os. ¡°He sacado a mucha gente de la droga con este entrenamiento. Esto no hubiera sido posible sin el ?o?o. Yo estoy muy agradecido con ¨¦l, por eso sal¨ª a recibirlo¡±. Cogollo, de 60 a?os, fue campe¨®n nacional de peso pluma. ¡°Los a?os en los que ¨¦l fue senador, hac¨ªa ollas comunitarias el s¨¢bado y domingo por los barrios populares. Todo el mundo iba con su plato a comer. Era una vaina bonita. A la gente que ten¨ªa hambre no se le olvida eso nunca. Por eso lo siguen¡±. Cogollo sabe que el ?o?o rob¨®, pero dice que el recibimiento fue un pago por todo el trabajo.
El carisma del ?o?o encandila
El profesor V¨ªctor Moreno, que da clase en la jornada nocturna en un colegio p¨²blico de Sahag¨²n, explica que en ning¨²n pueblo del Caribe una elecci¨®n se gana solo comprando votos. ¡°Es necesaria una combinaci¨®n de tres factores: el dinero, la maquinaria para entregar puestos de trabajo y el afecto, el aprecio de la gente, el carisma¡±, dice Moreno, ¡°Eso no se entiende desde Bogot¨¢¡±. Moreno nunca ha votado por ?o?o, condena sus actos de corrupci¨®n, pero no est¨¢ de acuerdo con la postura que han tomado, por ejemplo, el senador Gustavo Bol¨ªvar o el caricaturista Matador frente al recibimiento del ?o?o. Bol¨ªvar escribi¨® en su cuenta de Twitter: ¡°El hamp¨®n ¡®?o?o¡¯ El¨ªas rob¨® la educaci¨®n y la salud de su gente y esa misma gente sale hoy a recibido como h¨¦roe y con caravana al salir de la c¨¢rcel. Esta es la Colombia est¨²pida que debemos educar ya¡±. Moreno le responde: ¡°No es ignorancia, es hambre. El primer paso para reclamar dignidad es tener el est¨®mago lleno¡±.

Moreno insiste: ¡°La gente no es boba, sabe qu¨¦ pol¨ªticos le llevan el pan y cu¨¢les no¡±. El profesor explica que cuando se trata de pol¨ªtica, en Sahag¨²n, las personas parten de un principio: todos roban. La diferencia la marca el que adem¨¢s hace algo por el pueblo. El ?o?o no tiene esc¨¢ndalos de actitud mafiosa, ni de peleas, ni asesinatos, ni relaciones conocidas con los paramilitares, pese a que muchos pol¨ªticos de C¨®rdoba estuvieron presos por paramilitarismo. El senador Musa Besaile, por ejemplo, tambi¨¦n de Sahag¨²n, vecino y contrincante del ?o?o, est¨¢ preso en este momento por el cartel de la toga y por parapol¨ªtica. El ?o?o estudi¨® en un colegio de Sahag¨²n, siempre estuvo en el pueblo, jugaba f¨²tbol, montaba bicicleta, pertenec¨ªa a la comunidad.
Para el m¨²sico y compositor Juancho Nieves, vecino del ?o?o, la explicaci¨®n de porqu¨¦ la gente reaccion¨® as¨ª a su llegada es sencilla: ¡°De chiquito era un pelao cari?oso y detallista con la gente de la cuadra. La gente lo quiere. Es sencillo. Es del barrio. La gente se alegra de que haya cumplido la condena¡±, dice Nieves. Y a?ade: ¡°Cuando yo fui director del Festival Nacional de Cultura de Sahag¨²n, ?o?o me dio cincuenta millones de pesos en efectivo. A cambio de nada. Como un aporte propio¡±, dice, pero luego duda: ¡°Ahora sabemos que era dinero de Odebrecht¡±. Hay consenso, incluso, entre sus detractores: ¡°En Sahag¨²n no hay otra figura que genere el mismo cari?o del ?o?o. No hay nadie tan popular¡±.
El boxeador Cogollo lo resume bien: ¡°Tiene un carisma, un ¨¢ngel, que hizo que la gente lo quisiera. Antes de ser pol¨ªtico es un personaje del pueblo. Es jod¨®n, hace bromas, no es engre¨ªdo, no mira por encima del hombro a nadie¡±. En hombros lleg¨® a su casa el pasado domingo, cargado por cientos de simpatizantes que lo bajaron de la camioneta y lo llevaron hasta la casa, mientras sonaba a todo volumen la canci¨®n El l¨ªder, que le compuso Diomedes D¨ªaz a los ciclistas colombianos en la ¨¦poca dorada. ¡°Viene llegando el l¨ªder a la meta final / prepar¨¦monos todos a aplaudirlo con fervor/ pa¡¯ que Colombia vibre radiante de emoci¨®n / porque ya nada impide que el nuestro sea el campe¨®n¡±.


Se caen las obras del ?o?o
En Sahag¨²n nunca ha salido agua de la llave un d¨ªa completo. En la actualidad, el agua llega dos o tres d¨ªas a la semana a las casas, depende del clima. ¡°A mi hogar llega el martes y el jueves¡±, cuenta el profesor Abad. La gente ha tenido que construir tanques o pozos para almacenarla. Cuando hay sequ¨ªa, llegan los carro tanques. El agua es uno de los principales problemas del pueblo. ?o?o, sin embargo, en vez de hacer un buen acueducto, consigui¨® los recursos para construir un estadio con caracter¨ªsticas FIFA para un municipio que no tiene equipo de f¨²tbol.
Mientras estuvo libre, funcionaba muy bien. Patrocin¨® un campeonato que se llamaba la liga ? y les pagaba a todos los equipos del departamento para que jugaran. Incluso, el presidente Santos fue en 2016 a inaugurar el complejo deportivo y a hacer el saque de honor. Hoy en d¨ªa, el estadio permanece cerrado la mayor parte del tiempo, el techo de las tribunas se cay¨® hace a?os con un vendaval y nadie lo ha reparado. Donde estaba la pantalla gigante ya no hay nada. Las sillas de los palcos est¨¢n rotas, deterioradas por el sol y el viento.



Las otras obras importantes que impuls¨® el ?o?o El¨ªas fueron una enorme terminal de buses, que es la envidia de los dem¨¢s municipios de la regi¨®n, pero que permanece vac¨ªa, y una plaza de mercado m¨¢s grande a¨²n, construida en cemento gris en un terreno propicio a las inundaciones. El ingeniero ?dgar Cort¨¦s explica que los lotes en los que se hicieron la terminal y la plaza, que est¨¢n pegados, eran del pap¨¢ del ?o?o. ¡°?l se los hab¨ªa hipotecado a un prestamista, ya se los iban a quitar, pero con la plata de esas obras consiguieron recuperarlas¡±. La hip¨®tesis de Cort¨¦s de por qu¨¦ a la terminal no llegan casi buses es que est¨¢ mal ubicada: en la actualidad se sigue recogiendo a la gente en otros sitios. Frente al mercado, dice que antes era al aire libre, m¨¢s aseado. Pese a las cr¨ªticas, la gente del com¨²n recuerda al ?o?o por estas obras.
El maestro Nieves a?ade: ¡°Hizo un sendero peatonal y una ciclorruta de seis kil¨®metros, que evit¨® muchos accidentes de carros que atropellaban a ciclistas¡±. El m¨²sico muestra, adem¨¢s, que durante la mejor ¨¦poca del ?o?o, cuando ten¨ªa el apoyo de Santos y la plata de Odebrecht, se reconstruy¨® la avenida principal del pueblo y se arreglaron los parques p¨²blicos. Desafortunadamente, para esas obras tumbaron los ¨¢rboles nativos y sembraron palmeras. ¡°Quer¨ªan que Sahag¨²n se pareciera a Miami¡±, recuerda entre risas el profe Moreno. Al final, los cucarrones se comieron las palmeras y en la avenida nueva otra vez hay ¨¢rboles de mango.
El ?o?o no conoce la biblioteca de Sahag¨²n
Ang¨¦lica Sierra es arquitecta, poeta y dirige la biblioteca de Sahag¨²n, ubicada a pocas cuadras de la casa del ?o?o. Cuenta que qued¨® impactada por la bienvenida que le hicieron al pol¨ªtico. ¡°No lo pod¨ªa creer. Sent¨ª mucha verg¨¹enza. Para m¨ª fue impactante. Apenas vi a una se?ora gritando ?o?o te amo, quit¨¦ el video en vivo de la transmisi¨®n de la bienvenida. Me dio mucha pena¡±. Sierra explica que no est¨¢ de acuerdo con las reverencias de ese estilo con ninguna persona, pero mucho menos con un delincuente. ¡°No van a recibir nunca con esa emoci¨®n a Cristo Figueroa, uno de los investigadores de literatura m¨¢s importantes de Colombia, ni a Cristo Hoyos, el gran pintor de C¨®rdoba, los dos hijos de Sahag¨²n¡±, dice con resignaci¨®n.


Sierra insiste en que no se pueden justificar los delitos que cometi¨® ?o?o solo porque construy¨® obras para el pueblo. ¡°No puedes tapar una cosa con la otra. No puedes decir, es un buen corrupto, eso no¡±, dice Sierra. Cree que en su pueblo se ha normalizado la corrupci¨®n y que eso muestra que los valores se trastocaron. ¡°La bienvenida del ?o?o es una prueba de que los principios en Colombia se subvirtieron, est¨¢n al rev¨¦s¡±.
El ?o?o y sus seguidores se han defendido con una frase de la biblia en la que Jes¨²s dice que ¡°el que est¨¦ libre de pecado, que tire la primera piedra¡±. La poeta Sierra les responde: ¡°Hay un pecado que no se redime f¨¢cil y es el da?o que t¨² le haces a un pa¨ªs entero por poner tu beneficio propio por encima del bien colectivo. Eso es muy grave, no lo puedo apoyar. Mi pap¨¢ lleva 20 a?os impulsando esta biblioteca y ?o?o El¨ªas no la conoce¡±. El ingeniero Cortes la complementa: ¡°El ?o?o no tiene ning¨²n tipo de ideolog¨ªa. Su motivaci¨®n es repartir contratos y beneficiarse del poder, no piensa en nada m¨¢s. No es conservador, ni liberal, ni socialista. Su ideolog¨ªa es la corrupci¨®n¡±.
Ni el ?o?o El¨ªas, ni su hermano, el senador Julio El¨ªas, ni su otra hermana, quisieron hablar con EL PA?S.

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