La ministra de Minas, Irene V¨¦lez, tambalea en su cargo por acusaciones de tr¨¢fico de influencias
Se espera que ella presente su renuncia cuando el presidente regrese de su viaje a Bruselas. Durante su estancia en el Gobierno protagoniz¨® diferentes pol¨¦micas que levantaron fuertes cr¨ªticas y finalmente llevaron a su salida
La designaci¨®n de una fil¨®sofa como cabeza del Ministerio de Minas y Energ¨ªa parec¨ªa una demostraci¨®n contundente de la voluntad de Gustavo Petro por materializar las promesas de cambio que impulsaron su candidatura y posterior elecci¨®n. Irene V¨¦lez, una bogotana de 40 a?os, fue su ungida para llevar a cabo la transici¨®n energ¨¦tica del pa¨ªs y dejar de lado la dependencia econ¨®mica de las rentas petroleras. Las intenciones del presidente, sin embargo, despertaron cr¨ªticas en la oposici¨®n y algunos miembros de su coalici¨®n de Gobierno. Ahora, cuando varios medios locales indican que V¨¦lez est¨¢ en sus ¨²ltimas horas como jefa de cartera, existe un consenso casi generalizado de que la ministra no logr¨® afianzarse del todo en el cargo por cuenta de sus constantes pol¨¦micas. Aunque el presidente y sus aliados m¨¢s leales la defendieron a capa y espada desde agosto del a?o pasado, un esc¨¢ndalo familiar en la ¨²ltima semana y media parece haber sido la gota que faltaba para que Irene V¨¦lez saliera del gabinete.
V¨¦lez tuvo un aterrizaje accidentado en el Gobierno. Tras la posesi¨®n de Petro, el pasado 7 de agosto, el empresariado y los inversionistas permanec¨ªan dubitativos por la llegada de la izquierda al poder. El primer mandatario intent¨® mantener un equilibrio en su gabinete, dando se?ales de un nuevo rumbo con el nombramiento de figuras disruptivas ¡ªcomo V¨¦lez¡ª pero sin mostrar mucho radicalismo al encargar otros ministerios a bur¨®cratas tradicionales ¡ªcomo Jos¨¦ Antonio Ocampo en Hacienda y Alejandro Gaviria en Educaci¨®n¡ª. La aparente calma se disolvi¨® cuando V¨¦lez, s¨®lo cinco d¨ªas m¨¢s tarde, afirm¨® en una entrevista que su despacho no firmar¨ªa nuevos contratos de exploraci¨®n y producci¨®n de hidrocarburos. Sus palabras no cayeron bien en un pa¨ªs en el que el petr¨®leo abarca el 40% de sus exportaciones.
¡°Lo primero que tenemos que decir es que todos los contratos que ya est¨¦n vigentes van a seguir su curso normal. Tenemos m¨¢s de 180 contratos y esos contratos se van a respetar y posteriormente todo lo que derive de ese proceso. Ahora, lo que no vamos a hacer son nuevos contratos de exploraci¨®n, pues vamos a mantener nuestra promesa para cuidar la casa grande¡±, asegur¨® entonces. Pese a que otros funcionarios del Gobierno intentaron matizar sus palabras, no fue la ¨²nica vez que V¨¦lez se refiri¨® al tema e insisti¨® en que era una decisi¨®n tomada.
Su preparaci¨®n acad¨¦mica y logros pasaron a un segundo plano luego de ese suceso, que muchos tomaron como su carta de presentaci¨®n. En los meses posteriores, con la lupa medi¨¢tica posando con especial insistencia sobre ella, V¨¦lez protagoniz¨® otros sucesos que repercutieron en que aumentara el descontento sobre su gesti¨®n. Su viceministra de Energ¨ªa, Belizza Ruiz, la acus¨® en medios de comunicaci¨®n de mentir en un informe que se?alaba que Colombia conservar¨ªa autosuficiencia de gas hasta 2037 y en su carta de renuncia asever¨® que pudo evidenciar pr¨¢cticas dentro del ministerio que violentaban su moral.
En febrero y marzo se present¨® un cambio de ministros. Petro reacomod¨® sus fichas y le mostr¨® las puerta de salida a 10 miembros de su gabinete y nombr¨®, en su reemplazo, a personas m¨¢s cercanas. V¨¦lez, bajo esa l¨®gica, permaneci¨® en su puesto. El espaldarazo de confianza de su jefe le sirvi¨® para sobrellevar dos mociones de censura que adelant¨® el Congreso en su contra, super¨¢ndolas sin mayores percances. Congresistas de la oposici¨®n la responsabilizaron de poner en riesgo la seguridad econ¨®mica del pa¨ªs, pero sus argumentos no prosperaron.
Parad¨®jicamente, los meses de m¨¢s calma para V¨¦lez fueron el preludio de su salida. Cuando poco sonaba su nombre, cuando la atenci¨®n de los medios estaba en el esc¨¢ndalo de Laura Sarabia, la jefa de gabinete de Petro, la ministra reapareci¨® en el foco. Primero se supo, a principios de julio, que su esposo Sjoerd van Grootheest obtuvo un millonario contrato con el Fondo Colombia en Paz, adscrito a la Presidencia. Si bien esto no constituye ning¨²n delito, s¨ª sembr¨® la duda alrededor de si recibi¨® el nombramiento por su parentesco con V¨¦lez. Ella no terminaba de exponer sus argumentos de defensa cuando se hizo p¨²blico que su hijo, menor de edad, abandon¨® el pa¨ªs sin un permiso de salida. La ley requiere que todo menor de edad, si desea viajar al extranjero, debe presentar una autorizaci¨®n firmada por sus padres, en caso de que ellos no lo acompa?en. El hijo de V¨¦lez no ten¨ªa el documento con su firma y ella, vali¨¦ndose de su cargo, llam¨® al funcionario de Migraci¨®n y le solicit¨® que le permitiera la salida. Por estos hechos es ahora investigada por la Procuradur¨ªa y la Fiscal¨ªa.
Su partida puede ser un respiro para el presidente, que recibi¨® muchas cr¨ªticas por dejarla liderar el Ministerio de Minas y Energ¨ªa, y ahora puede poner alguien m¨¢s que tenga su confianza, pero que tambi¨¦n cuente con reconocimiento de otras orillas pol¨ªticas.
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