Nuqu¨ª: para¨ªso tur¨ªstico administrado por la mafia
Los criminales del Clan del Golfo presionan a la poblaci¨®n de este municipio chocoano, un lugar recomendado por las gu¨ªas tur¨ªsticas mundiales, mientras el Gobierno se mantiene en el negacionismo absoluto
¡°El Clan del Golfo impone castigos, multa a la gente que se porta mal. De ellos es el territorio¡±, dijo en W Radio el alcalde del municipio de Nuqui (Choc¨®), Y¨¦fer Arley Gamboa, hace pocas horas. Lo hizo porque ¨¦l ya no est¨¢ all¨¢, le toc¨® salir de su casa y dejar todo atr¨¢s luego de las amenazas que hicieron contra su vida los hombres que lideran ese grupo criminal que poco a poco est¨¢ invadiendo m¨¢s y m¨¢s territorios de la geograf¨ªa colombiana.
Dicen los amigos del Gobierno que con el asunto de la seguridad se est¨¢ exagerando. Que en realidad en Colombia las cosas no van tan mal. Que las voces de auxilio que se alzan desde distintas regiones porque la amenaza violenta es cada vez mayor no son m¨¢s que mensajes de una oposici¨®n interesada en sembrar el miedo. Dicen que todo tiene que ver con las elecciones regionales que se acercan y que en realidad Gustavo Petro y su Gobierno est¨¢n llevando paz a todos los rincones del pa¨ªs. Es el negacionismo absoluto.
?Qu¨¦ tiene que pasar para que el Gobierno y sus obcecados seguidores crean que hay lugares del pa¨ªs donde el sue?o del Cambio (con may¨²scula) est¨¢ lejos de ser una realidad? ?Qui¨¦n tiene que alzar la voz para que al menos en el caso de Nuqu¨ª den cr¨¦dito a la mala nueva para que por lo menos se haga algo para rescatar de las garras de la mafia a ese lugar?
Nuqu¨ª es el para¨ªso del ecoturismo colombiano. Abrazado por la selva h¨²meda tropical y a orillas del oc¨¦ano Pac¨ªfico, este remoto pueblo es uno de esos lugares recomendados por las gu¨ªas tur¨ªsticas mundiales en donde el visitante puede desconectarse de la vida urbana para vivir jornadas inigualables en medio de la fauna y la flora del bosque h¨²medo, cascadas cristalinas, aguas termales, playas solitarias y, adem¨¢s, donde se puede tener la posibilidad de apreciar el espect¨¢culo de las enormes ballenas jorobadas que preciso en esta ¨¦poca del a?o se acercan a sus playas. Es un lugar ¨²nico, pero lo estamos perdiendo.
Relat¨® el alcalde, en medio de la angustia, que los criminales del Clan del Golfo le empezaron a exigir una porci¨®n de los dineros que maneja el municipio como impuesto, si no lo hac¨ªa lo iban a matar. Cont¨® que a los contratistas que adelantan la ampliaci¨®n del aeropuerto del pueblo les pidieron entregar el 6% de sus ingresos, si no los iban a matar. El alcalde se fue. Los contratistas se fueron. La polic¨ªa mir¨® para otro lado, mientras el gobierno central guarda silencio.
Es claro que cada vez son m¨¢s y m¨¢s los lugares del pa¨ªs que exigen que la fuerza p¨²blica haga presencia para contener la avanzada de grupos criminales dedicados al narcotr¨¢fico y la extorsi¨®n. Es claro que no hay suficiente pie de fuerza para controlarlo todo. Pero tambi¨¦n es claro que mientras m¨¢s pase el tiempo y m¨¢s se degrade la situaci¨®n, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ retomar el control de los territorios. De ah¨ª que lo que pasa en Nuqu¨ª deba ser de particular atenci¨®n.
En ese pueblo viven del turismo. Las comunidades se han venido organizando en los ¨²ltimos a?os para ser los due?os de todos los negocios relacionados con el hospedaje y la atenci¨®n de los visitantes, ?pero sin seguridad qu¨¦ visitantes van a llegar?
Es lindo hablar de paz. Es lindo so?ar con ella. Pero hay lugares donde esta parece alejarse inexorablemente. ?Pobre Nuqu¨ª!
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.