Las inexplicables ausencias de Petro ofrecen un flanco f¨¢cil a sus cr¨ªticos
Las cancelaciones de ¨²ltima hora y la inasistencia del presidente de Colombia a actos de la agenda se convierten en un asunto de Estado
Una ma?ana de mayo de 2022, Gustavo Petro estaba en su apartamento de Bogot¨¢ absorto en el desayuno. Su equipo hac¨ªa aspavientos y le apremiaba para salir, pero nada surt¨ªa efecto ante el hombre que tres d¨ªas despu¨¦s ganar¨ªa la primera vuelta de las elecciones en Colombia. Petro se subi¨® a su coche y atraves¨® la ciudad hacia el sur cuando a ¨¦l le pareci¨® oportuno y con 10 minutos de retraso se sent¨® en el ¨²ltimo debate electoral en directo que hab¨ªa comenzado con su silla vac¨ªa. Ante los rega?os de sus oponentes, se excus¨®: ¡°Los trancones¡±. Ser¨ªa solo una an¨¦cdota si no fuera una costumbre.
El presidente casi siempre llega tarde a sus citas, a veces con horas de retraso, y muchas otras no aparece. En el a?o que lleva de mandato, sus cancelaciones o ausencias se cuentan por decenas, no hay una semana en la que su agenda se cumpla, con desplantes clamorosos que han convertido el asunto en un tema de Estado. La oposici¨®n cuestiona que el presidente est¨¦ bien de salud o tenga alguna adicci¨®n. ?l lo niega, lo considera un ataque, pero no da una raz¨®n convincente a tantos problemas de agenda.
¡°No es nada grave y no es lo mismo siempre. Al principio era inexperiencia con mi equipo¡±, dijo este fin de semana en una entrevista con Cambio. Una respuesta que tampoco despeja las dudas. Entre sus plantones m¨¢s sonados est¨¢ su ausencia en la isla de San Andr¨¦s el pasado 13 de julio para recibir all¨ª el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el litigio Colombia-Nicaragua. ¡°No s¨¦ qu¨¦ pas¨® ese d¨ªa que iba a venir, el pueblo raizal se qued¨® esperando¡±, se lament¨® el gobernador de la isla.
O el de hace unos d¨ªas, cuando cancel¨® su presencia a ¨²ltima hora en el congreso empresarial en Cartagena. Tampoco cumpli¨® con el expresidente Juan Manuel Santos, despu¨¦s de acordar una reuni¨®n para hablar sobre el proceso de paz con el ELN, y no apareci¨® en el reconocimiento a las tropas de las Fuerzas Militares, al poco de llegar al poder. El portal La Silla Vac¨ªa ha contabilizado hasta 82 ocasiones en las que el presidente no asisti¨® a actos de su agenda en este primer a?o de mandato.
El asunto est¨¢ en boca de todo el mundo, de los m¨¢s cercanos a los m¨¢s cr¨ªticos. Una persona que trabaj¨® durante meses en su c¨ªrculo de confianza asegura que parte del problema est¨¢ en que el presidente no mide el tiempo y le gusta pararse a hablar con cualquier persona sin pensar en el siguiente acto, por lo que los retrasos se van acumulando a lo largo de cada jornada. Eso podr¨ªa explicar solo una parte del problema. Incluso la inexperiencia de su equipo a la que alude el presidente se deb¨ªa haber subsanado ya en estos meses.
La analista Yolanda Ruiz considera que el presidente debe dar una explicaci¨®n clara a los colombianos. ¡°Si no se trata de salud, sino de indisciplina, es derecho de los ciudadanos exigirle que se organice. Que tenga sus tiempos de descanso, obvio, pero que programe mejor su agenda para que no irrespete a personas, instituciones o comunidades¡±, sostiene.
Examen m¨¦dico obligatorio
Los opositores de Petro han encontrado un fil¨®n en estas ausencias, de los que en muchos casos no hay m¨¢s explicaci¨®n que el cambio a ¨²ltima hora de un acto de agenda privada. Dos congresistas radicaron una proposici¨®n en el Senado para obligar al presidente a someterse a un examen m¨¦dico para determinar su estado de salud, una exigencia con pocos visos de salir adelante a la que Petro contest¨® airado: ¡°Ahora quieren confundir el que no vaya a un evento a que tengo supuestas enfermedades. No, se?ores, al presidente no lo pueden llevar a groseras encerronas¡±.
El canciller ?lvaro Leyva tambi¨¦n sali¨® este lunes en su defensa en tono ir¨®nico: ¡°Que se debe dar a conocer su cuadro hem¨¢tico, que se necesita establecer su estado de ¨¢nimo, a qu¨¦ hora se levanta y por qu¨¦ se duerme tarde. Cierto es que el se?or presidente Gustavo Petro sali¨® revolucionario¡±.
Para muchos, detr¨¢s de este problema de agenda no hay m¨¢s que una forma de ser un tanto ca¨®tica. Los retrasos de Petro son ampliamente conocidos desde su etapa de alcalde de Bogot¨¢. Eug¨¦nie Richard, docente e investigadora de la Universidad Externado de Colombia, se cuenta entre estos. Esta profesora se?ala que acumular tantas tardanzas como hace Petro no es tanto un problema de gobernanza. El problema es que genera mala percepci¨®n entre los ciudadanos y una opini¨®n p¨²blica negativa que se puede ¡°volver problem¨¢tica¡± a la larga.
La falta de explicaciones ha elevado los rumores y los se?alamientos directos, algunos con ¨¢nimo de alimentar un clima negativo hacia el presidente, como los que deslizan la posibilidad de una adicci¨®n o el padecimiento de alg¨²n trastorno mental. ?l denuncia una persecuci¨®n por su condici¨®n de izquierdista, pero la rumorolog¨ªa sobre la salud de los presidentes ha sido un tema recurrente a lo largo de la historia, no solo en Colombia.
En Estados Unidos los mandatarios se someten a un tradicional chequeo anual y la Casa Blanca hace p¨²blicos sus resultados. La medida se fue popularizando despu¨¦s de casos como el de Franklin D. Roosevelt, que en 1944 fue elegido por cuarta vez sin que los electores conocieran que sufr¨ªa una enfermedad cardiaca grave de la que muri¨® apenas un a?o despu¨¦s. De Donald Trump, el m¨¦dico de la Casa Blanca dijo en 2018 que su salud era ¡°excelente¡± y el ¨²ltimo informe m¨¦dico del actual presidente, Joe Biden, conocido el pasado febrero, lo calific¨® de ¡°saludable y vigoroso¡±. A pesar de eso, ni uno ni otro, de 77 y 80 a?os, respectivamente, se salvan de los rumores.
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