Sale a la luz el v¨ªdeo del pol¨ªgrafo al que sometieron a la ni?era de Laura Sarabia: ¡°?Rob¨® usted dinero del malet¨ªn de la doctora? No¡±
Los interrogadores trataron con amabilidad a Marelbys Meza y le informaron de que la prueba era voluntaria
Marelbys Meza aparece sentada en una silla, con unos cables conectados a los dedos y dos cintas alrededor del pecho. Un hombre, al que no se ve la cara, la somete a un interrogatorio que se prolonga durante cerca de dos horas. La ni?era del hijo de Laura Sarabia estaba siendo sometida en ese momento al pol¨ªgrafo en unas dependencias junto a la Casa de Nari?o, la residencia presidencial. La que entonces era la n¨²mero dos de Gustavo Petro hab¨ªa perdido un dinero guardado en un malet¨ªn y la principal sospechosa era ella.
¨D ?Rob¨® usted dinero de malet¨ªn de la doctora Laura?, le preguntan.
¨DNo ¨D, responde Meza.
¨D?Antes del a?o 2022 fue deshonesta con quien confi¨® en usted?
¨DNo¨D, vuelve a responder.
Los v¨ªdeos, que han adelantado Semana y RCN Televisi¨®n, muestran un momento que ha generado un gran debate en Colombia. La fiscal¨ªa, que lleva el caso, se pregunta si Sarabia, que en ese momento era jefa de Gabinete, abus¨® de su poder para someter a la m¨¢quina de la verdad a la cuidadora de su hijo, que acudi¨® a ese momento sin abogado. Sarabia ha reiterado en m¨¢s de una ocasi¨®n, a trav¨¦s de sus abogados, que ella se limit¨® a denunciar el caso y su equipo de seguridad se encarg¨® de la investigaci¨®n sin que ella les diera alguna orden.
Por el camino, alguien se excedi¨®. La polic¨ªa pinch¨® los tel¨¦fonos de Meza y otra empleada que tambi¨¦n estaba bajo sospecha. Los agentes incluso la persiguieron por la calle e interrogaron a uno de sus hermanos, seg¨²n ha denunciado ella. Para justificar la intervenci¨®n, los investigadores hicieron pasar a las dos trabajadoras por miembros del Clan del Golfo, un cartel de la droga. Cuando todo esto se supo, a principios de abril, la contestaci¨®n social fue tan fuerte que Petro se vio obligado a destituir a Sarabia. Tambi¨¦n fulmin¨® a Armando Benedetti, su mano derecha en campa?a, por haber estado implicado en todo este l¨ªo.
Resulta que Benedetti hab¨ªa sido el empleador de Meza durante siete a?os. Poco antes de que ¨¦l se fuera a Caracas como embajador, Sarabia contrat¨® a Meza. Solo pasaron cinco meses hasta que desapareci¨® ese malet¨ªn, en el que hab¨ªa entre 4.000 y 7.000 d¨®lares. En esas fechas, el embajador estaba muy enfrentado a Sarabia, de la que, seg¨²n Petro, ten¨ªa celos por estar mucho m¨¢s cerca de ¨¦l. En la Casa de Nari?o se da por descontado que Benedetti filtr¨® a los medios de comunicaci¨®n el caso del interrogatorio, lo que fue el inicio del esc¨¢ndalo. ?l, en vez de negarlo, atac¨® m¨¢s a Sarabia y de paso puso en duda la financiaci¨®n de la campa?a de Petro. Despu¨¦s se arrepinti¨®, dijo que hab¨ªa actuado v¨ªctima ¡°del trago y la rabia¡±.
En el interrogatorio, Meza asegura que no es la primera vez que se somete al pol¨ªgrafo. En una ocasi¨®n lo hizo por orden de Benedetti, que tambi¨¦n desconfiaba de ella tras un robo en su casa. Esa fue la causa de que ¨¦l y su esposa la despidieran. A¨²n as¨ª, Sarabia la contrat¨®. Este asunto que al principio parec¨ªa dom¨¦stico se convirti¨® en un gran dolor de cabeza para Petro, que vio c¨®mo dos de sus colaboradores m¨¢s cercanos se ve¨ªan envueltos en un asunto casi de opereta. El presidente no tuvo miramientos en relevar a Benedetti como embajador en Caracas, pero le cost¨® mucho m¨¢s la decisi¨®n de deshacerse de Sarabia. Le ten¨ªa una fe que en todo este tiempo no se ha quebrantado. Siempre pens¨® que ella, por su juventud ¡ªsolo tiene 30 a?os¡ª, hab¨ªa perseguido ese dinero cuando lo m¨¢s inteligente era darlo por perdido.
Por eso, a las primeras de cambio la ha recuperado para su Gobierno, en medio de algunas cr¨ªticas de la oposici¨®n. Petro la ha nombrado directora del Departamento de Prosperidad Social, la entidad encargada de entregar los subsidios sociales, que tiene rango ministerial. La quer¨ªa encajar en alg¨²n puesto de poder importante y para eso se ha quitado de en medio a Cielo Rusinque, una abogada y activista a la que hab¨ªa fiado una de las carteras m¨¢s relevantes del Gobierno. Sarabia regresa con la cabeza alta. Seg¨²n un comunicado que difundi¨® la semana pasada su abogado, ella no ha cometido ning¨²n delito ni est¨¢ detr¨¢s de la investigaci¨®n a la que fue sometida Meza.
En el v¨ªdeo se ve que el trato a la ni?era es amable y le informan hasta en cuatro ocasiones de que la prueba es voluntaria. Le toman una huella y le piden que estampe su firma en un documento. Ella responde despu¨¦s a preguntas b¨¢sicas antes de entrar en las cuestiones relevantes. Sin embargo, hace tres meses, cuando habl¨® a los medios dijo sentirse coaccionada, incluso ¡°secuestrada¡±. Ahora han salido a la luz los v¨ªdeos para que cada uno pueda interpretar el nivel de estr¨¦s al que fue sometida, incluso preguntarse si era necesario llegar tan lejos con una empleada del hogar que solo hac¨ªa su trabajo.
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