Acuerdo despelotado
Mientras unos opinan que el mensaje es crear consensos, otros consideran que la distancia entre el Gobierno y sus opositores es cada vez m¨¢s grande
Las distintas interpretaciones del tan mentado acuerdo nacional lo han convertido en un galimat¨ªas. No hay columnista que no le haya metido diente al asunto. Mientras unos opinan que el mensaje es crear consensos para contar con un apoyo amplio y duradero, otros consideran que la distancia entre el Gobierno y sus opositores es cada vez m¨¢s grande. Con una mano se maneja la propuesta de entendimiento y con la otra se tira la piedra a los interlocutores con quienes habr¨ªa que sentarse a conversar.
Como dijo el senador Humberto de la Calle, las dificultades para lograr un acuerdo pasan tambi¨¦n por dos factores clave: los temas por tratar y qu¨¦ tanto ceder. ?El acuerdo es s¨®lo para sacar adelante sus ideas, o habr¨ªa un esfuerzo genuino de concertar? En otras palabras, pasar de las propuestas a los hechos. Qui¨¦n negocia y qu¨¦ negocia. Aterrizar el modus operandi.
El presidente del Consejo Gremial, German Arce, sostiene que hace falta una cabeza en la Casa de Nari?o que no tenga una agenda sectorial sino una multisectorial y que pueda ayudar a coordinar a todos los sectores. Si nos quedamos con un ministro, tiene una agenda y unas tareas que son sus prioridades. Entonces tiene que haber alguien que reparta palo parejo, pero se requiere una persona muy cercana al presidente. Alguien ¨Ddigo yo¨D como Laura Sarabia, nueva directora del Departamento de Prosperidad Social, que sabe repartir palo parejo y es cercana al presidente. No parece que hubiera otra persona que cumpla los requisitos que pide el doctor Arce y tampoco parece que la buena onda que se dio en la reuni¨®n de la semana pasada con los gremios de empresarios vaya a prosperar.
Los gremios est¨¢n esperando a que el presidente les nombre una comisi¨®n como las que se crearon con el ELN y con las disidencias de las FARC, pero el mandatario les nombr¨® a los ministros de Defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, y de Interior, Luis Fernando Velasco, para que se reunieran con ellos en Cali. El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, se excus¨®. Los ministros llegaron un poco tarde, hubo molestia. Por ah¨ª no va a salir el acuerdo nacional. No hay ambiente, dir¨ªan en La W.
El maestro H¨¦ctor Osuna en su dominical caricatura de El Espectador fue m¨¢s all¨¢: record¨® a los presidentes de los acuerdos que lograron perfeccionar el entendimiento de los partidos: Enrique Olaya Herrera, de la concentraci¨®n; Mariano Ospina P¨¦rez, de la Uni¨®n Nacional; y Laureano G¨®mez y Alberto Lleras, del Frente Nacional. En contraste, el presidente Petro aparece llevando un estandarte con la insignia del Odio Nacional.
La otra complicaci¨®n que enrarece el ambiente y mina la confianza entre las partes es la proposici¨®n que le abri¨® la puerta a un nuevo texto de la reforma a la salud, aprobada en la C¨¢mara de Representantes sin alterar ninguna norma del reglamento legislativo. En tanto sus promotoras ¨Dlas representantes Julia Miranda, Katherine Miranda y Carolina Arbel¨¢ez¨D justifican la iniciativa basadas en la propuesta presidencial del acuerdo, los representantes del Pacto Hist¨®rico acusan a las proponentes de haber empleado una maniobra de mala leche para tirarse la reforma aprovechando ¨Dseg¨²n ellos¨D la coyuntura del orden del d¨ªa, a pupitrazo limpio, para crear una comisi¨®n accidental que elabore un nuevo proyecto de reforma con participaci¨®n de todos los sectores representados en la C¨¢mara. ?Qui¨¦n dijo miedo! Se arm¨® el despelote. Unos consideran que la plenaria puede trabajar simult¨¢neamente con la comisi¨®n accidental y los otros que la comisi¨®n accidental suspende el debate. Para qu¨¦ la comisi¨®n, se preguntan, si el debate contin¨²a con el texto aprobado en primer debate ?Qui¨¦n desata ese nudo? El presidente de la C¨¢mara, Andr¨¦s David Calle, amigo del Gobierno, tiene la batuta.
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