¡®Caso Uribe¡¯: cuesta entender

El caso del expresidente ?lvaro Uribe V¨¦lez en el proceso por posible fraude procesal y manipulaci¨®n de testigos deber¨ªa ser estudiado en las facultades de Derecho porque despu¨¦s de tres decisiones judiciales y una investigaci¨®n previa en la Corte Suprema de Justicia no hay certeza sobre lo que puede pasar. Un episodio particular en el cual la Fiscal¨ªa hace causa com¨²n con la defensa, pidiendo la preclusi¨®n de un caso que, seg¨²n varios jueces, tiene indicios para avanzar en una investigaci¨®n. Cuesta entender.

En el reciente fallo de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogot¨¢ hay evidentes cr¨ªticas al trabajo de la Fiscal¨ªa, se dan los argumentos por los cuales no se respalda la preclusi¨®n solicitada, pero se sostiene que no hay manera de ordenar a la Fiscal¨ªa que acuse. En ¨²ltimas, eso significa que hemos asistido a un largo procedimiento que parece no tener sentido porque la solicitud de preclusi¨®n ha pasado de un juez a otro, sin que al final tenga peso lo que esos jueces digan porque la Fiscal¨ªa tiene la decisi¨®n final en sus manos. ?Para qu¨¦ acudir a los jueces entonces? ?No hay algo mal dise?ado en las funciones de cada entidad si al final es potestad de la Fiscal¨ªa acusar o no?

Escribo desde mi ignorancia jur¨ªdica y desde la sorpresa ante tantas decisiones judiciales que no llevan ni a la condena, ni a la absoluci¨®n ni a la preclusi¨®n. Hablo por el tiempo invertido en una investigaci¨®n que deja muchas preguntas y nos plantea retos sobre el papel de cada entidad y la lentitud en estos procedimientos. Si esto pasa en un caso medi¨¢tico que se ha seguido minuto a minuto en los medios, en las redes, con an¨¢lisis y debates de expertos, es mejor no imaginarse c¨®mo caminan los procesos judiciales para los de a pie.

No sobra recordar que este caso comenz¨® en la Corte Suprema de Justicia, que en agosto del 2020 emiti¨® una medida de aseguramiento contra ?lvaro Uribe V¨¦lez en el marco de la investigaci¨®n por soborno y manipulaci¨®n de testigos. Una investigaci¨®n surgida por una denuncia del expresidente contra el senador Iv¨¢n Cepeda que en el camino dio un giro total. Luego, al renunciar a su curul en el Senado, argumentando falta de garant¨ªas, el expresidente Uribe evadi¨® esa investigaci¨®n y su caso pas¨® a la Fiscal¨ªa. All¨ª se decidi¨® desechar lo investigado en la Corte para pedir la preclusi¨®n del caso una y otra vez, lo que ha significado en ¨²ltimas una defensa del expresidente en una actitud poco com¨²n si se tiene en cuenta que hablamos de la entidad que debe investigar y acusar.

Si bien la Fiscal¨ªa tiene tambi¨¦n la potestad de pedir la preclusi¨®n, eso se hace cuando se tiene la plena certeza de que no hay motivo alguno para que se avance en la investigaci¨®n. Sin embargo, las dos juezas y los tres magistrados del Tribunal Superior que han fallado en contra de la preclusi¨®n han coincidido en se?alar, con base en las pruebas presentadas, que s¨ª hay indicios para avanzar a una etapa de juicio.

Hasta el momento de escribir esta columna no se sabe si habr¨¢ juicio, aunque s¨ª se ha mencionado la posibilidad de cambio del fiscal que conoce el caso. Ir a juicio no significa una condena y se debe presumir la inocencia de toda persona acusada y respetar sus derechos. Ir a juicio significa que puedan las partes presentar sus argumentos, sus pruebas, sus testigos para que la justicia tome una decisi¨®n de fondo en derecho y con todas las garant¨ªas procesales. Sin embargo, la Fiscal¨ªa, ejerciendo algo as¨ª como un raro papel de juez, tom¨® una decisi¨®n y considera que no hay m¨¦ritos, no hay pruebas, no hay indicios, no hay razones. Los expertos juristas nos tendr¨¢n que dar luces a los ciudadanos comunes porque algo pasa aqu¨ª. Varios jueces dicen no a la preclusi¨®n, pero la decisi¨®n vuelve a manos de la Fiscal¨ªa.

No est¨¢ bien con el pa¨ªs, ni con el mismo expresidente por las dudas que pesan sobre ¨¦l, que la justicia se mueva de manera tan lenta y enredada. Luego de tantos pronunciamientos judiciales y estrategias para no avanzar no es claro si habr¨¢ justicia. Cada intento por archivar una investigaci¨®n tan cargada de elementos genera m¨¢s interrogantes. Y si finalmente la Fiscal¨ªa decide acusar al expresidente Uribe, ante la decisi¨®n de tantos jueces que insisten en que hay m¨¦rito para ello, cabe preguntarse si su trabajo ofrece garant¨ªas luego de tanto esfuerzo para tratar de conseguir la preclusi¨®n. El cambio del fiscal que lleva el caso puede ayudar para generar algo de confianza, pero nada est¨¢ decidido. Este episodio nos enfrenta a esa especie de dimensi¨®n desconocida, tan frecuente en Colombia, en la que los vericuetos jur¨ªdicos enredan y enredan haciendo muy dif¨ªcil llegar a la justicia y a la verdad. Cuesta entender.

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