El tablero est¨¢ saturado en la batalla por las gobernaciones: 251 candidatos para solo 32 plazas

El foco de las elecciones regionales del pr¨®ximo domingo se posa sobre los resultados para las alcald¨ªas en Colombia. No obstante, en paralelo se libra una batalla algo m¨¢s discreta entre 251 aspirantes a ocupar la silla de 32 Gobernaciones departamentales, un incremento del 14% con respecto a 2019. Se trata de un embrollo a?adido para uno de los altos cargos m¨¢s borrosos por su dise?o administrativo dentro de la arquitectura institucional colombiana y, para muchos analistas, el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de la pol¨ªtica territorial implantada desde la Constituci¨®n de 1991.

Se ha establecido la idea, basada en pilares pr¨¢cticos, de que las alcald¨ªas resultan una entidad m¨¢s cercana a las preocupaciones del pa¨ªs urbano. A grandes rasgos, por el contrario, las gobernaciones departamentales act¨²an como una figura administrativa m¨¢s cercana a los intereses de los votantes en las zonas rurales y de los pueblos medianos. ¡°Este a?o se confirma que las Gobernaciones son un punto de encuentro para las fuerzas pol¨ªticas tradicionales, poco innovadoras, donde escasean las propuestas y la renovaci¨®n de liderazgos¡±, asegura la polit¨®loga y docente de la Universidad Javeriana, Patricia Mu?oz Yi.

Colombia lleva m¨¢s de un siglo en la b¨²squeda de un modelo adecuado en materia territorial. De un experimento federalista en el XIX salt¨® a uno acentuadamente centralista durante buena parte del XX. Dos siglos despu¨¦s de la independencia, los pol¨ªticos y gobernantes no han dado con la f¨®rmula para segmentar con claridad las tareas y organizaci¨®n entre el Gobierno central y las entidades regionales. Como consecuencia, el cargo con m¨¢s retoques, con m¨¢s reformas constitucionales, leyes y decretos a sus espaladas es, quiz¨¢s, el de gobernador.

No es de extra?ar que una parte importante del electorado hoy no tenga claro cu¨¢les son las funciones del gobernador, ni su verdadero rango dentro del andamiaje democr¨¢tico. En teor¨ªa, su papel consiste en funcionar como hilo de enlace entre los departamentos y las instituciones nacionales, concentradas en Bogot¨¢. Tambi¨¦n coadministrar con el Gobierno Nacional y los alcaldes algunos servicios en salud y educaci¨®n, y canalizar la inversi¨®n de las conocidas regal¨ªas, el impuesto pagado por explotar los recursos naturales y que la Naci¨®n transfiere, en parte, a los departamentos.

Una amalgama de clientelismo y gesti¨®n burocr¨¢tica ajena a las decisiones sustanciales de nivel nacional y que ha dado pie a repetidos casos de corrupci¨®n. Entre 1992 y 2014, m¨¢s de la mitad de los 283 gobernadores elegidos o encargados acabaron en la c¨¢rcel o fueron objeto de sanciones penales. ¡°La explosi¨®n de candidaturas para las elecciones del pr¨®ximo domingo¡±, mantiene Patricia Mu?oz, ¡°solo incide en la confusi¨®n ciudadana. Son 86 aspirantes m¨¢s que en 2019, y cada vez es m¨¢s complejo marcar las diferencias program¨¢ticas para decidir el voto. Adem¨¢s, cada vez se necesitan m¨¢s recursos para echar a andar tantas campa?as¡±.

La designaci¨®n de los gobernadores estuvo a cargo del Gobierno de turno hasta 1991. La delimitaci¨®n de sus funciones era hasta entonces clara. La importancia de su papel, aunque debatible, tambi¨¦n. Hoy nada de esto queda claro y su peso pol¨ªtico y fluidez en el di¨¢logo con el Gobierno central suele fluctuar. ¡°Las alcald¨ªas tienen m¨¢s recursos, a trav¨¦s del cobro del impuesto predial o la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos, por ejemplo. Las gobernaciones dependen m¨¢s de las transferencias de la Naci¨®n, que cada vez son m¨¢s pesadas para el Estado y m¨¢s ajustadas para los departamentos¡±, explica el catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad del Rosario Yan Basset.

En 11 de los 32 departamentos hay candidatos que aspiran a repetir en el cargo. Nombres ya conocidos como el de Jorge Rey (2016-2019), en Cundinamarca, el excandidato presidencial Verde Carlos Amaya en Boyac¨¢ (2016-2019), o la directora del partido de la U, Dilian Francisca Toro (2016-2019), en el Valle del Cauca, forman parte de este grupo. ?D¨®nde radica la importancia de las gobernaciones hoy? Habr¨ªa que desagregar caso por caso. Pero, a grandes rasgos, existe un pu?ado de departamentos cuya capacidad econ¨®mica les sirve para ejercer alg¨²n peso pol¨ªtico.

Por ejemplo, los gobernadores de Caldas, Valle o Antioquia, tienen el control sobre licoreras departamentales solventes. Tambi¨¦n manejan las rentas de las loter¨ªas y tienen silla en la junta directiva de universidades acreditadas, lo cual se traduce en influencia pol¨ªtica. ¡°En los a?os 30 y 40 del siglo pasado fueron muy importantes porque era una cuota pol¨ªtica y el canal de comunicaci¨®n entre el presidente y los alcaldes¡±, explica el profesor de la Universidad Javeriana Andr¨¦s D¨¢vila; ¡°despu¨¦s entraron en quiebra, y en los ¨²ltimos a?os han tratado de recomponer el camino y a nivel pol¨ªtico han pasado cosas importantes¡±.

Se refiere a casos en Nari?o y Magdalena, dos feudos tradicionales del conservatismo ¡ªel segundo lleg¨® a quedar en manos del paramilitarismo¡ª donde se han alzado con el poder grupos de izquierda. En los dos casos se han unido fuerzas con las alcald¨ªas grandes para consolidar su labor. Avances que la acad¨¦mica Patricia Mu?oz etiqueta de ¡°tibios¡±: ¡°Ha habido una intencionalidad por Constituci¨®n. Pero creo que la tarea de intermediaci¨®n para impulsar proyectos de inter¨¦s regional hoy la cumplen los congresistas. La experiencia de las entidades territoriales como actores pol¨ªticos que coordinan e integran han sido parciales¡±.

Yan Basset recuerda que su importancia es estrictamente local y que se limita a socorrer a ¨¢reas rurales donde la infraestructura de peque?as y medianas poblaciones depende de su presupuesto: ¡°Basta con revisar las estad¨ªsticas electorales para confirmar que el voto por gobernadores en estas zonas es mucho mayor que en las ciudades¡±. Mientras los colombianos eligen el pr¨®ximo domingo a alcaldes y gobernadores, el analista Hernando G¨®mez Buend¨ªa deja en su libro Entre la independencia y la pandemia un saldo nebuloso del modelo que vertebra hoy la confusa repartici¨®n de competencias del sistema territorial: ¡°La figura misma de los departamentos naci¨® muerta (¡­). Bajo la f¨®rmula gaseosa de centralizaci¨®n pol¨ªtica y descentralizaci¨®n administrativa, estas entidades administrativas han vivido como almas en pena buscando algo qu¨¦ hacer y algo de qu¨¦ vivir¡±.

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