Las elecciones ponen a prueba la ola de cambio que comenz¨® hace cuatro a?os y llev¨® a Petro al poder
El presidente apuesta por ganar en Bogot¨¢, la ¨²nica de las principales ciudades en la que su candidato tiene alguna oportunidad
La ola de cambio que llev¨® a Gustavo Petro al poder en 2022 no comenz¨® con ¨¦l. Unos a?os antes, en las elecciones locales de 2019, candidatos alternativos dieron el primer aviso de que los colombianos estaban cansados del poder tradicional. En grandes ciudades como Bogot¨¢, Medell¨ªn o Cali, el triunfo de pol¨ªticos alejados de los partidos de siempre y con cierto matiz progresista marc¨® los comicios. Un deseo de cambio que creci¨® en manos del candidato Petro y culmin¨® con la elecci¨®n del primer Gobierno de izquierdas de la historia moderna de Colombia. Este domingo los ciudadanos vuelven a las urnas para elegir gobernadores y alcaldes. Y m¨¢s que medir la popularidad del presidente, se pondr¨¢ a prueba esa fuerza que lo llev¨® al poder y ya da las primeras se?ales de agotamiento.
A pesar de los intentos de medios y analistas de leer esta jornada electoral local en clave nacional, varios detalles impiden convertir los resultados en un plebiscito al presidente. En primer lugar, en estas elecciones se escoge a aquellos que extienden la red del alumbrado el¨¦ctrico, construyen escuelas infantiles o pavimentan carreteras. M¨¢s all¨¢ de la ideolog¨ªa o el partido que los apoya, los ciudadanos tienden a votar por la persona que liderar¨¢ el mandato. Una l¨®gica que se impone con m¨¢s fuerza en este escenario, en el que las fuerzas pol¨ªticas se han multiplicado hasta alcanzar las 37 marcas diferentes.
En segundo lugar, el Pacto Hist¨®rico, el partido de Petro, apenas presenta candidatos. Aunque la idea original era reforzar la coalici¨®n en los territorios para acompa?ar la labor del Gobierno central, las dif¨ªciles relaciones internas entre las diferentes fuerzas que lo componen y la r¨¢pida ca¨ªda en la popularidad de Petro han impedido nombrar candidatos de consenso. En las ciudades m¨¢s importantes del pa¨ªs no cuenta con ellos o tiene aspirantes sin opciones de vencer, igual que en las principales gobernaciones. M¨¢s all¨¢ de Bogot¨¢, el presidente tiene poco que perder o ganar. En la capital, sin embargo, se juega su honra para no pasar en blanco las primeras elecciones que cruzan su mandato.
?l mismo se impuso esa presi¨®n al hacer coincidir con la campa?a local algunos actos y marchas pro Gobierno, lo que muchos leyeron como una forma velada de impulsar a su candidato, Gustavo Bol¨ªvar, a pesar de estar prohibido. Bol¨ªvar, adem¨¢s, habl¨® antes de tiempo al atar su triunfo al futuro de la coalici¨®n. ¡°En la Alcald¨ªa de Bogot¨¢ nos jugamos la supervivencia del Pacto Hist¨®rico¡±, dijo al comienzo de la campa?a. Sus palabras y sus remotas posibilidades de resultar elegido, aunque podr¨ªa forzar una segunda vuelta si sus resultados son mejores de lo que anticipan las encuestas, han convertido la batalla por Bogot¨¢ en la batalla del presidente.
Al frente de todas las encuestas en la capital est¨¢ Carlos Fernando Gal¨¢n, pol¨ªtico de centro e hijo del candidato presidencial Luis Carlos Gal¨¢n, asesinado en 1989 por orden del cartel de Medell¨ªn. En 2019, Gal¨¢n qued¨® segundo en votos por detr¨¢s de Claudia L¨®pez, uno de los mayores exponentes de esa ola de cambio de 2019 y que acaba su mandato con casi un 60% de desaprobaci¨®n. No es el ¨²nico segundo que podr¨ªa triunfar ahora. Tambi¨¦n en Bucaramanga y Cali, en medio de unos ¨ªndices de popularidad bajos de los alcaldes salientes, los segundos m¨¢s votados hace cuatro a?os parten como favoritos.
En el resto del pa¨ªs, los clanes territoriales y el poder tradicional vuelven a partir con ventaja en el pulso electoral para dinamitar esa oleada alternativa de hace cuatro a?os. En las regiones, m¨¢s que partidos funcionan los clanes, las familias, los entramados y las coaliciones imposibles que apoyan a uno u otro candidato gracias a acuerdos que pueden responder a todo menos a la cuesti¨®n ideol¨®gica. Ejemplo de ello es Alejandro Char, cuya poderosa familia est¨¢ relacionada con numerosos casos de corrupci¨®n, pero donde nadie le hace sombra en la Alcald¨ªa de Barranquilla. Ese fue el poder que se repudi¨® en 2019, pero que podr¨ªa regresar con fuerzas renovadas este domingo.
En Medell¨ªn, la segunda ciudad del pa¨ªs, el vuelco de hace cuatro a?os fue una enorme sorpresa. Un desconocido Daniel Quintero, que se postul¨® por firmas, logr¨® desbancar al uribismo en su feudo territorial. Su mandato ha terminado manchado por la sombra de corrupci¨®n y con una ciudad unida en su rechazo. Fico Guti¨¦rrez, que ya fue alcalde de la ciudad, volver¨¢ a ganar con toda probabilidad y, aunque se viste de independiente con un nuevo partido propio, fue el candidato de toda la derecha y el poder tradicional en las elecciones presidenciales de 2022.
Los titulares del lunes volver¨¢n a atar los resultados a la suerte del presidente Petro, pero su destino se seguir¨¢ jugando despu¨¦s de esta cita. En un pa¨ªs profundamente presidencialista, los cargos electos territoriales necesitan de la financiaci¨®n del Gobierno central para sacar adelante sus promesas, por lo que no es del todo seguro que la oposici¨®n desde las regiones sea frontal. El Ejecutivo aprovechar¨¢ esa necesidad para no quedarse aislado.
En cualquier caso, Petro tendr¨¢ que tomar buena nota de lo que suceda el domingo. M¨¢s all¨¢ de lo que pase en Bogot¨¢, si los resultados confirman lo que dicen las encuestas, el pa¨ªs que hace unos a?os se abraz¨® a los pol¨ªticos alternativos vuelve a buscar cobijo en las mismas manos de siempre. Ese ser¨¢ el mensaje m¨¢s claro que saldr¨¢ de las urnas y que va directo al coraz¨®n del Gobierno nacional.
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