Bol¨ªvar y Petro caen en Bogot¨¢

Ni la fama por sus narconovelas ni la fuerza del petrismo han sido suficientes para Gustavo Bol¨ªvar. Su rival, Carlos Fernando Gal¨¢n, ha ganado de forma abrumadora la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, sin necesitar siquiera una segunda vuelta. Sobre Bol¨ªvar ha pesado una imagen negativa, que no ha sabido contrarrestar durante la campa?a, y la mano al cuello que le ha echado Petro, obsesionado con poner la construcci¨®n del metro en el centro del debate, lo que le ha supuesto claramente un lastre para el candidato que ¨¦l mismo hab¨ªa elegido. Si esto se hab¨ªa planteado como un plebiscito sobre el presidente, el resultado es francamente desolador para la izquierda.

El golpe contra el Pacto Hist¨®rico, el movimiento pol¨ªtico alrededor de Petro, es dur¨ªsimo. La coalici¨®n no hab¨ªa sido capaz de presentar apenas candidatos en todo el pa¨ªs por las dif¨ªciles relaciones internas entre las diferentes fuerzas que la componen y la r¨¢pida ca¨ªda de la popularidad del presidente de Colombia. No hab¨ªa manera de encontrar contendientes de consenso. Una de las pocas fichas era Bol¨ªvar, uno de sus seguidores m¨¢s f¨¦rreos. ¡°Soy su ap¨®stol¡±, dice a menudo. El plan, de todos modos, no ha funcionado. Los dos se han hundido de la mano en Bogot¨¢.

Petro quer¨ªa colocar a alguien de su entera confianza en la capital del pa¨ªs, sobre todo despu¨¦s de las desavenencias que ha tenido en el ¨²ltimo a?o con la actual alcaldesa, Claudia L¨®pez. Ella ha seguido construyendo el metro elevado que dej¨® planeado y adjudicado el anterior alcalde, Enrique Pe?alosa. Sin embargo, el presidente quiere revertir el proyecto y soterrarlo, como funciona en casi todas las grandes ciudades del mundo. Incluso fue a Pek¨ªn a reunirse con Xi Jinping para que le ayudara a convencer a las empresas que lo construyen, de nacionalidad china, de que den marcha atr¨¢s.

Las intenciones del presidente pueden ser loables, pero no era el momento de sacar la discusi¨®n mientras Bol¨ªvar se lo jugaba todo. El escritor se ha pasado media campa?a haciendo malabares para decir a la vez que no parar¨ªa las obras y que introducir¨ªa las objeciones del presidente. Con dios y con el diablo. Cuando marcaba mal en las encuestas, en la ¨²ltima semana, lleg¨® a ir a una notar¨ªa para atestiguar que no habr¨ªa ning¨²n retraso respecto a lo que se est¨¢ construyendo en estos momentos. Era una forma clara de desmarcarse del discurso presidencial, pero ya era demasiado tarde y sonaba a movimiento desesperado. Al final, ha quedado tercero, por detr¨¢s de Juan Daniel Oviedo, que le ha sacado un punto y medio, 43.000 votos.

La izquierda ha descarrilado en un feudo progresista. Petro gan¨® la Alcald¨ªa en 2011 con 721.000 votos (Gal¨¢n ha sacado casi un mill¨®n y medio) y desde aqu¨ª construy¨® la proyecci¨®n nacional que le llev¨® a la presidencia. Claudia L¨®pez, feminista, lesbiana, represent¨® tambi¨¦n una opci¨®n rupturista y no suena descabellado que en tres a?os sea candidata a sustituir a Petro. El terreno, por tanto, parec¨ªa f¨¦rtil para un aspirante que ha hecho campa?a con un discurso renovador, pero en ning¨²n momento ha conectado con el electorado.

Bol¨ªvar, todo hay que decirlo, es el candidato que m¨¢s ataques ha recibido en campa?a. La petrofobia ha sido m¨¢s evidente que nunca. Sus rivales, especialmente los de m¨¢s a la derecha, le han sacado a relucir que apoy¨® a los j¨®venes de la primera l¨ªnea ¨Dles regal¨® cascos y gafas protectoras para evitar que perdieran ojos con las pelotas de goma que lanzaba la polic¨ªa en 2021¨D y a menudo le han malinterpretado a sabiendas, asegurando que ¨¦l como alcalde iba a pagar un mill¨®n de pesos a los muchachos que no cometieran cr¨ªmenes. Era desvirtuar su discurso, en l¨ªnea de las acometidas que recibi¨® Petro durante la campa?a presidencial, donde se le acusaba de ser guerrillero y autoritario. En los debates, Bol¨ªvar a menudo ha tenido que responder a los ataques exagerados de otros candidatos, algunos que ni siquiera ten¨ªan la m¨¢s m¨ªnima posibilidad, como el exministro de Defensa y candidato uribista Diego Molano.

El fracaso es m¨¢s que evidente. Bol¨ªvar se uni¨® al Pacto Hist¨®rico por invitaci¨®n de Petro, despu¨¦s de que intercambiaran unos mensajes en redes sociales. Petro, muy astuto electoralmente, cre¨ªa haber encontrado en este hombre hecho as¨ª mismo, que sali¨® de la miseria para triunfar a lo grande, un continuismo de su proyecto. Pero todos los factores negativos se han juntado para hundir una candidatura que en un primer momento son¨® esperanzadora, pero que a la larga se ha convertido en un factor de desgaste m¨¢s para el presidente, al que no le sobran ¨²ltimamente las buenas noticias.

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