15 a?os de c¨¢rcel al polic¨ªa que rob¨® y quem¨® a un hombre que se col¨® en Transmilenio

Un hombre visiblemente herido, esposado y sangrando es grabado por una persona fuera de c¨¢mara. Dos personas m¨¢s se mofan de ¨¦l. Solo logran apreciarse las botas de ambos. Uno de ellos se acerca y con un encendedor le prende fuego al cabello del sujeto que sangra y apenas puede articular palabra. Ese fue el v¨ªdeo que se envi¨® en la madrugada del 7 de julio de 2020 desde el celular de Davidson Vargas, para que lo recibieran sus familiares. El remitente era la v¨ªctima. Sin entender mucho, su mam¨¢ guard¨® las im¨¢genes que terminaron siendo fundamentales en la condena de quienes torturaron a Vargas y registraron su propio delito. Tres a?os despu¨¦s, el pasado 17 de octubre, el patrullero de la Polic¨ªa Henry David Clemente fue condenado a casi 15 a?os de prisi¨®n por esos hechos y se orden¨® su captura.

La sentencia por la que un juzgado penal del circuito de Bogot¨¢ condena a Clemente explica lo ocurrido. Vargas ingres¨® irregularmente a la estaci¨®n de Transmilenio del Virrey en una noche pand¨¦mica, en pleno confinamiento. Clemente lo vio, lo detuvo y le hizo abordar un bus hasta una estaci¨®n cercana, la de la calle 106, donde los esperaban Brian Camilo Gamboa y C¨¦sar Estiven Daza, dos bachilleres que prestaban su servicio militar en la Polic¨ªa y custodiaban esa estaci¨®n. Los tres uniformados acusaron a Davidson de ser ladr¨®n. Lo llevaron hasta una zona oscura debajo de un puente, donde lo desnudaron, lo golpearon, lo insultaron, le arrebataron las pertenencias, le prendieron fuego. Grabaron todo.

Finalmente lo dejaron libre y, gracias a la ayuda de una persona y de otro polic¨ªa, fue atendido en el Hospital Santa Clara. Los m¨¦dicos le dieron una incapacidad de 15 d¨ªas. Desde entonces, y de la mano de Comit¨¦ de Solidaridad con los Presos Pol¨ªticos, una tradicional oeneg¨¦ de derechos humanos, la familia de Davidson ha buscado justicia.

Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 11 de julio, fueron capturados los tres polic¨ªas. Gamboa y Daza aceptaron pocos despu¨¦s los cargos por tortura, privaci¨®n ilegal de la libertad y hurto, y fueron sentenciados a 10 a?os de prisi¨®n domiciliaria. Pero el patrullero Clemente (Lorica, 30 a?os), el de mayor rango, neg¨® todo. Dijo que captur¨® a Davidson en la estaci¨®n del Virrey despu¨¦s de una denuncia de que era un ladr¨®n, que lo llev¨® a la de la calle 106 para evitar que lo lincharan varias personas presentes, y que se lo entreg¨® a los dos bachilleres para que lo sacaran de la estaci¨®n.

Si bien as¨ª buscaba se?alarlos de ser responsables de cualquier hecho violento, el juez cuarto especializado encontr¨® que el patrullero s¨ª lo agredi¨®. Primero, ¡°en el escenario mismo de colocar las esposas a la v¨ªctima, dej¨¢ndolo indefenso frente a las dem¨¢s agresiones de toda ¨ªndole que disminuyeron la dignidad de Vargas Castro y le cooptaron y limitaron su autonom¨ªa personal¡±. Y luego por ¡°entregar al aprehendido a los auxiliares de polic¨ªa, sin la observancia que como patrullero le demandaba, para que estos lo sacaran de la estaci¨®n de Transmilenio, todav¨ªa con las esposas puestas, demuestra un acuerdo, una divisi¨®n del trabajo criminal y cuyo aporte fue fundamental para que se ejecutaran los dem¨¢s hechos de la tortura, como cortarle la oreja o tratar de encenderle fuego a su cabello, entre los otros actos de pegarle patadas, puntapi¨¦s, pu?os¡±.

Adem¨¢s, la sentencia encuentra que Castellanos s¨ª vio a Davidson cuando hab¨ªa sido golpeado y no hizo nada para protegerlo ni auxiliarlo. ¡°Se acuerda el patrullero acusado que le dej¨® las esposas puestas al aprehendido y va a quit¨¢rselas, es decir, tuvo la oportunidad de ver nuevamente a la v¨ªctima ensangrentada y herida, pero va se las quita y es inerme o nula su reacci¨®n, es decir, el acuerdo com¨²n qued¨® consumado en el tiempo¡±, dice el fallo.

¡°Se ha determinado, por las pruebas practicadas, que el acusado ejerci¨® su funci¨®n policial para poder cometer sobre la v¨ªctima los actos que generan sufrimiento y dolor, tanto nivel f¨ªsico como psicol¨®gico¡±, consigna la sentencia. En ella tambi¨¦n se detalla que el patrullero amenaz¨® a la v¨ªctima con la muerte y le apunt¨® con su arma de dotaci¨®n. En su testimonio, Vargas detalla que los polic¨ªas amenazaron con cercenarlo. ¡°Uno abre la navaja, veo que un auxiliar, deduzco, en donde le vamos a quitar la oreja y empiezan a hacer as¨ª, como a ¡®tasajearme¡¯, entonces me empiezan y me cortan, es en donde yo ya me doy vueltas y me revuelco pensando en que de verdad me iban a suceder eso¡±, sostiene.

La decisi¨®n concluye que Henry David Clemente es coautor de tortura agravada y privaci¨®n ilegal de la libertad, y deber¨¢ pagar una multa de 1.421,33 salarios m¨ªnimos, unos 1.650 millones de pesos (o 410.000 d¨®lares). Lo absolvi¨® de la acusaci¨®n de hurto. El pasado jueves Clemente apel¨® el fallo y el proceso tendr¨¢ una segunda instancia en el Tribunal Superior de Bogot¨¢, donde ya lo recibi¨® el magistrado Efra¨ªn Adolfo Berm¨²dez Mora.

Para los abogados del Comit¨¦ de Solidaridad, el caso puede marcar un precedente sobre los l¨ªmites a los abusos de miembros de la Polic¨ªa, y evidencia el crecimiento de esa violencia en los ¨²ltimos a?os. ¡°Demuestra que durante el aislamiento hubo un gran abuso de la autoridad. La violencia fue la forma de gestionar la crisis por la pandemia, de controlar el hambre. En su momento no hab¨ªa acceso o informaci¨®n para que las v¨ªctimas de abuso policial denunciaran los hechos¡±, explica ?scar Ram¨ªrez, presidente del Comit¨¦ de Solidaridad por los Presos Pol¨ªticos. As¨ª mismo lo registra el informe La Violencia Uniformada, realizado entre el Comit¨¦ y la Fundaci¨®n Heinrich B?ll. El documento asegura que entre el 17 de marzo y el 27 de mayo de 2020, el periodo m¨¢s estricto de la cuarentena, la Polic¨ªa realiz¨® 8.069 traslados por protecci¨®n solo en Bogot¨¢.

Precisamente fue una escena de abuso por parte de la Polic¨ªa Nacional la que dispar¨® el llamado estallido social: en septiembre de 2020 qued¨® grabada en video la violencia de unos polic¨ªas contra el ciudadano Javier Ord¨®?ez en un barrio en el occidente de Bogot¨¢. ¡°Por favor, no m¨¢s, me ahogo¡±, dec¨ªa mientras lo somet¨ªan a electrochoques. Los polic¨ªas se lo llevaron en uno de esos traslados por protecci¨®n y apareci¨® muerto, lo que desencaden¨® varias jornadas de disturbios y protestas.

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