Del joven que so?aba con ser presidente al alcalde m¨¢s impopular de Medell¨ªn: el ascenso y la ca¨ªda de Daniel Quintero
El mandatario, elegido para gobernar hasta este 31 de diciembre, renunci¨® a su cargo en septiembre para intentar elegir un sucesor, algo en lo que fracas¨®
Daniel Quintero promet¨ªa reformar la ciudad que las otras capitales colombianas quer¨ªan emular. Medell¨ªn hab¨ªa pasado de ser una de las urbes m¨¢s violentas del mundo en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, a un paradigma de desarrollo gracias al trabajo conjunto entre Alcald¨ªa, sector privado y universidades. La capital de Antioquia se convirti¨® en un arquetipo de cultura ciudadana, infraestructura y turismo. Tras 16 a?os de administraciones que apostaron por ese modelo, en 2...
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Daniel Quintero promet¨ªa reformar la ciudad que las otras capitales colombianas quer¨ªan emular. Medell¨ªn hab¨ªa pasado de ser una de las urbes m¨¢s violentas del mundo en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, a un paradigma de desarrollo gracias al trabajo conjunto entre Alcald¨ªa, sector privado y universidades. La capital de Antioquia se convirti¨® en un arquetipo de cultura ciudadana, infraestructura y turismo. Tras 16 a?os de administraciones que apostaron por ese modelo, en 2019 Quintero aseguraba que pod¨ªa mejorarlo, enfoc¨¢ndolo en los problemas sociales que aquejan a la ciudad. El saldo, un cuatrienio m¨¢s tarde, lo deja mal parado en su sue?o de ser presidente: su popularidad es la m¨¢s baja de un alcalde en los ¨²ltimos 30 a?os, su partido sali¨® apabullado en los comicios de octubre y sus aspiraciones futuras parecen lejanas. La ca¨ªda es innegable.
Se trat¨® de un desencanto gradual. Reci¨¦n gan¨® las elecciones era otra la realidad. Quintero recordaba en campa?a su historia de vida, la de un joven que nad¨® a contracorriente. Resaltaba sus or¨ªgenes populares, como miembro de una familia de clase trabajadora que super¨® adversidades similares a las que enfrentan millones de colombianos. Su madre muri¨® cuando ten¨ªa 14 a?os y su padre era mec¨¢nico. Ingres¨® a la universidad siendo menor de edad y pronto tuvo que retirarse. ¡°Me iba caminando para la universidad. Recuerdo que, como no ten¨ªa que comer y hab¨ªa cosecha de mangos, los recog¨ªa y me los com¨ªa. Pero un d¨ªa se acabaron los mangos y literalmente por hambre me toc¨® retirarme de la universidad¡±, coment¨® entre l¨¢grimas en un programa de entrevistas.
No desisti¨®. Obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Antioquia, viaj¨® al exterior para seguir prepar¨¢ndose y se gan¨® un espacio en las altas esferas de la administraci¨®n p¨²blica. Ese relato de vida, de una lucha permanente que finaliz¨® en la Alcald¨ªa, lo catapult¨® medi¨¢ticamente. Costaba no simpatizar con su victoria. El excandidato presidencial Rodolfo Hern¨¢ndez, quien por entonces sal¨ªa de la Alcald¨ªa de Bucaramanga, lo calific¨® en una de sus transmisiones por Facebook como ¡°un ejemplo joven de inteligencia, valent¨ªa e independencia¡±.
A ese componente emocional, sum¨® una afilada lectura del panorama en Medell¨ªn. Abraz¨® como banderas las falencias que sus antecesores ignoraron o fallaron en arreglar. Las pol¨ªticas que durante dos d¨¦cadas funcionaron eran insuficientes para una porci¨®n de la ciudadan¨ªa. Max Yuri Gil, profesor del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de la Universidad de Antioquia, cree que ese aspecto fue clave para su triunfo. ¡°Exist¨ªa un agotamiento con el modelo de gobierno que se hab¨ªa implantado en la ciudad, con un importante papel del empresariado antioque?o y sectores tradicionales que se hab¨ªan reconfigurado en torno a gobiernos supuestamente alternativos, como los de Sergio Fajardo [alcalde de Medell¨ªn entre 2004 y 2007 y gobernador de Antioquia entre 2012 y 2015]. Daniel Quintero gan¨® con la expectativa de un gobierno distinto, enfocado en temas sociales. Su virtud fue capitalizar un descontento con la marcha de la ciudad¡±, se?ala.
Quintero se benefici¨® de la divisi¨®n de sus rivales. En 2019, los votantes de derecha se dividieron entre Santiago G¨®mez, el candidato del entonces alcalde Federico Guti¨¦rrez, y el exsenador uribista Alfredo Ramos. Esa fractura allan¨® la pista para que fueran suficientes los 304.034 votos de Quintero, que habr¨ªan sido superados por la suma de los 95.238 de G¨®mez y los 235.319 de Ramos.
Aunque la derrota de la derecha m¨¢s dura no era novedad ¡ªGuti¨¦rrez hab¨ªa vencido al uribismo en 2015¡ª, s¨ª lo eran para esa ¨¦poca las cr¨ªticas de Quintero a Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn (EPM) y al expresidente antioque?o ?lvaro Uribe. Aquellos cuestionamientos contrariaban las ideas del votante promedio de la ciudad, un rasgo que se visibiliz¨® a¨²n m¨¢s en su mandato, especialmente cuando incorpor¨® al Grupo Empresarial Antioque?o (GEA) a su listado de enemigos. El GEA es el nombre que se da al enroque entre tres grandes holdings empresariales ¡ªtodas con su centro de operaciones en Medell¨ªn¡ª que en 2022 representaron el 6,7% del PIB colombiano. Son empresas queridas en una ciudad en la que son un importante generador de empleo.
Una de las cartas recurrentes de Quintero en campa?a fue reprochar las demoras en la construcci¨®n de Hidroituango, una hidroel¨¦ctrica que en 2018 corri¨® el riesgo de colapsar a ra¨ªz de una serie de imprevistos, y responsabilizar por ello al GEA. Como alcalde convirti¨® al t¨¦rmino ¡°GEA¡±, que por a?os s¨®lo sal¨ªa a flote en conversaciones de negocios, en uno cotidiano. Sostuvo que sus directivos actuaban como una mafia, controlaban la junta directiva de EPM ¡ªque pertenece al municipio¡ª, dilapidaban recursos p¨²blicos y eran aliados del expresidente Uribe.
As¨ª Quintero encontr¨® un adversario que le permit¨ªa mantener viva una campa?a de ataques. Una disputa que coincidi¨® con el intento de toma hostil de las holdings del GEA por el Grupo Gilinski, conglomerado propietario del Banco Sudameris, los productos Yupi y la revista Semana. Si bien Quintero ha negado cualquier inter¨¦s por favorecer a los Gilinski, en algunos sectores del empresariado antioque?o cay¨® mal que varias de sus agresiones medi¨¢ticas ocurrieran justo en esta coyuntura.
A la par que libraba sus batallas locales, Quintero tambi¨¦n busc¨® figurar m¨¢s all¨¢ de las monta?as que rodean su ciudad. Para 2022 dio un giro p¨²blico frente a su imagen electoral de candidato independiente, que le sirvi¨® para ganar la Alcald¨ªa en 2019. ¡°No somos ni el de Uribe ni el de Fajardo ni el de Petro ni el de Duque¡±, dijo al diario El Tiempo en los meses previos a su victoria. Al acercarse las elecciones presidenciales, apost¨® abiertamente por Petro, as¨ª eso acarreara rechazo en una ciudad que nunca ha simpatizado masivamente con la izquierda. Para las elecciones legislativas, sus alfiles Alejandro Toro y ?lex Fl¨®rez ingresaron a las listas cerradas al Congreso que present¨® el Pacto Hist¨®rico y que organiz¨® Petro. Miembros de su gabinete renunciaron para unirse a la campa?a presidencial y, a falta de unas semanas para la primera vuelta, la Procuradur¨ªa suspendi¨® a Quintero porque public¨® un video en sus redes sociales invitando a votar por el candidato de izquierda. Petro gan¨® la presidencia, pero perdi¨® en Medell¨ªn (sac¨® 34% de los votos en segunda vuelta).
El profesor Max Yuri Gil considera que esa alineaci¨®n con la izquierda es ¡°una jugada¡± con ¡°m¨¢s ret¨®rica que fondo¡±. ¡°En su pelea con el uribismo y ciertos sectores tradicionales como el GEA, que han estado ligados a la derecha, desarrolla una narrativa supuestamente de izquierda para acercarse al Pacto Hist¨®rico, que ten¨ªa buenas chances en las elecciones, y fortalecer su gesti¨®n¡±.
Adem¨¢s de aliarse con un candidato impopular en su ciudad, varios se?alamientos por corrupci¨®n afectaron la imagen de Quintero. Alexandra Agudelo, quien fue su secretaria de Educaci¨®n, enfrenta una investigaci¨®n penal despu¨¦s de que se descubrieran irregularidades en la contrataci¨®n del programa Buen Comienzo, encargado de brindar servicios de salud y nutrici¨®n a ni?os menores de cinco a?os. La Fiscal¨ªa anunci¨® que Natalia Urrego, exsecretaria de Infraestructura, ser¨¢ imputada por celebrar un contrato de 3.390 millones de pesos (847.500 d¨®lares) sin cumplir los requisitos legales porque, aparentemente, en el proceso de licitaci¨®n participaron tres empresas del mismo n¨²cleo familiar. Las denuncias involucran tambi¨¦n a compa?¨ªas que pertenecen al municipio: en Metroparques, la veedur¨ªa Todos por Medell¨ªn encontr¨® un esquema de cartelizaci¨®n por 30 millones de d¨®lares, y en Emvarias se aprob¨® la contrataci¨®n de un proyecto piloto tasado en 50 millones de d¨®lares que pondr¨ªa en peligro la continuidad de la recolecci¨®n de basuras de la ciudad.
Quintero renunci¨® a la Alcald¨ªa en la medianoche del 30 de septiembre para intentar mantener el poder. Se dedic¨® a impulsar la campa?a de su exsecretario Juan Carlos Upegui, primo de su esposa, pero perdi¨® de forma rotunda: el aspirante consigui¨® apenas el 10,14% de los votos, mientras el exalcalde Federico Guti¨¦rrez, cr¨ªtico de Quintero, arras¨® con casi el 74%. Y no son los ¨²nicos n¨²meros que confirman la mala sensaci¨®n que deja en el electorado de Medell¨ªn. La firma Invamer realiza mediciones de aprobaci¨®n de los alcaldes desde 1994 y Quintero es el ¨²nico que ha estado situado debajo del 47%. El pasado 14 de diciembre se publicaron los resultados de la ¨²ltima encuesta, que revel¨® que solo el 23% de los medellinenses aprueban su gesti¨®n.
Pero ser¨ªa equivocado no identificar la persistencia y versatilidad entre las virtudes de Quintero. Aspir¨® al Concejo de Medell¨ªn con el Partido Conservador en 2007 y en 2014 a la C¨¢mara de Representantes por Bogot¨¢ bajo el aval del Partido Liberal. En los dos casos fracas¨®. Ya confirm¨® que estar¨¢ en el tarjet¨®n de las elecciones presidenciales de 2026. De su gesti¨®n puede sacar pecho por la reducci¨®n de homicidios, que, seg¨²n registros de la Polic¨ªa Nacional, cayeron de 509 en 2019 a 302 en 2023; el m¨¢s bajo incremento en pobreza monetaria de las cinco grandes capitales del pa¨ªs, de un 2%; y la reducci¨®n del 29,5% en el desempleo.
La pol¨ªtica es cambiante, mucho puede suceder, pero arranca cuesta arriba a pesar de esos datos. En Medell¨ªn es un gobernante poco querido y en el resto del pa¨ªs se le ve como aliado de un presidente con baja favorabilidad. Para su fortuna, le quedan m¨¢s de dos a?os antes de que la campa?a inicie en serio.
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