Colombia presume de ser el pa¨ªs m¨¢s diverso del mundo, pero su colecci¨®n biol¨®gica est¨¢ en riesgo
El edificio que alberga 3,5 millones de espec¨ªmenes de plantas, aves, insectos y hongos tiene una falla estructural y filtraciones de lluvia. Construir uno nuevo costar¨ªa 24 millones de d¨®lares
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El pasado lunes 5 de febrero, en Bogot¨¢ volvi¨® a llover fuerte. El profesor Andr¨¦s Cuervo, curador de la Colecci¨®n de Ornitolog¨ªa del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia, estaba en su oficina cuando llegaron una estudiante y su asistente alarmados. Sobre los gabinetes en los que est¨¢ la colecci¨®n biol¨®gica, la m¨¢s grande de aves de Colombia, el pa¨ªs que m¨¢s especies tiene en el mundo, estaba lloviendo. No eran gotas. Eran c¨¢ntaros de agua. Actuaron en modo emergencia. Pusieron un pl¨¢stico que el ICN ya ha tenido que usar en varias ocasiones para proteger los gabinetes, agarraron baldes que parec¨ªan insuficientes y rogaron, literalmente, que a ninguno de los 43.000 espec¨ªmenes de aves que tienen les cayera agua. All¨ª, en riesgo, estaban representadas 1.650 especies de aves, casi el 85% de las que hay en Colombia.
¡°Yo lo sufr¨ª mucho¡±, cuenta Cuervo una semana despu¨¦s. Tras revisar caj¨®n por caj¨®n, no encontraron da?os, solo algunas etiquetas de aves que estaban borrosas por las gotas de lluvia. Sin embargo, el caos fue una alerta suficiente de lo que podr¨ªa desaparecer. ¡°Es un tema muy dif¨ªcil emocionalmente. Pero tambi¨¦n la raz¨®n me habr¨ªa dicho: ?qu¨¦ hiciste para que todo eso se echara a perder? La sensaci¨®n era como si, bajo el cuidado de uno, hubiesen grafiteado a la Mona Lisa¡±.
No es la primera vez que los investigadores viven un susto as¨ª. Desde 2010, ha sido casi una constante. El edificio del ICN no solo se alberga la Colecci¨®n Ornitol¨®gica sino 12 colecciones m¨¢s, incluyendo el Herbario Nacional, tambi¨¦n el m¨¢s grande de plantas de Colombia, con m¨¢s de 600.000 espec¨ªmenes. Y ahora coquetea con caer en ruinas. Aunque all¨ª, sumando las 13 colecciones, se alojan un total de 3,5 millones de ejemplares, la infraestructura se inunda, hay goteras y el edificio tiene una falla estructural que lo ha llenado de grietas.
¡°En realidad, el ICN son dos edificios pegados uno del otro¡±, comenta Gonzalo Andrade, director del instituto. El primero lo construyeron en los a?os 70, y como se levant¨® en una zona h¨²meda, lo dise?aron con una tecnolog¨ªa para que pueda moverse o inclinarse levemente, seg¨²n la ¨¦poca del a?o. El segundo, el anexo, construido en los 80, lo hicieron fijo, sin dilataci¨®n. ¡°Entonces, cuando el original se mueve hacia el sur, choca con el nuevo, lo que genera que se haya ido fracturando¡±.
Hacia el a?o 2017, recuerda Carlos Parra, quien fue director del Herbario Nacional entre 2010 y 2018, la Universidad hizo un estudio para averiguar qu¨¦ estaba sucediendo y qu¨¦ se pod¨ªa hacer. ¡°La conclusi¨®n fue que sal¨ªa m¨¢s caro reforzar el edificio que tumbarlo y volverlo a construir. Entonces se propuso una mitigaci¨®n que inclu¨ªa diez recomendaciones, como poner mallas en los techos. As¨ª, si temblaba y algo se ca¨ªa, no nos pegaba en la cabeza, pero ni eso se hizo¡±, recuerda Parra, quien, durante su gesti¨®n, vivi¨® tres grandes inundaciones.
La preocupaci¨®n de los cient¨ªficos es enorme, y va m¨¢s all¨¢ del riesgo en el que est¨¢n los casi 30 investigadores que trabajan en el edificio. El miedo m¨¢s profundo es perder lo que guardan esos gabinetes, que custodian a?os de datos, historia e informaci¨®n. El primer esp¨¦cimen que entr¨® en el Herbario Nacional, por ejemplo, es una Equisetum bogotense recogida por el famoso bot¨¢nico Jos¨¦ Jer¨®nimo Triana en 1853. De hecho, de la Comisi¨®n Corogr¨¢fica, que lider¨® el general Agust¨ªn Codazzi para hacer estudios geogr¨¢ficos y cartogr¨¢ficos, y de la que Triana fue el principal bot¨¢nico, hay unos 5.000 ejemplares recogidos entre 1851 y 1857.
Pero el Herbario tiene a¨²n espec¨ªmenes m¨¢s antiguos. Con una planta sobre la mesa, que data de 1783, Juli¨¢n Aguirre, profesor y bot¨¢nico del INC, cuenta que, a trav¨¦s de un intercambio con el Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid (Espa?a), se recuperaron varios espec¨ªmenes recolectados por el famoso bot¨¢nico y matem¨¢tico Jos¨¦ Celestino Mutis durante la Real Expedici¨®n Bot¨¢nica del Nuevo Reino de Granada. De esa colecci¨®n hay 598 ejemplares que se recogieron entre 1783 y 1810.
Lo que guarda el edificio del ICN es un tesoro. Es patrimonio de la naci¨®n, como dice Andrade. Para los ojos no expertos, es evidente que en esos gabinetes hay potencial gen¨¦tico, recursos cient¨ªficos que sirven para el mundo y puntos de referencia de la historia de Colombia. Pero Cuervo, que custodia la colecci¨®n de aves desde hace cinco a?os, tambi¨¦n se ven miles de historias. En el diluvio ¡ªque no fue el del Arca de No¨¦¡ª se habr¨ªan podido perder los espec¨ªmenes del Zambullidor Andino, un ave declarada extinta en 1977; de colibr¨ªes miniaturas, que solo alcanzan el tama?o de un me?ique; y de especies ¨²nicas que solo se han encontrado en zonas como la Serran¨ªa del Pinche, en Cauca. ¡°Eso fue como vivir una cat¨¢strofe¡±.
Salvar las colecciones: un proyecto que sigue en vilo
La Universidad Nacional no es ajena a lo que viene ocurriendo dentro de las instalaciones del INC. En 2018, agrega Andrade, el instituto y arquitectos de la universidad dise?aron un proyecto de cuatro edificios para albergar las colecciones, esos tesoros naturales, de manera m¨¢s segura, bajo los par¨¢metros que merecen. ¡°Nosotros no nos hemos quedado quietos. Los edificios que proponemos, que por el Plan de Ordenamiento Territorial no pueden ser m¨¢s altos que cinco pisos, nos dar¨ªan una capacidad de almacenamiento de entre 8.000 y 10.000 metros cuadrados, cuando la capacidad actual es de unos 5.000¡±.
Sin embargo, los planos llevan ya m¨¢s de cinco a?os en el papel. No se ha puesto ni el primer ladrillo, porque nadie ha dado la plata para que la construcci¨®n arranque. ¡°El valor de este proyecto, con dotaci¨®n incluida, es de 93.000 millones de pesos (alrededor de 24 millones de d¨®lares) y as¨ª consigamos solo una parte de ese dinero, estar¨ªamos listos para empezar a construir as¨ª sea un edificio¡±.
Seg¨²n explica Camilo Younes, vicerrector de Investigaci¨®n de la Universidad Nacional, una instituci¨®n p¨²blica, el presupuesto para inversi¨®n que ellos tienen ¨C distinta al dinero para su funcionamiento ¨C es de 300.000 millones de pesos para tres a?os (algo menos de 77 millones de d¨®lares). ¡°No podemos gastar casi 100.000 millones de pesos en un solo proyecto, en un edificio, por eso con el presupuesto actual no podemos cumplir¡±, asegura.
Lo que han hecho desde la Universidad y desde el mismo ICN es hacer un llamado al Gobierno para que, de alguna manera, intervenga y se logre obtener esa plata. ¡°Creemos que es una responsabilidad de los ministerios de Ciencia, de Ambiente y de Educaci¨®n, pero tambi¨¦n del de Cultura, porque la Constituci¨®n dice que la flora y fauna de la naci¨®n son patrimonio colombiano¡±, considera Andrade. Pero ninguno de los ministerios ha querido decir mucho. Am¨¦rica Futura se comunic¨® con ellos y del ¨²nico que recibi¨® respuesta fue del Ministerio de Cultura, a trav¨¦s del ¨¢rea de patrimonio.
¡°El pasado viernes hicimos una visita al edificio. La Universidad est¨¢ haciendo el estudio t¨¦cnico y tendr¨¢ que presentar el proyecto para su autorizaci¨®n por estar en zona de influencia de los Bienes de Inter¨¦s Cultural del ?mbito Nacional del campus. Pero el Ministerio de Cultura no es el responsable de invertir, eso lo debe hacer el propietario, que es la Universidad Nacional¡±, explicaron.
El profesor Cuervo espera ahora que unas peque?as reparaciones que le hicieron al techo donde est¨¢ la Colecci¨®n de Ornitolog¨ªa resistan a pr¨®ximas lluvias. Pero, lo que le rompe el coraz¨®n es que en Colombia, un pa¨ªs con una diversidad tan alta y creciente, la infraestructura que tiene para resguardarla ¡°no le hace justicia¡±.
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