Cali proyecta la COP 16 con ecos de los Panamericanos que transformaron la ciudad
El alcalde Alejandro Eder quiere exprimir las oportunidades que representa la cumbre mundial sobre biodiversidad, a semejanza de los juegos deportivos de 1971
El tiempo apremia. La enorme conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad, un evento que moviliza a m¨¢s de 12.000 personas, desembarcar¨¢ en Cali el pr¨®ximo octubre. Y la ciudad que coron¨® la anhelada sede colombiana de la COP 16 quiere sacarle todo el provecho para reconocerse y proyectarse al mundo desde una nueva perspectiva. Sobrenombres no le han faltado a lo largo de su historia. Conocida como la sucursal del cielo o la ciudad de los siete r¨ªos, tambi¨¦n ha sido apodada la capital deportiva de Am¨¦rica, desde los Juegos Panamericanos que alberg¨® en 1971. O el epicentro del estallido social, en tiempos m¨¢s recientes. Ahora est¨¢ en deuda de repensarse desde su dimensi¨®n ambiental. Cali, en otras palabras, quiere aprovechar su cuarto de hora en este 2024.
El alcalde Alejandro Eder ¨Cque postul¨® a Cali como sede antes siquiera de haberse posesionado¨C aboga desde la propia campa?a que lo llev¨® al poder por revitalizar a la capital del Valle del Cauca. Los cale?os necesitan reconciliarse para poder recuperar el rumbo, repite con insistencia, y en su naciente gesti¨®n vislumbr¨® esa oportunidad de oro tan pronto se conoci¨® que el Gobierno de Gustavo Petro hab¨ªa conseguido para Colombia la COP que originalmente correspond¨ªa a Turqu¨ªa. Bien aprovechada, la cumbre puede tener para Cali el mismo efecto que tuvieron los Panamericanos hace m¨¢s de medio siglo, argumenta el alcalde. Es decir, darle un nuevo impulso a una ciudad muy golpeada en los ¨²ltimos a?os.
¡°Esta COP nos da una nueva alegr¨ªa, una nueva esperanza y la oportunidad de traer el mundo a nuestra ciudad¡±, declaraba Eder el mes pasado tras el primer comit¨¦ directivo para poner en marcha el evento, junto a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, las otras protagonistas de los preparativos. ¡°Entonces, vamos a aprovecharla para adelantar obras que se han estancado, para poder recibir a todos esos visitantes, para hacer con m¨¢s velocidad la transici¨®n energ¨¦tica, cuidar nuestro h¨¢bitat e impulsar tambi¨¦n el ecoturismo en toda la regi¨®n¡±, a?adi¨® ese d¨ªa.
La comparaci¨®n con los Panamericanos es ilustrativa, pero evidentemente mucho ha cambiado desde que Cali recibi¨® a 2.996 atletas de 32 pa¨ªses para encender la llama de los sextos Juegos Panamericanos. La ciudad no alcanzaba entonces el mill¨®n de habitantes, mientras hoy supera los 2,2 millones, para empezar, con una notoria migraci¨®n de otras regiones. La sucursal del cielo obtuvo la sede desde las anteriores justas de 1967 en Winnipeg, Canad¨¢. Tuvo cuatro a?os enteros de obras para prepararse, en los que construy¨® la villa panamericana y varias autopistas, inaugur¨® el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Arag¨®n, remodel¨® el estadio Pascual Guerrero, que a?adi¨® una pista atl¨¦tica de tart¨¢n, y levant¨® varias piscinas y coliseos.
En contraste, la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biol¨®gica, el nombre formal de la cumbre, se celebra cada dos a?os y re¨²ne a representantes de 196 pa¨ªses entre gobernantes, funcionarios, expertos, periodistas y activistas, adem¨¢s de pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales. Cali, la principal ciudad colombiana cerca del Pac¨ªfico, queda en una regi¨®n que se llama el Choc¨® biogeogr¨¢fico, uno de los cinco ecosistemas estrat¨¦gicos m¨¢s importantes del mundo. Al anunciar que el Gobierno se decantaba por Cali ¨Cque compet¨ªa con Bogot¨¢¨C, el presidente Gustavo Petro destac¨® al Pac¨ªfico como ¡°la regi¨®n m¨¢s biodiversa de Colombia¡±, y a?adi¨® que quer¨ªa una sede con una diversidad no solo natural sino humana: ¡°Con pueblos negros, pueblos ind¨ªgenas, mulatos, con todas las etnias¡±. La capital del Valle es la puerta de entrada a esa riqueza natural y cultural.
M¨¢s que a la ciudad, la sede de la COP fue concedida a Cali como capital del Pac¨ªfico y del Choc¨® biodiverso, observa Mar¨ªa Isabel Ulloa, la directora ejecutiva de Propac¨ªfico, muy involucrada en los preparativos. ¡°Estamos todos juntos para hacer que esto pase¡±, subraya, tanto el sector p¨²blico como el privado, incluyendo las administraciones de la ciudad, el departamento y el pa¨ªs, a pesar de lo apretados que puedan antojarse los tiempos. ¡°No vamos a estar por debajo del reto¡±, afirma con optimismo. ¡°Esta COP nos pone en una conversaci¨®n mundial, global. En temas en los que de pronto hubi¨¦ramos avanzado m¨¢s lentamente, como la concesi¨®n del aeropuerto o los asuntos de seguridad, vamos a avanzar m¨¢s r¨¢pidamente¡±, pronostica. M¨¢s all¨¢ del evento, detalla, Colombia va a presidir la COP por los pr¨®ximos dos a?os, en los que se seguir¨¢n dando las discusiones sobre biodiversidad para aprovechar ese potencial.
¡°La biodiversidad est¨¢ aqu¨ª, y se vive. Es algo en lo que realmente somos potencia¡±, reitera el economista Esteban Piedrahita Uribe, rector de la Universidad Icesi. ¡°A veces no nos damos cuenta de que reunimos un mundo de atributos¡±, se lamenta. Entre ellos destaca, adem¨¢s de los ambientales, la capacidad productiva y acad¨¦mica de la ciudad, con al menos seis universidades de alto nivel y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), que tendr¨¢ un papel en la COP. Anticipa que la reuni¨®n no va a representar una avalancha de obras en el corto plazo, de v¨ªas e infraestructura, como ocurri¨® en los Panamericanos, cuando Cali era una ciudad ¡°m¨¢s chiquita, menos diversa y democr¨¢tica¡±, pues para entonces ni siquiera exist¨ªa la elecci¨®n popular de alcaldes ¨Cque solo lleg¨® hasta 1988¨C.
Piedrahita, quien tambi¨¦n presidi¨® por a?os la C¨¢mara de Comercio de Cali, recurre a una met¨¢fora del mundo de la inform¨¢tica para explicarlo: si el impacto de ese entonces fue m¨¢s en el hardware, el de ahora ser¨¢ m¨¢s en el software. ¡°Es una oportunidad m¨¢s de cambio cultural y de cohesi¨®n social, de integraci¨®n. En un momento de cambio, de esperanza, nos puede ayudar a construir cohesi¨®n¡±, concluye.
La COP llega como un b¨¢lsamo, una bocanada de aire fresco con la brisa del Parque Natural Los Farallones y del Pac¨ªfico, destaca la periodista M¨¢bel Lara. ¡°Es una oportunidad para reconstruir el alma festiva de Cali, pone en el escenario internacional a una ciudad que pese a todo se ha levantado y ha resistido¡±, valora la actual secretaria de Turismo desde su despacho, con vistas sobre el r¨ªo Cali, uno de los siete que atraviesan la urbe. En el tema y el esp¨ªritu de la cumbre, su legado duradero puede incluir recuperar para la ciudad Los Farallones ¨Choy invadidos por la miner¨ªa ilegal¨C y desatar las conversaciones sobre sus r¨ªos y su conexi¨®n con el Pac¨ªfico, reflexiona.
La ciudad quiere potenciar distintos tipos de turismo sostenible, que incluyan el turismo comunitario y cultural ¨Cque gira en gran medida en torno a la salsa, el ritmo por el que es conocida en el mundo¨C, el m¨¦dico, ya posicionado, y tambi¨¦n el ecoturismo. ¡°Que adem¨¢s de nuestra identidad cultural, nos exploren tambi¨¦n desde nuestra biodiversidad y podamos generar desarrollo econ¨®mico para la ciudad¡±, explica Lara sobre un sector neur¨¢lgico. ¡°Si la COP es la bocanada de aire fresco, el turismo es el ox¨ªgeno que necesita la ciudad para repensarse¡±, se?ala. A futuro, el prop¨®sito es internacionalizar a Cali, y no solo a trav¨¦s de la cumbre.
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