Los datos que demuestran lo infrarrepresentadas que est¨¢n las colombianas en la ciencia
Aunque el 59% de alumnos de pregrado en ciencias naturales son mujeres, solo el 36% llega a posdoctorado y el 5% a investigadoras em¨¦ritas. Un estudio da pistas de c¨®mo estrechar la brecha
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La ciencia no ha sido agradecida con las mujeres. Desde estudiosos que argumentaron que el tama?o de su cerebro ¨C en promedio m¨¢s peque?o que el de los hombres ¨C indicaba menores rasgos de inteligencia, hasta grandes cient¨ªficas borradas por la historia, convertirse en investigadora no ha sido una tarea f¨¢cil. Aunque recientemente y despu¨¦s de siglos de luchas son m¨¢s las mujeres se han acercado a los campos cient¨ªficos, sigue existiendo una tendencia alarmante: a pesar de que m¨¢s mujeres se inscriben para estudiar estas carreras, son a¨²n contadas aquellas que logran ser investigadoras principales o profesoras em¨¦ritas.
Colombia no es la excepci¨®n, como demuestra un estudio realizado por dos colombianas y publicado en la revista Plos One. El pa¨ªs ya tiene datos para demostrar que las mujeres est¨¢n infrarrepresentadas en la investigaci¨®n de las ciencias naturales y que la inequidad en este campo se va haciendo m¨¢s pronunciada en los rangos superiores.
Tras solicitar cifras al Ministerio de Ciencias, navegar en las bases de datos del Ministerio de Educaci¨®n y recibir respuestas de solo cuatro universidades de diez a las que pidieron informaci¨®n sobre el n¨²mero de estudiantes que se encontraban en los distintos niveles acad¨¦micos, sobre los rankings de los investigadores y los grupos de investigaci¨®n del pa¨ªs y sobre el n¨²mero de art¨ªculos, patentes y libros que publica cada cient¨ªfico por a?o, el resultado fue el mismo: ¡°La participaci¨®n de las mujeres en las etapas avanzadas de la carrera profesional disminuye continuamente¡±, asegura Carolina Pardo D¨ªaz, microbi¨®loga y decana de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario (Colombia), y una de las autoras del estudio.
Por ejemplo, a pesar de que las mujeres representan la mayor¨ªa de alumnos que entran a un pregrado de ciencias naturales en Colombia - siendo el 59% -, solo un 36% de las personas que investigan en un postdoctorado son mujeres. En el camino de ascenso, adem¨¢s, se ve c¨®mo las cifras van disminuyendo progresivamente: 50% hacen una maestr¨ªa y 44% logran un doctorado. En el caso de los hombres, la situaci¨®n es contraria: 41% de quienes ingresan al pregrado son hombres, 50% tienen maestr¨ªa, 56% alcanzan el doctorado y 64% llegan a investigar en un posdoctorado.
El caso se repite para las investigadoras, ya que, a medida que aumenta la categor¨ªa o la jerarqu¨ªa del investigador, la representaci¨®n de las mujeres disminuye. Para 2021 ¨C el ¨²ltimo a?o analizado por el estudio - en la categor¨ªa junior (la menor), el 39% de investigadoras de ciencias naturales eran mujeres, en la de investigador asociado baja al 35%, en senior llega apenas llega al 26% y cae dr¨¢sticamente a solo 5% para la categor¨ªa em¨¦rito, los investigadores que est¨¢n en la cima acad¨¦mica.
¡°Para m¨ª fue una sorpresa que en los ¨²ltimos diez a?os [tiempo promedio en el que analizaron los datos para el estudio], la progresi¨®n o el cambio haya sido tan poco, nulo en algunos casos¡±, cuenta Andrea Paz, bi¨®loga y profesora asistente de la Universidad de Montreal (Canad¨¢), y coautora de la investigaci¨®n. ¡°Claramente por lo que vemos con nuestras colegas y en nuestro mundo sab¨ªamos que no iba a haber equidad, pero en mi imaginario yo cre¨ª que ¨ªbamos en la direcci¨®n correcta. Pero la verdad, en estos diez a?os y en general, las proporciones entre hombres y mujeres no han cambiado mucho¡±.
Y es que, de nuevo, el caso se repite para otros factores. De las personas que lideran un grupo de investigaci¨®n en ciencias naturales clasificado por el Ministerio de Ciencia como A1, el rango superior, solo 29% son mujeres; alrededor del 25% de quienes obtienen el puesto de profesor titular (el m¨¢s alto) son mujeres y solo el 28% de los autores de art¨ªculos cient¨ªficos en ciencias naturales en Colombia son mujeres.
La idea de sumergirse e interpretar estos datos surgi¨® de conversaciones entre Paz y Pardo. De discusiones entre amigas y colegas. De la experiencia personal. ¡°Sabemos que esto pasa en la ciencia en general, pero era importante tener esta informaci¨®n a nivel local porque ah¨ª es donde se toman las decisiones¡±, cuenta Paz.
Pero recolectar y clasificar la informaci¨®n claramente implic¨® un reto. ¡°Tuvimos que mirar el hist¨®rico de todas las convocatorias que hizo el Ministerio de Ciencias para ciencias naturales durante los ¨²ltimos diez a?os [incluyendo datos de cuando no era un Ministerio, sino Colciencias, un departamento], para saber exactamente que informaci¨®n pedirle¡±, agrega Pardo. Pero los datos que recibieron no ven¨ªan desagregados por g¨¦nero, por lo que el trabajo empez¨® manual, artesanal. Afortunadamente, en 2022 el Ministerio de Ciencias les lanz¨® una especie de salvavidas. Public¨® un portal que se llama la Ciencia en Cifras que ten¨ªa algunos datos desagregados y que fueron clave para el estudio.
Una estructura cient¨ªfica que no piensa en la mujer
Paz recuerda que cuando estudiaba el pregrado de Biolog¨ªa en la Universidad de los Andes no tuvo ninguna profesora mujer. ¡°En ese momento, ni me impact¨® y no fue hasta que hice el doctorado con una directora mujer que empec¨¦ a reflexionar, a mirar al pasado y a ver que ah¨ª hab¨ªa algo raro¡±.
?Por qu¨¦ a las mujeres cient¨ªficas se les estrecha el camino a medida que buscan crecer profesionalmente? Pardo comenta que la literatura lo que ha encontrado es que gran parte del problema viene de la carga del cuidado y de tener hijos. ¡°La etapa de mayor productividad cient¨ªfica, cuando est¨¢s madurando acad¨¦micamente, suele ser entre los 32 y 38 a?os¡±. Misma edad en que algunas mujeres tambi¨¦n tienen la econom¨ªa y la estabilidad para querer tener hijos.
¡°Pero con Andrea hemos hablado que esa no es la ¨²nica explicaci¨®n¡±. La carga del cuidado se extiende incluso a los laboratorios en los que trabajan o a los espacios acad¨¦micos. ¡°Las mujeres pueden ser m¨¢s eficientes en temas administrativos, en llenar el Excel o en entrar a reuniones, entonces se terminan cargando con esas labores y les queda menos tiempo para hacer producci¨®n cient¨ªfica, que es lo que mide el Ministerio de Ciencias para clasificar a sus investigadores¡±, explica. De alguna manera, terminan tambi¨¦n cuidado a colegas y a compa?eros.
Por eso, Paz y Pardo creen que hay oportunidades abismales de cambio sobre c¨®mo hacer y evaluar la ciencia en Colombia. Una de ellas, comentan, es extender el periodo de observaci¨®n para mujeres que hayan tenido hijos. Va la explicaci¨®n. El Ministerio de Ciencias suele evaluar a los investigadores en un periodo de cinco a?os. Es decir, analiza cu¨¢ntos art¨ªculos public¨®, cu¨¢ntas becas recibi¨®, a cu¨¢ntos congresos atendi¨® o de cu¨¢ntos alumnos fue mentor durante cinco a?os. Pero, una mujer que tuvo una o dos licencias de maternidad, tuvo casi uno o dos a?os en que no pudo hacer nada de eso y, por ende, sus cifras van a ser menores. Lo que proponen las investigadores, entonces, es que para mujeres que hayan tenido licencia de maternidad, la ventana de observaci¨®n sea de los ¨²ltimos seis o siete a?os, y no de los ¨²ltimos cinco.
Lo segundo, comentan, es que esas labores administrativas ¨C que suelen quedar recargadas en las mujeres ¨C entren a sumar como puntos en el ranking del Ministerio de Ciencias. ¡°Ac¨¢ en Canad¨¢ ¨C dice Paz ¨C estas labores s¨ª est¨¢n expl¨ªcitamente reconocidas a la hora de medir los puntajes para un ascenso, entonces no solo ayuda a que las mujeres no queden atr¨¢s, sino que a los hombres tambi¨¦n les toca hacer estas laborales porque les suman puntaje¡±.
La ciencia no ha sido agradecida con las mujeres. O m¨¢s bien, la forma como se hace ciencia no ha sido agradecida con las mujeres y hasta ahora se empieza a cuestionar c¨®mo las cargas de cuidado y la maternidad pueden poner a una mujer en desventaja, al igual que pasa en casi todas las esferas sociales del mundo. Pero es importante comprender que la diversidad de quienes investigan la ciencia ayudar¨¢ a interrogar el mundo desde mejores y m¨¢s amplios puntos de vista.
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