Colombia vuelve a debatir el legado de la comisi¨®n contra la impunidad en Guatemala
La fiscal general reci¨¦n elegida, Luz Adriana Camargo, trabaj¨® junto a Iv¨¢n Velasquez en el pa¨ªs centroamericano
La pr¨®xima fiscal general de Colombia, Luz Adriana Camargo, tiene una destacada hoja de servicios como investigadora de pol¨ªticos poderosos. Dentro y fuera del pa¨ªs, como deja claro su curr¨ªculo. De rebote, su trabajo como jefa de investigaci¨®n y litigio en la disuelta Comisi¨®n Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) ha vuelto a poner al pa¨ªs centroamericano como un inesperado invitado del debate pol¨ªtico colombiano en el proceso que llev¨® a su elecci¨®n.
Con altibajos, la historia de las relaciones entre los dos pa¨ªses acumula varios cap¨ªtulos. En el m¨¢s reciente, Gustavo Petro, el primer presidente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea, sali¨® ovacionado de Ciudad de Guatemala en enero, cuando asisti¨® a la toma de posesi¨®n de Bernardo Ar¨¦valo. El colombiano cerr¨® filas en defensa del guatemalteco, que enfrentaba el en¨¦simo intento por evitar su llegada al poder. Desde que el candidato del Movimiento Semilla gan¨® las elecciones, la Fiscal¨ªa centroamericana en cabeza de Consuelo Porras intent¨® torpedear su posesi¨®n con la apertura de varios procesos judiciales.
El grueso de la comunidad internacional, desde el espa?ol Pedro S¨¢nchez hasta el chileno Gabriel Boric, denunci¨® esas maniobras como un ataque a la democracia, pero pocos respaldaron a Ar¨¦valo con tanto fervor como Petro. Fue uno de los ¨²nicos l¨ªderes que se mantuvo firme en su promesa de no abandonar Guatemala hasta que el nuevo mandatario hubiera asumido. Esa audacia fue reconocida.
No era la primera ocasi¨®n en que Petro, alineado con el mensaje de lucha contra la corrupci¨®n del tambi¨¦n progresista Ar¨¦valo, se posicion¨® n¨ªtidamente con respecto al pa¨ªs centroamericano. Justamente un a?o antes, cuando Ar¨¦valo ni siquiera era considerado un contendor en las presidenciales, la muy cuestionada Fiscal¨ªa guatemalteca acus¨® por sorpresa al ministro de Defensa colombiano, Iv¨¢n Vel¨¢squez. ¡°Lo defenderemos, ¨¦l seguir¨¢ siendo nuestro ministro. Si Guatemala insiste en apresar hombres justos, pues nosotros nada tenemos que hacer con Guatemala¡±, declar¨® Petro entonces, de camino al Foro Econ¨®mico Mundial de Davos. El legado de la Cicig se convirti¨® en foco de discordia.
La acusaci¨®n del fiscal Rafael Curruchiche se present¨® en su d¨ªa como un avance en las investigaciones de un caso que involucra a la constructora brasile?a Odebrecht. Ese mismo fiscal, cuestionado en la propia Guatemala y se?alado como actor corrupto por Estados Unidos, tambi¨¦n pidi¨® anular las elecciones en las que result¨® elegido Ar¨¦valo, en lo que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) consider¨® un ¡°intento de golpe de Estado¡±. Adem¨¢s, encabez¨® el proceso penal contra Jos¨¦ Rub¨¦n Zamora, un reconocido periodista y fundador de elPeri¨®dico, otro caso sin fundamentos que despert¨® la condena internacional. Su jefe, la fiscal Consuelo Porras, tambi¨¦n est¨¢ en esa lista negra del Gobierno estadounidense.
Petro sostuvo en su d¨ªa que su ministro de Defensa era perseguido precisamente por los intereses que toc¨® cuando encabez¨® entre 2013 y 2017 la Cicig, que exhibi¨® las entra?as corruptas del Estado centroamericano. Al frente de esa entidad, auspiciada por Naciones Unidas, Vel¨¢squez pis¨® callos, desmantel¨® decenas de estructuras de corrupci¨®n y se enfrent¨® con muchos poderes guatemaltecos. Petro incluso llam¨® a consultas en su momento a la embajadora colombiana en Ciudad de Guatemala, pero no lleg¨® a romper relaciones con el Gobierno de Alejandro Giammattei.
Ese rocambolesco episodio ha sido recordado por ciertos sectores de derecha, en abierta oposici¨®n a Petro, con ocasi¨®n de la elecci¨®n como fiscal general de Luz Adriana Camargo, que tambi¨¦n fue se?alada por la desprestigiada justicia guatemalteca y a quien Petro nomin¨® a su nuevo cargo. Cadenas de desinformaci¨®n mencionan falsamente que Camargo est¨¢ pedida en extradici¨®n. Todos los observadores consultados coinciden en que esas pesquisas no tienen sustento, destilan un ¨¢nimo de retaliaci¨®n y tanto Vel¨¢squez como Camargo gozan de inmunidad con respecto a su labor en la Cicig, de acuerdo con la ONU. Entre otros puestos, la penalista fue fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia, y como magistrada auxiliar trabaj¨® con Vel¨¢squez en las investigaciones de la llamada parapol¨ªtica, que desnudaron los v¨ªnculos entre congresistas y grupos paramilitares. Tambi¨¦n de la mano del hoy ministro lleg¨® a la Cicig, que investig¨®, entre muchos otros, al expresidente Otto P¨¦rez Molina, quien acab¨® condenado por corrupci¨®n.
La Cicig, creada en 2006, fue un novedoso invento de la comunidad Internacional ¨Ccon donantes como Estados Unidos, Suecia o Espa?a¨C que se puso en marcha cuando Guatemala pidi¨® ayuda ante el riesgo de convertirse en un Estado fallido. Doce a?os despu¨¦s, a comienzos de 2019, el presidente Jimmy Morales decidi¨® impedir el ingreso de Vel¨¢squez al pa¨ªs y despu¨¦s expulsar a la comisi¨®n, que lo investigaba por la presunta financiaci¨®n ilegal de su campa?a. El secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, rechaz¨® ¡°en¨¦rgicamente¡± esa decisi¨®n, que desat¨® una gran crisis institucional que a¨²n retumba.
Desde muy diversas orillas, expertos han respaldado el trabajo de la Cicig, que ha sido exaltado, entre otras, por la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos. El 70% de la poblaci¨®n guatemalteca aprobaba su trabajo. ¡°La Cicig hizo una contribuci¨®n fenomenal en la lucha contra la corrupci¨®n en Guatemala. Expuso entramados de corrupci¨®n en todos los ¨®rganos de gobierno y ayud¨® a desmantelar grupos criminales¡±, valora Juan Pappier, subdirector para las Am¨¦ricas de Human Rigths Watch.
Se puede discutir si la Cicig lo hizo bien o no, pero evidentemente goza de un respaldo internacional que incluye a Estados Unidos, subraya el polit¨®logo Mauricio Jaramillo Jassir. ¡°No es el progresismo; la sociedad civil guatemalteca, en general, reconoce el trabajo de esa comisi¨®n¡±, a?ade en su valoraci¨®n. ¡°El principal reparo con Luz Adriana Camargo que tienen esos sectores de derecha, en concreto el uribismo, tiene que ver en el fondo con su trabajo investigando la llamada parapol¨ªtica¡±, apunta el tambi¨¦n profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢.
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