La fuerza del gremio transportista paraliza los planes de alza al di¨¦sel
Las negociaciones con el Gobierno para decidir el futuro del subsidio al carburante que mueve el comercio cumplen meses sin adelantos
La actitud desafiante del poderoso gremio transportista para evitar cualquier alza al precio del di¨¦sel le ha dado, por lo pronto, resultados. Ya son varios meses de negociaciones con un Gobierno muy escrupuloso en su trato general con los sindicatos. Y a pesar de las declaraciones del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el anunciado aumento gradual del carburante, el m¨¢s utilizado por los camioneros, a¨²n parece difuso. El asunto es...
La actitud desafiante del poderoso gremio transportista para evitar cualquier alza al precio del di¨¦sel le ha dado, por lo pronto, resultados. Ya son varios meses de negociaciones con un Gobierno muy escrupuloso en su trato general con los sindicatos. Y a pesar de las declaraciones del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el anunciado aumento gradual del carburante, el m¨¢s utilizado por los camioneros, a¨²n parece difuso. El asunto es ¨¢lgido, y tiene como antesala la urgencia oficial en terminar de desmontar un subsidio, insostenible para sus finanzas, conocido como Fondo de Estabilizaci¨®n de Precios de los Combustibles (Fepec).
Fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que hoy se hallan en un punto muerto. Los transportistas ya han esgrimido la hipot¨¦tica carta de un paro camionero como barricada contra el alza que podr¨ªa oscilar entre los 5.000 y los 7.000 pesos por gal¨®n (entre 1,3 y 1,8 d¨®lares), seg¨²n c¨¢lculos independientes. El Gobierno ha justificado la medida argumentando que es ineludible para seguir cosiendo el d¨¦ficit dejado por el Fepec, que el a?o pasado baj¨® de 37 a 20 billones de pesos (de 9.490 millones de d¨®lares a 5.130 millones) gracias al aumento del valor al p¨²blico de la gasolina y resulta especialmente plomizo para las arcas de la compa?¨ªa de mayor¨ªa estatal Ecopetrol.
El ministro Bonilla ha asegurado, adem¨¢s, que en l¨ªnea con las pol¨ªticas ambientales del presidente Petro, la idea es incentivar la sustituci¨®n de un combustible tan contaminante como lo es di¨¦sel por fuentes de energ¨ªa renovable. Declaraciones a todas luces cargadas de correcci¨®n pol¨ªtica, pero que a juicio de Julio C¨¦sar Vera, gerente de la fundaci¨®n Xua Energy, carecen de sustento real: ¡°Yo no veo al Gobierno con el m¨²sculo suficiente para subir los precios como en el caso de la gasolina corriente. Seguramente terminar¨¢ haciendo ajustes m¨ªnimos de 200 o 300 pesos m¨¢ximo¡±.
La f¨®rmula que propone el Gobierno y ya utiliz¨® para la gasolina, con alzas peri¨®dicas, busca nivelar el precio interno del di¨¦sel con la cotizaci¨®n internacional, que se rige por los movimientos del mercado en el Golfo de M¨¦xico estadounidense. Hoy el costo del gal¨®n dom¨¦stico, que se utiliza en el 45% de los carros en Colombia, est¨¢ unos 6.000 pesos (1,6 d¨®lares) por debajo de ese indicador internacional (con el IVA incluido). Cualquier aumento o bajada de precio est¨¢ cubierta por los recursos del FEPEC, que impone una franja con unos topes como sistema de amortizaci¨®n ante imprevistos, y que ha terminado convirti¨¦ndose en una fuente permanente de subsidios al consumo.
El l¨ªo se centra, quiz¨¢s, en el poder desmedido del gremio transportista en Colombia. Algunos c¨¢lculos estiman hasta el 90% de la carga total que se transporta en el pa¨ªs se hace por v¨ªa terrestre, y el 80% de la cadena log¨ªstica de bienes importados depende de los camiones. De esta forma no es dif¨ªcil imaginar por qu¨¦ la nota dominante en el Ejecutivo es de tensi¨®n frente a los efectos de una huelga. En todo caso, el consultor en temas energ¨¦ticos Ricardo Lloreda defiende la necesidad de hallar una receta para suprimir el subsidio y darle un margen de tiempo a los camioneros para cambiar su parque automotor por uno con veh¨ªculos m¨¢s eficientes y que consuman menos combustible.
¡°La propuesta de los transportadores, que se centra en fijar en pesos colombianos el precio de referencia seg¨²n el costo de producci¨®n de crudo local, m¨¢s un margen de utilidad, es un camino para perpetuar el subsidio¡±, opina Lloreda. Los portavoces del gremio han explicado que Colombia es el productor del 1% del crudo a nivel mundial y cuenta con dos grandes refiner¨ªas que lo convierten en un pa¨ªs autosuficiente en la obtenci¨®n de di¨¦sel. Colombia produce el 60% de la gasolina corriente y el 40% restante la importa. Para el caso del di¨¦sel la producci¨®n local llega al 92% y el 8% restante es importado.
Para Lloreda, en todo caso, la propuesta de los camioneros no alivia la carga financiera que tiene que asumir el Gobierno a mediano y largo plazo. ¡°Entregarle un subsidio energ¨¦tico de consumo a un sector determinado es el peor negocio que puede hacer un pa¨ªs¡±, coincide Julio C¨¦sar Vera, ¡°Es el m¨¦todo m¨¢s ineficiente de aplicaci¨®n econ¨®mica porque no hay una redistribuci¨®n efectiva de un bien p¨²blico hacia sectores como infraestructura, salud o educaci¨®n¡±. A?ade que tampoco funciona como incentivo para los transportadores: ¡°En este formato siempre ser¨¢ un sector con grandes falencias, con pocas miras de innovar y escasa generaci¨®n de competencia para formarse mejor y subir el nivel del servicio que prestan¡±.
Entre los m¨¢s beneficiados con el subsidio del di¨¦sel, de hecho, tambi¨¦n se hallan los propietarios de veh¨ªculos costosos que utilizan ese tipo de motor. Una paradoja que los expertos contrastan con las necesidades de un pa¨ªs con un atraso de al menos tres d¨¦cadas en infraestructura vial, carente de v¨ªas f¨¦rreas y con una topograf¨ªa monta?osa y compleja. Hoy el precio del gal¨®n de di¨¦sel se halla en unos 9.200 pesos (alrededor de 2,4 d¨®lares) y podr¨ªa llegar a los 16.000 (unos 4,1 d¨®lares) si se eliminara el subsidio.
Jairo G¨®mez, director de la Federaci¨®n Nacional de Distribuidores Minoristas de Derivados del Petr¨®leo, asegura que ¡°un incremento exponencial del ACPM podr¨ªa generar un impacto de alza en los precios¡± de bienes agr¨ªcolas. Y probablemente sobre la inflaci¨®n. Pero al mismo tiempo apunta que es necesario que se empiece a deshacer, de manera paulatina, una ayuda que en ¨²ltimas configura un escenario artificial.
¡°Otro tema de la mayor importancia¡±, agrega Lloreda, ¡°es que hay una gran cantidad de veh¨ªculos a di¨¦sel en la gama alta, como las camionetas Toyota o Fortuner, inclusive Mercedes Benz, y no me parece de ninguna manera que en el pa¨ªs se subsidie el combustible para esos automotores¡±. En su opini¨®n el Gobierno deber¨ªa ejecutar un estudio sobre cu¨¢ntos veh¨ªculos de ese tipo ¡°ruedan en el pa¨ªs y, en lo posible, buscar dirigir los beneficios ¨²nicamente al transporte de carga¡±.
Para Julio C¨¦sar Vera, que durante 12 a?os fungi¨® como director de hidrocarburos en el Ministerio de Minas y Energ¨ªa, el Estado colombiano tiene una tarea pendiente en toda esta historia: ¡°Durante tres Gobiernos en los que trabaj¨¦, todos los d¨ªas ten¨ªamos una discusi¨®n que ning¨²n presidente se atrevi¨® a afrontar y es ?cu¨¢l es la fuerza real de los transportadores? Es decir, qu¨¦ es en realidad lo m¨¢s beneficioso para el pa¨ªs, d¨®nde se hallan de verdad los fundamentales para mejorar la eficiencia y la productividad del negocio¡±.
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