Supersalud tiene la raz¨®n

El superintendente de Salud tiene la raz¨®n cuando dice que la salud en Colombia no se puede estatizar porque eso ser¨ªa una cat¨¢strofe. El problema es que eso es lo que est¨¢n haciendo al intervenir a las EPS, pues el sistema va a quedar en manos de unos funcionarios designados por el Gobierno. No me sorprende que esa pol¨ªtica se imponga despu¨¦s de que el sistema colapsara a partir del momento en que la unidad de pago por capitaci¨®n se fij¨® por debajo de los costos reales de los servicios que se estaban prestando. Ya nada nos sorprende en Colombia.

Si la C¨¢mara de Representantes aprueba la reforma es digna de todos los elogios y si el Senado de la Rep¨²blica la niega es porque unos corruptos financiados por empresas internacionales los sobornaron, entonces la reforma se hace por la puerta de atr¨¢s sin que el Congreso le d¨¦ su visto bueno. Empezamos el debate del proyecto discutiendo si era una ley ordinaria o una ley estatutaria, lo que habr¨ªa exigido una mayor¨ªa superior, y ahora se adopta por decreto.

Estamos hablando de 26 millones de usuarios por ahora y que en breve ser¨¢n muchos m¨¢s porque ninguna de las EPS aguantar¨¢ la presi¨®n financiera. Algunas ya se le han adelantado al venado, como Compensar, para pedir que las liquiden de una vez.

Los datos suministrados por la Mesa de Asociaciones de Usuarios en Salud son claros al advertir que las p¨¦rdidas de las EPS son de cinco billones de pesos y la cartera de las cl¨ªnicas y hospitales supera los 16 billones.

El exministro de Salud y expresidente de Acemi Jaime Arias dice que Sura puede llegar a perder este a?o 800.000 millones de pesos.

Las intervenciones a las EPS hasta ahora han sido un fracaso, casi todos los exsuperintendentes lo certifican, excepto si hay signos evidentes de corrupci¨®n. La filtraci¨®n de un concepto preliminar de la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica sugiriendo malos manejos tuvo que aclararse mediante un comunicado en el que se advierte que se trata de un informe preliminar que a¨²n se encuentra en etapa de traslado de las observaciones a las EPS para que atiendan las inquietudes y cuestionamientos del ente de control.

Fuera de la sensaci¨®n de incertidumbre, que invade a los pacientes en virtud del extenso debate de la pol¨ªtica del ramo, hay un efecto colateral que tiene que ver con el crudo enfriamiento de la relaci¨®n entre el Gobierno y el Congreso. El lenguaje ha sido hirsuto. ¡°Nos derrotaron¡±, dijo el presidente Gustavo Petro. ¡°No unos cuantos parlamentarios financiados por unos extranjeros. Nos derrot¨® una violaci¨®n flagrante de la Constituci¨®n y la ley. M¨ªrese por donde se mire, recursos p¨²blicos de la salud financiaron campa?as o recursos extranjeros financiaron campa?as y partidos. Eso est¨¢ prohibido por la Constituci¨®n y la ley. Es de un inmenso peligro para la democracia colombiana porque indica no s¨®lo la privatizaci¨®n corrupta de la pol¨ªtica sino la p¨¦rdida de la soberan¨ªa nacional¡±, agreg¨®.

La respuesta del Legislativo no se hizo esperar. ¡°Es inadmisible¡±, contest¨® el senador Iv¨¢n Name, presidente del Congreso. ¡°La afirmaci¨®n del se?or presidente Petro, seg¨²n la cual la Comisi¨®n S¨¦ptima del Senado de la Rep¨²blica decidi¨® el archivo del proyecto de ley de reforma de la salud bajo influencias ilegales y corruptas. Las injurias y calumniosas declaraciones del Presidente atentan contra la dignidad que ostentan todos los miembros de esta c¨¦lula legislativa. Parece olvidar que esta misma comisi¨®n fue la que aprob¨® en primer debate la reforma pensional, que hoy se encuentra en tr¨¢mite en plenaria y dos veces se ha negado su archivo¡±.

La pregunta que se deriva de este enfrentamiento es si el Gobierno profundiza esta animadversi¨®n convirtiendo al Congreso en el malo de la pel¨ªcula y el obst¨¢culo para el proceso constituyente o saca una bandera blanca para intentar la concertaci¨®n que el pa¨ªs necesita.

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