Renuncias y protestas: un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n lleva a la crisis a la Alianza Verde
La agrupaci¨®n que inicialmente se present¨® como alternativa al tradicional clientelismo ahora ve irse a sus dos figuras m¨¢s representativas, Antanas Mockus y Claudia L¨®pez
En 2010 el Partido Verde de Colombia era un sin¨®nimo de cambio, de anticlientelismo, de anticorrupci¨®n. Catorce a?os despu¨¦s, con el nombre Alianza Verde, est¨¢ se?alado de tener protagonistas en el principal esc¨¢ndalo de corrupci¨®n del pa¨ªs. Dos de sus integrantes, en dos puestos de poder, est¨¢n implicados en los supuestos sobornos pagados por miembros del Gobierno de Gustavo Petro: el presidente del Senado, Iv¨¢n Name, y la exconsejera presidencial para las regiones, Sandra Ortiz. El primero es se?alado de haber recibido 3.000 millones de pesos; la segunda presuntamente fue el canal para que le llegaran, dice la denuncia de un funcionario dice haberlos pagado. En respuesta al esc¨¢ndalo, dos de los integrantes m¨¢s simb¨®licos en la lucha anticorrupci¨®n de los verdes, los exalcaldes de Bogot¨¢ Antanas Mockus y Claudia L¨®pez, han renunciado a la colectividad.
¡°Es evidente que muchos sectores de la Alianza Verde no han incorporado los principios que dieron lugar a la formaci¨®n de la colectividad¡±, dice la carta de renuncia de Mockus, uno de los cofundadores. ¡°Siguiendo los preceptos ¨¦ticos que han sido el fundamento y la bandera de mi vida, he decidido retirarme del partido¡±, a?ade. Minutos despu¨¦s apareci¨® la renuncia de Claudia L¨®pez. ¡°El Partido Verde termin¨® cooptado y controlado por una minor¨ªa petrista que no representa ni honra los valores, pr¨¢cticas y principios que he defendido y practicado¡±, dice su renuncia. ¡°La gravedad del sectarismo, la corrupci¨®n y el abuso de poder que se revela en los recientes hechos y esc¨¢ndalos, me hacen imposible permanecer en el partido¡±, a?ade.
Las renuncias marcan el fin de una era. En el 2010, cuando se lanz¨® a la Presidencia por el entonces marginal Partido Verde, Mockus representaba la anticorrupci¨®n para vencer al uribismo. ¡°Yo vine porque quise, a m¨ª no me pagaron¡±, dec¨ªa un famoso esl¨®gan de su campa?a, denunciando el clientelismo de la pol¨ªtica tradicional que apoyaba a ?lvaro Uribe y a su sucesor, Juan Manuel Santos. Mockus dec¨ªa que los recursos, la Constituci¨®n y la vida eran sagrados ¡ªmensajes que calaron cuando Uribe intent¨® reelegirse una segunda vez tras dos a?os de fortalecer la guerra y varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n¨D. Mockus representaba el deseo de un cambio en esas elecciones y logr¨® quedar de segundo. No gan¨®, pero sus votos le dieron un enorme impulso a los verdes.
El partido tuvo entonces otras figuras importantes, como Claudia L¨®pez, quien intent¨® recoger esa lucha contra el clientelismo y la corrupci¨®n. Ella, una acad¨¦mica que lleg¨® a la pol¨ªtica electoral en 2014, y su pareja, la hoy senadora Ang¨¦lica Lozano, fueron las dos grandes promotoras de una consulta popular para que se aprobaran siete normas para luchar contra la corrupci¨®n, como limitar la reelecci¨®n de los congresistas o prohibir a los corruptos pagar sus condenas penales en sus casas. Aunque perdieron esa batalla, L¨®pez continu¨® forjando su carrera como una l¨ªder sin miedo a denunciar los corruptos, y fue elegida en 2019 como la primera alcaldesa de Bogot¨¢. Aunque termin¨® su periodo con una baja aprobaci¨®n ciudadana, se perfila como candidata a la presidencia en 2026 ¡ªuna carrera electoral en la que los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n son un lastre¨D.
Las renuncias son solo el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la crisis. Cuando explot¨® el esc¨¢ndalo, algunos legisladores pidieron que el partido se declarara en independencia del Gobierno. La senadora Lozano, que se encuentra entre ellos, alega que los ¡°verdes petristas¡± tienen secuestrada a la colectividad a cambio de unos cargos en el Gobierno (como el de Sandra Ortiz). ¡°?Que nos devuelvan al verde!¡±, ha pedido, apelando a ese momento en que la colectividad significaba la anticorrupci¨®n y no el clientelismo. Lozano ya ven¨ªa en disputa con el senador Name, se?alado en el esc¨¢ndalo, quien le gan¨® el pulso por la presidencia del Senado el pasado 20 de julio. Curiosamente, entonces Name ten¨ªa el apoyo de la oposici¨®n de derecha y Lozano la de la bancada de Gobierno (que inicialmente prefer¨ªa al senador verde Inti Asprilla, aliado fiel del Gobierno).
Los dem¨¢s legisladores del que era un partido anticorrupci¨®n han ido tomando posiciones cr¨ªticas frente al esc¨¢ndalo de corrupci¨®n. ¡°Tenemos que reconstruir el partido. Eso es lo que quiero, pero lo que va a pasar es que alguno de los dos sectores se va a ir¡±, dec¨ªa el senador Ariel ?vila al peri¨®dico El Tiempo, antes de conocer la renuncia de L¨®pez y Mockus. ¡°El ¨²nico camino posible es la escisi¨®n¡±, escribi¨® la legisladora Cathy Juvinao despu¨¦s de conocer las renuncias. ¡°Me temo que si las directivas no son receptivas a aceptar el camino de la escisi¨®n, a integrantes como yo no nos dejar¨¢n otro camino que el que tom¨® Antanas Mockus¡±, a?adi¨®. El senador Jota Pe Hern¨¢ndez, el m¨¢s de derecha del partido y quien se ha aliado con el uribismo en el Legislativo, tambi¨¦n se distanci¨® del senador Name. ¡°Cuando ingres¨¦ al Partido Verde lo hice motivado por las banderas que l¨ªderes como Mockus representan¡±, escribi¨® en sus redes.
Esta no es la primera crisis que vive el partido verde. Como todas las otras colectividades, han tenido disputas y renuncias entre las alas m¨¢s de derecha y m¨¢s de izquierda, pero tambi¨¦n entre quienes se ven como l¨ªderes anticorrupci¨®n y quienes han sido identificados con la pol¨ªtica m¨¢s tradicional. Uno de los ¨²ltimos es Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez, el hoy director de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (DNI) y uno de los hombres m¨¢s poderosos del partido. Exmilitante de la guerrilla del M-19, como el presidente Petro, tras la desmovilizaci¨®n de ese grupo y la Constituci¨®n de 1991 empez¨® una carrera electoral de la mano de otro pol¨ªtico y antiguo miembro del eme, Luis Alberto El Tuerto Gil.
En los avatares de la pol¨ªtica partidista, los dos terminaron manejando un peque?o partido llamado Opci¨®n Centro, que fue mutando hasta convertirse en el Partido Verde. En el camino, Gil fund¨® su propio partido, amas¨® poder en el departamento de Santander y termin¨® condenado por parapol¨ªtica. Mientras tanto, Gonz¨¢lez se convert¨ªa en un gran contratista del Estado y el gran poder en la definici¨®n de a quien avalaba el partido.
Cercano a Iv¨¢n Name, Gonz¨¢lez busc¨® que los verdes apoyaran el Gobierno de su antiguo compa?ero de armas, Petro, e impuls¨® en la burocracia a personas como Sandra Ortiz. Su nombre ronda en el actual esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, pues era el director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) cuando supuestamente se pagaron los sobornos.
¡°?Por qu¨¦ callan los senadores y parlamentarios del partido verde ante el involucramiento del due?o de su partido, Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez (ojo, director nacional de inteligencia nombrado por Petro) en el tenebroso hecho de sobornos al Congreso con la plata de gesti¨®n del riesgo?¡±, preguntaba uno de los antiguos pol¨ªticos del partido verde, el exconcejal Juan Carlos Fl¨®rez, quien renunci¨® a la colectividad en 2011, cuando las alianzas con pol¨ªticos tradicionales empezaban a ser evidentes. Al verde tambi¨¦n renunciaron eventualmente otras figuras presidenciables como el sindicalista Luis Eduardo Garz¨®n, el matem¨¢tico Sergio Fajardo, o el exalcalde de Bogot¨¢ Enrique Pe?alosa. La crisis arranc¨® hace muchos a?os. Pero nunca hab¨ªa sido tan honda como ahora.
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