Los maestros colombianos, en riesgo ante un sistema de salud en caos
El Gobierno de Gustavo Petro y el sindicato Fecode acordaron en abril una reforma a un r¨¦gimen especial que acumulaba problemas desde hace a?os. La puesta en marcha, sin embargo, ha paralizado la prestaci¨®n de los servicios
A Clarice Sabogal, una profesora de matem¨¢ticas de 77 a?os, la llenaba de orgullo que los maestros colombianos tuvieran un r¨¦gimen especial de salud. Tanto que por eso era la ¨²nica en su familia que defend¨ªa al expresidente liberal Ernesto Samper (1994-1998). ¡°Nos dio los reg¨ªmenes especiales en la salud y las pensiones¡±, le dec¨ªa a su hijo, Rodrigo Hurtado. Sabogal hab¨ªa participado de las marchas sindicales de la Federaci¨®n Colombiana de Educadores (Fe...
A Clarice Sabogal, una profesora de matem¨¢ticas de 77 a?os, la llenaba de orgullo que los maestros colombianos tuvieran un r¨¦gimen especial de salud. Tanto que por eso era la ¨²nica en su familia que defend¨ªa al expresidente liberal Ernesto Samper (1994-1998). ¡°Nos dio los reg¨ªmenes especiales en la salud y las pensiones¡±, le dec¨ªa a su hijo, Rodrigo Hurtado. Sabogal hab¨ªa participado de las marchas sindicales de la Federaci¨®n Colombiana de Educadores (Fecode) para que el Gobierno reglamentara este derecho, contemplado en una ley de 1989. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, tiene alzheimer y es una de las pacientes que padece la crisis del r¨¦gimen especial. El presidente Gustavo Petro quiso arreglar problemas acumulados durante a?os, pero la puesta en marcha improvisada de una reforma devino en caos. ¡°Si mi mam¨¢ estuviera consciente, estar¨ªa muy enojada¡±, afirma Hurtado.
La familia de Sabogal se enter¨® el 20 de abril sobre el nuevo modelo de salud para maestros. Jos¨¦ Hurtado, el esposo de la profesora, ley¨® en El Tiempo que el Gobierno y Fecode hab¨ªan llegado a un acuerdo para ejecutar una reforma a partir del 1 de mayo, el D¨ªa del Trabajador. El pa¨ªs ya no se dividir¨ªa en diez regiones, sino en una ¨²nica red nacional de prestadores. La Fiduprevisora, una fiduciaria estatal, ya no contratar¨ªa operadores privados para organizar las redes de centros m¨¦dicos y hacer los pagos, sino que asumir¨ªa directamente la gesti¨®n del sistema. La promesa fue que los 820.000 afiliados tendr¨ªan m¨¢s opciones para escoger d¨®nde atenderse y que se reducir¨ªa la corrupci¨®n al eliminar a los intermediarios. Era similar a lo que se hab¨ªa buscado para todos los colombianos con la reforma del sistema universal de salud, que requer¨ªa de una ley que naufrag¨® en el Congreso.
En el caso de los maestros, el viejo r¨¦gimen distaba de ser perfecto. El diagn¨®stico que recibi¨® Sabogal en 2007 no fue en una cl¨ªnica del sistema, donde un m¨¦dico se limit¨® a decir que ten¨ªa ¡°la PU [la puta vejez]¡±. Lo obtuvo en el Centro de Memoria y Cognici¨®n Intellectus de la Universidad Javeriana. Hurtado padre, adem¨¢s, interpuso hace unos a?os una acci¨®n de tutela para que el fondo de los maestros cubriera el acceso de su esposa a una enfermera y a pa?ales ¡ªperdi¨® en segunda instancia¡ª. Sin embargo, en general la familia estaba satisfecha: Sabogal recib¨ªa medicamentos costosos y visitas de m¨¦dicos y terapeutas. Ahora, en cambio, sienten incertidumbre. ¡°El cambio no puede consistir en quitar lo que m¨¢s o menos funciona y reemplazarlo por lo que ni siquiera contesta el tel¨¦fono¡±, dice Hurtado hijo.
La angustia comenz¨® a finales de abril, cuando desaparecieron del sitio web las ¨®rdenes de los medicamentos que la profesora necesita para calmar los achaques del alzheimer. Nadie le daba raz¨®n a Hurtado padre sobre qu¨¦ hacer. La cl¨ªnica le hab¨ªa advertido que pronto terminaba el contrato con el r¨¦gimen para maestros y los tel¨¦fonos de asistencia no funcionaban. La familia opt¨® por denunciar la situaci¨®n en sus redes sociales, acudir a la sede de la Fiduprevisora en el norte de Bogot¨¢ y contactar a amigos en Fecode. Lograron unas nuevas dosis tras varios d¨ªas de insistencia, pero se mantiene la incertidumbre sobre otras necesidades.
Eliminar el r¨¦gimen especial y pasar a los docentes al sistema general no es una opci¨®n. ¡°Ella pele¨® por eso, ?cu¨¢ntas marchas se camin¨®? Hay que respetar la voluntad de los maestros¡±, afirma Hurtado hijo. ¡°Tienen un sentido de pertenencia muy fuerte: puede que el sistema sea malo, pero valoran que es de ellos¡±, a?ade. La prioridad, para el hijo de la profesora, es que los nuevos problemas se resuelvan lo m¨¢s pronto posible.
Los reclamos
En la ma?ana del jueves 9 de mayo, la sede de la Fiduprevisora en Bogot¨¢ est¨¢ repleta de maestros. Una de ellas es Ana Isabella Lombo, profesora de danza y arte a la que un alumno le rompi¨® los ligamentos de su mano en un accidente. Ha pasado una semana desde que una m¨¦dica de la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) le dijo que necesitaba una cirug¨ªa urgente. Desde entonces, ha ido a varias cl¨ªnicas. Todas le respondieron que no pueden operarla sin la autorizaci¨®n de Fiduprevisora, que a su vez le dice todos los d¨ªas que su solicitud est¨¢ en revisi¨®n y que espere unas horas m¨¢s. ¡°Les digo que no puedo esperar: se me va a gangrenar, me puedo quedar sin mano¡±, remarca.
Algo similar siente Clara In¨¦s Cruz, una docente pensionada de 76 a?os que est¨¢ angustiada porque tiene una enfermedad de alto riesgo y no sabe cu¨¢ndo tendr¨¢ sus controles. Sin nadie que conteste sus llamadas, sigui¨® el consejo que le dio una enfermera: acudir a la Fiduprevisora. Tras varias horas de espera, comenta que el problema ha sido la ejecuci¨®n acelerada del cambio. El Fondo del Magisterio (Fomag), con tres integrantes del Gobierno y dos de Fecode, aprob¨® la reforma el 1 de abril y le dio apenas un mes a la Fiduprevisora para ponerla en marcha. ¡°Me parece bien que cambie, pero debieron planearlo con un a?o o dos de antelaci¨®n¡±, afirma la docente.
En la calle hay a¨²n m¨¢s movimiento. Se manifiestan unas cuantas decenas de afiliados al Sindicato de Maestros y Trabajadores de la Educaci¨®n de Boyac¨¢ (Sindimaestros), que llegaron por la ma?ana en varios autobuses. ¡°Viva la lucha del magisterio boyacense¡±, exclama la secretaria de salud del sindicato, Luz Elena Benavidez, con un meg¨¢fono. ¡°?Viva! ?Viva! ?Viva!¡±, replican los maestros. ¡°?Exigimos contrataci¨®n inmediata!¡±, a?ade la l¨ªder sindical. ¡°?Exigimos! ?Exigimos! ?Exigimos!¡±, le responden. ¡°?Exigimos la entrega inmediata de todos los medicamentos!¡±. ¡°?Exigimos! ?Exigimos! ?Exigimos!¡±.
Benavidez comenta a este peri¨®dico que el reclamo no es contra el nuevo sistema en su conjunto. ¡°Tenemos un buen modelo: ven¨ªamos de operadores que usaban la salud como mercanc¨ªa y ahora desaparecen. El problema fue la improvisaci¨®n en la implementaci¨®n¡±. Cuenta que algunos prestadores no fueron contratados a tiempo y que algunos compa?eros de Tunja aparecen registrados en Chiquinquir¨¢, a 80 kil¨®metros de distancia. Le preocupan especialmente los tratamientos suspendidos de pacientes oncol¨®gicos. Sin embargo, enfatiza en que Sindimaestros no responsabiliza al Ejecutivo, pese a que los ministerios de Educaci¨®n, Trabajo y Hacienda suman tres de los cinco votos de la junta directiva del Fomag. ¡°El problema no es el Gobierno, sino la Fiduprevisora¡±, subraya.
El presidente Petro, por su parte, argument¨® durante un acto en Pereira (Risaralda) que los problemas se limitan a dificultades t¨¦cnicas. ¡°Queremos que el maestro y la maestra puedan escoger a qu¨¦ cl¨ªnica quieren ir. Eso hay que lograrlo y a¨²n no lo hemos hecho. Est¨¢ trabado por el software, que los lleva a los viejos operadores, burl¨¢ndonos el cambio que estamos haciendo¡±, afirm¨®.
La fiduciaria
Al interior de la Fiduprevisora, que ejecuta las ¨®rdenes del fondo, tambi¨¦n hay malestar. Una fuente en la entidad se?ala que la entidad financiera solo es ¡°la cara visible¡± y que la responsabilidad est¨¢ en el Fomag, que aprob¨® la reforma y orden¨® su puesta en marcha para el 1 de mayo. Asegura, adem¨¢s, que la fiduciaria y Fecode le dijeron a Petro que no pod¨ªan hacer los cambios tan r¨¢pido, pero que el mandatario insisti¨® en que la fecha del D¨ªa del Trabajador era innegociable. ¡°Dijo que quien no estuviera de acuerdo defend¨ªa la corrupci¨®n en el Fomag¡±, afirma la fuente. Agrega que les impusieron la tarea fara¨®nica de pasar de tener 10 contratos con operadores a miles, directos, con cl¨ªnicas, hospitales y todo tipo de proveedores m¨¦dicos: ¡°Vivo en una pesadilla kafkiana. ?Qu¨¦ parte del Estado colombiano puede contratar 3.000 empresas en tres semanas?¡±.
La fuente en la Fiduprevisora, que prefiere mantener su identidad bajo reserva para evitar represalias, tiene expectativas moderadas con el nuevo sistema. Por un lado, asegura que los problemas ¡°operativos¡± de estos d¨ªas se resolver¨¢n en dos o tres semanas: los contratos se formalizar¨¢n, se ajustar¨¢n requerimientos burocr¨¢ticos y habr¨¢ m¨¢s call centers. Tambi¨¦n valora que puede ¡°eliminarse gran parte de la corrupci¨®n¡± al quitar a los intermediarios. El problema, seg¨²n la fuente, es el manual tarifario que formul¨® el Ministerio de Salud para negociar los contratos. Las cl¨ªnicas y los hospitales lo rechazaron, lo cual llev¨® a que el Gobierno otorgara ¡°un cheque en blanco¡± a las tarifas que se abonar¨¢n. Asimismo, reconoce que la Fiduprevisora no tiene experiencia en salud. ¡°Nuestro negocio realmente es manejar patrimonio. Y ahora nos ponen a manejar medicamentos¡±.
Rol de aseguramiento
Tatiana Andia, profesora de sociolog¨ªa de la Universidad de los Andes y experta en salud, comenta por tel¨¦fono que el sistema incorpora algunos avances. Valora que, en el papel, ahora hay ¡°un modelo de salud¡±. ¡°Buscan que la Fiduprevisora tenga un rol de aseguramiento, que haga inteligencia de qui¨¦n y por qu¨¦ se enferma, audite cuentas y desarrolle programas para prevenir enfermedades. Estamos a a?os luz de que desarrollen esa capacidad, pero en la letra est¨¢ bien¡±, resalta. Asimismo, destaca la intenci¨®n de ampliar la oferta de prestadores para darles m¨¢s alternativas a los maestros, que antes ten¨ªan redes regionales m¨¢s peque?as y cerradas.
Pero, para Andia, tambi¨¦n se mantienen problemas estructurales. ¡°Cada vez hay menos maestros j¨®venes que entran al sistema y ayudan a financiarlo. La poblaci¨®n est¨¢ envejecida y la siniestralidad es alta [el 49% son mayores de 50 a?os]. Es dif¨ªcil hacer aseguramiento, quedas condenado a un pool de riesgos¡±, remarca. Adem¨¢s, se?ala que los profesores son una poblaci¨®n m¨¢s dispersa que la que suelen tener las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en el sistema general y que el r¨¦gimen es m¨¢s vulnerable a la politizaci¨®n de Fecode. Considera que hay preguntas irresueltas sobre c¨®mo contratar y qu¨¦ criterios utilizar para garantizar la sostenibilidad financiera y la calidad. ¡°Lo hicieron de af¨¢n, en cuatro meses de di¨¢logos, con una urgencia pol¨ªtica¡±, dice.
La acad¨¦mica cree que el Gobierno dej¨® pasar una gran oportunidad. La sinton¨ªa con Fecode le permit¨ªa probar en este r¨¦gimen especial varias ideas que se proponen para sistema general, como la eliminaci¨®n de los intermediarios privados. Pero los primeros d¨ªas de caos y desorganizaci¨®n han dejado una imagen negativa. ¡°Est¨¢ muy reciente, s¨ª. Y hay que ser paciente, s¨ª. Pero quienes sufren por su salud no pueden ser pacientes. Es un crimen que le pidas paciencia a una persona con tratamientos de vida o muerte¡±, subraya.
Con ella concuerda Hurtado hijo, desde la perspectiva del paciente. Critica la implementaci¨®n acelerada e improvisada de una reforma que el Ejecutivo presenta como un ensayo de lo que quiere replicar en el resto del pa¨ªs con la reforma a la salud. ¡°Uno se siente como el conejillo de indias. Y es injusto que sea as¨ª con quienes han sido m¨¢s fieles al presidente¡±, comenta, en referencia al apoyo constante de Fecode a los proyectos de Petro.
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