Madres y padres se organizan en defensa de sus hijos trans

Cuando ten¨ªa seis a?os, Mart¨ªn dio un mensaje claro. ¡°La vida es un r¨ªo: a una orilla est¨¢n las ni?as y en la otra los ni?os. A veces estoy en un lado y otras veces voy al otro. A veces estoy en el centro¡±. Su g¨¦nero es como el agua: fluye. As¨ª, con las palabras m¨¢s sabias que encontr¨®, se lo confes¨® a Ivania, su madre bi¨®loga. Amar¨² lo hizo a los tres a?os, cuando insisti¨® que su juguete era un ni?o, un ni?o como ¨¦l. Para Catherine siempre fue evidente que su hijo se sent¨ªa c¨®modo con una identidad diferente a la que le hab¨ªa sido asignada al nacer. Ivania y Catherine, Amar¨² y Mart¨ªn, forman parte de Familias y Amigos Unidos por la Diversidad Sexual (FAUDS), un grupo de m¨¢s de 100 familias que luchan para que los derechos de las infancias y adolescencias trans en Colombia sean respetados.

Entre risas y llantos ¡ªen la misma intensidad¡ª nueve madres, una abuela y un padre pasan tres horas conversando con EL PA?S. Todas vienen de ciudades y contextos sociales diferentes, con caracteres e historias de vida dis¨ªmiles, pero las ha unido el amor y el compromiso con construir un entorno cuidadoso y seguro para que sus hijas, hijos e hijes ¡ªapuntan¡ª sean quienes quieran ser. Bajo esa premisa naci¨® hace una d¨¦cada FAUDS. En Medell¨ªn, un pu?ado de mujeres se dio cuenta de que los miedos, dudas, y aprendizajes que se repet¨ªan entre ellas, como madres de infancias trans, ser¨ªan m¨¢s poderosos si se compart¨ªan con otras familias que vivieran lo mismo.

Con el paso del tiempo y, gracias al voz a voz, se han ido sumando m¨¢s personas. Hasta ahora, cuentan, son m¨¢s de 100 n¨²cleos familiares: madres, padres, cuidadores y abuelos. Han ido replicando la idea en otras ciudades, como Bogot¨¢. Ivania expresa que en esta red se consideran una familia elegida, lo que les hace sentir capaces de enfrentar los numerosos obst¨¢culos que viven las personas trans y sus familias en Colombia. Incluyendo la invisibilizaci¨®n y la patologizaci¨®n que sufren durante la infancia y la adolescencia. ¡°De las infancias trans no se habla en los espacios de activismo LGBTIQ+¡± sostiene Catherine, quien afirma que lo ha aprendido en a?os de activismo como lesbiana. Eso mismo pasa en la sociedad en general. El Gobierno no tiene datos de cu¨¢ntos ni?os y ni?as trans existen en el pa¨ªs. Tampoco existe una radiograf¨ªa oficial de la situaci¨®n que enfrentan las infancias con orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero diversas en sus entornos escolares, m¨¦dicos o, en general, sociales.

A ello se suman las violencias psicol¨®gicas, simb¨®licas, y f¨ªsicas que vive la poblaci¨®n trans de cualquier edad, muchas de las cuales se exacerban en la adultez y que, en muchos casos, tienen un desenlace fatal: cr¨ªmenes de odio. De acuerdo con la Defensor¨ªa del Pueblo en su informe sobre la poblaci¨®n OSIGD , en 2023 las mujeres trans fueron las que m¨¢s denunciaron m¨¢s violencia psicol¨®gica y f¨ªsica, con 135 reportes, por encima de cualquier otro sujeto LGBTIQ+. Solo la semana pasada, fueron asesinadas ocho mujeres trans. La conversaci¨®n gira hacia lo que ven como un riesgo inminente, el aterrizaje en el pa¨ªs del movimiento ¡°Con mis Hijos No te Metas¡±, ¡ªnacido en Per¨²¡ª en un proyecto de ley del mismo nombre. Lo ha radicado la senadora Lorena R¨ªos, del partido cristiano Colombia Justa y Libres, y propone reglas como prohibir cualquier tratamiento hormonal para menores de edad y limitar el uso de t¨¦rminos como ¡°reasignaci¨®n de g¨¦nero¡± en eventos masivos o de difusi¨®n p¨²blica. Los miembros de FAUDS se suman a las cr¨ªticas que han hecho a la propuesta varias oeneg¨¦s defensoras de derechos humanos y la Comisi¨®n de Diversidad del Congreso. Se?alan que va contra la jurisprudencia de la Corte Constitucional y especialmente de la sentencia a T-218 de 2022, en la que orden¨® la atenci¨®n integral en salud de las personas transg¨¦nero, incluyendo los procedimientos m¨¦dicos relacionados con la afirmaci¨®n de g¨¦nero. Adem¨¢s, reconoci¨® la autonom¨ªa de los menores de edad para acceder a estos.

En oposici¨®n, algunas de las madres participan en la plataforma ?Ley Integral Trans Ya!, que prepara el terreno para una iniciativa legislativa que garantice el derecho a la identidad de g¨¦nero y reconozca la violencia estructural y diferencial que viven las identidades de g¨¦nero diversas. ¡°Nos estrellamos con barreras en todos los lugares¡±, sostiene Paula, psic¨®loga y mam¨¢ de Antonia, de 15 a?os, para explicar el apoyo a la idea. En FAUDS se?alan la necesidad de hacer frente a los discursos que tildan de ¡°enfermos¡± a sus hijos, y de contar con normas que respalden derechos b¨¢sicos como la posibilidad de usar sus nombres identitarios en documentos oficiales sin enfrentar un estigma en los procesos burocr¨¢ticos, o que puedan usar los uniformes escolares con los que se sientan c¨®modos. Daniel Alejandro es hijo de Bibiana, una de las madres que conversan con este peri¨®dico. Es el ¨²nico hijo presente en la entrevista. Bibiana no puede evitar sollozar mientras detalla la violencia que vivieron cuando ¨¦l decidi¨® iniciar su transici¨®n. En su colegio, los directivos se negaban a llamarlo por su nombre masculino y le obligaban a usar el uniforme femenino. ?l enfrent¨® situaciones depresivas y tuvo ideaciones suicidas, pero, recalca, el apoyo de su madre lo salv¨®. ¡°Si la tengo a ella, puedo con todo¡±, dice tras contar que solo pudo graduarse con el nombre que eligi¨® gracias a una tutela.

Bibiana explica que para lograrlo fue clave el soporte del grupo de familias, esa sensaci¨®n de fortaleza colectiva. Los miembros de FAUDS se han convertido en expertos en muchas cosas: contenci¨®n psicol¨®gica, tr¨¢mites m¨¦dicos, argumentos legales. Han identificado en qu¨¦ EPS son m¨¢s reacios a atenderles, qu¨¦ m¨¦dicos tienen pr¨¢cticas discriminatorias y c¨®mo exigir sus derechos en un entorno en el que no hay una ruta especial para las personas trans. Ahora, dos a?os despu¨¦s, Alejandro estudia Psicolog¨ªa y sue?a con servir a su comunidad. Mientras lo narra, las madres y el padre lo escuchan atentos, y con un s¨ª uniforme respaldan la queja frente a lo dif¨ªcil que es encontrar un espacio escolar seguro. La traves¨ªa suele ser similar: ¡°andar mucho, entrenar colegios, entrenar a la sociedad en general¡±, aseguran. Pero para ellas, lo m¨¢s dif¨ªcil es lidiar con la violencia transf¨®bica en los entornos escolares, cuando sus hijos deben enfrentarla sin ellas.

No est¨¢n solos

Ivania ha dado su testimonio en contra del proyecto de ley de R¨ªos en sus audiencias en el Congreso. Las recuerda como un espacio doloroso. Rememora que en ellas ha recibido insultos y malos tratos. Pese a todo, ella y todos en FAUDS coinciden en que no se rinden y en que quieren hacer visible que esos menores existen y no est¨¢n solos, que la discriminaci¨®n afecta a todas sus familias. Las leonas ¡ª c¨®mo se nombran de manera jocosa ¡ª, afirman no estar dispuestas a flaquear ante discursos de odio, menos cuando han construido una comunidad que las apa?a y que sigue creciendo.

La red es un b¨¢lsamo y, al mismo tiempo, un espejo en que tambi¨¦n se ven sus propios prejuicios. La mayor¨ªa se cri¨® en familias tradicionales y hasta la transici¨®n de sus hijos les eran ajenos conceptos como disforia o expresi¨®n de g¨¦nero. ¡°Aqu¨ª nos cuestionamos cosas que nadie se cuestiona¡± se?ala Ana, madre de otra adolescente trans. Las ense?anzas les han llegado de formas diferentes, pero todas las han vivido.

¡°Cuando la diversidad toca la puerta de tu casa, es imposible no abrirle¡±, apunta Bibiana, quien detalla que el miedo se apoder¨® de ella cuando su hijo le confes¨® ser trans. Ella asist¨ªa asiduamente a una iglesia cristiana donde esos temas eran tab¨². Se enfrent¨® a sus creencias y abandon¨® el culto. El apoyo a su hijo prim¨®. Alejandro dice que ya no ve miedo en sus ojos, que son mejores amigos. Catherine subraya: ¡°Es un cambio de narrativa abismal porque nuestros hijos est¨¢n creciendo con nuestro apoyo¡±, apunta.

Priorizar la relaci¨®n familiar es la mejor de las armas contra la transfobia, reflexionan. Bibiana plantea que su tarea como madres no es solo aceptar qui¨¦nes son sus hijos, sino ganar fuerza gracias a que transitan ese nuevo camino en familia. ¡°Estamos todas plenas¡±, agrega Ana y abre la puerta para todas las familias que quieran acompa?arlas.

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