El precio de los arriendos presiona la inflaci¨®n de junio en Colombia y rompe la racha de 15 meses en descenso
El costo de la vida repunta dos d¨¦cimas hasta llegar al 7,18%
La lucha contra el alto costo de la vida en Colombia a¨²n se prev¨¦ lenta. Despu¨¦s de encadenar una racha de 15 meses en desescalada, el dato de junio muestra un repunte marginal de la inflaci¨®n: 7,18% anual, un 0,2% m¨¢s que en mayo. Se trata de un resultado en l¨ªnea con los c¨¢lculos de algunos analistas. Para buscar sus determinantes basta con revisar el comportamiento en los precios de los arriendos, algunos alimentos y servicios b¨¢sicos como la luz. Los resultados, publicados en la tarde del lunes por el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE), servir¨¢n como espejo para los responsables del Banco de la Rep¨²blica, centrados en desescalar la tasa a hasta el 5,3% para el cierre de a?o.
El proceso de desinflaci¨®n ya hab¨ªa enviado se?ales an¨®malas en abril y mayo, cuando la aguja se estanc¨® durante dos meses seguidos en 7,16%. El exdirector del DANE, hoy concejal de Bogot¨¢, Juan Daniel Oviedo, precisa en tono pedag¨®gico que los resultados denotan un freno al ritmo con el que ven¨ªan creciendo los precios: ¡°Se rompe la senda de ajuste con el que est¨¢bamos logrando que la velocidad del aumento en el costo de la vida disminuyera¡±. Lo dice para despejar la creencia extendida de que los movimientos descendentes en la curva inciden en el abaratamiento de los recibos del agua o de las frutas en el supermercado.
La gran sorpresa en los resultados de los ¨²ltimos tres meses es la evoluci¨®n de los alimentos, cuyos precios se hab¨ªan moderado pasajeramente. Pero las afectaciones clim¨¢ticas, con las sequ¨ªas de finales de 2023 y principios de este a?o, han espoleado de nuevo el precio de la papa un preocupante 64% anual. La cebolla tambi¨¦n subi¨® un 24,10% y en el campo de los alimentos ultraprocesados el chocolate y otros productos derivados subieron un 45,10% anual.
Las miradas para explicar el encarecimiento de la confiter¨ªa y otras golosinas como galletas o gelatinas apuntan al impacto del impuesto bautizado como ¡°saludable¡±, que desde octubre del a?o pasado impuso un gravamen progresivo de hasta el 10% a los productores de una diversidad de alimentos ultraprocesados. Ahora la mayor preocupaci¨®n, de cara al segundo semestre, pone el foco sobre el exceso de lluvias e inundaciones que se han anunciado con la llegada del fen¨®meno de ¡®La Ni?a¡¯. ¡°Es una alerta compleja porque vamos a necesitar m¨¢s fertilizantes en el campo, que en su mayor¨ªa los importamos de Rusia, Ucrania y Canad¨¢¡±, detalla Oviedo.
El aumento en el precio del transporte mar¨ªtimo, que fluct¨²a a lo largo del a?o y est¨¢ sujeto a movimientos geopol¨ªticos, tambi¨¦n presagia un aumento en los insumos para el campo colombiano. Sergio Olarte, economista jefe de ScotiaBank Colpatria, recuerda que el segmento de alimentos, en t¨¦rminos mensuales, dio un respiro el a?o pasado: ¡°Pero este la inflaci¨®n en esa divisi¨®n ha subido, del 2% hace tres meses, a un poco por encima del 5%. Hacia adelante, en todo caso, no vemos que los alimentos vayan a presionar significativamente al alza¡±.
Todo depender¨¢, en buena medida, de los caprichos del tiempo y de los imprevistos en los puertos internacionales. La buena noticia, remata Olarte, es que la inflaci¨®n base, un indicador muy apetecido por los economistas porque no cuenta los alimentos frescos ni la energ¨ªa por su volatilidad, no ha dejado de bajar pelda?o tras pelda?o hasta ubicarse hoy en un 6%: ¡°Hay una tendencia muy gradual que nos permite anticipar que vamos a terminar el a?o con una tasa de inflaci¨®n entre el 5,5% o 6%¡±.
Otro cap¨ªtulo de esta historia se concentra en el rengl¨®n que aglutina ¡°alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles¡±, que por sexto mes fue la que m¨¢s peso con un aporte de 2,81 puntos a la inflaci¨®n total. Andrea R¨ªos, responsable de estudios macroecon¨®micos en el centro de pensamiento Anif, precisa que al desgranar los datos, el costo de la tarifa de la luz ha sido el factor determinante, con especial incidencia en ciudades como Armenia, Tunja e Ibagu¨¦: ¡°Todas esas ciudades han tenido variaciones por encima del 2% mensual¡±.
Ya es parte del debate diario que algo anda mal con los recibos de la luz en Colombia. Si a principios de a?o el encarecimiento fue explicado por los costos en el uso de los generadores t¨¦rmicos a carb¨®n para complementar la labor de los embalses durante la temporada de sequ¨ªa, ahora parece haber l¨ªos de gesti¨®n m¨¢s profundos que no han sido resueltos. La peor parte se la han llevado, en l¨ªneas generales, los habitantes de la costa Caribe, donde el uso de aire acondicionado, refrigeradores y otros aparatos para enfriar han derivado en alzas desproporcionadas.
La ¨²ltima gran inquietud para los analistas gira en torno al precio de los arriendos. Liz Londo?o, economista de la universidad EAFIT de Medell¨ªn, recuerda que en este caso uno de los vectores para explicar la situaci¨®n tiene que ver con el ajuste anual a los precios de los alquileres, que se establece de acuerdo a la tasa de inflaci¨®n del a?o previo. Lo anterior significa que este 2024 el incremento ha sido del 9,28%. Francisco Paillie, director regional de la inmobiliaria estadounidense RE/MAX, agrega que se trata un asunto anidado a la subida de los cr¨¦ditos hipotecarios: ¡°La venta se baj¨® y mucha gente ha salido a buscar alquiler. Eso ha presionado los precios por una l¨®gica de oferta y demanda¡±.
Toda esta marea de n¨²meros, concluye Juan Daniel Oviedo, tiene un efecto psicol¨®gico y se refleja de forma clara en las quejas por el alza en los corrientazos, esos almuerzos con men¨²s baratos que se han convertido en santo y se?a del d¨ªa a d¨ªa en las calles de Colombia: ¡°El incremento en los precios de las empanadas, el bu?uelo, la arepa o el pastel de pollo absorben un mont¨®n del impacto en esta coyuntura porque el incremento a la electricidad, al salario m¨ªnimo y el gas domiciliario llevan a que la comida preparada fuera de casa se venda mucho m¨¢s cara¡±.
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