Las reformas imposibles a las que se aferra Juan Fernando Cristo para alentar la Constituyente de Petro
El nuevo ministro del Interior insiste en que un acuerdo nacional que desemboque en una asamblea constituyente es la mejor opci¨®n para lograr las reformas pol¨ªtica, judicial y al ordenamiento territorial, que han fracasado una y otra vez en el legislativo
El nuevo ministro del Interior del Gobierno de Gustavo Petro, Juan Fernando Cristo, ha dedicado la primera semana de su nombramiento a aclarar para qu¨¦ se usar¨ªa ¡ªy para qu¨¦ no¡ª la eventual asamblea nacional constituyente que ha propuesto con insistencia el presidente de Colombia. Cristo descarta en todos los tonos que se vaya a buscar la reelecci¨®n o la ampliaci¨®n del mandato: ¡°Es absolutamente imposible¡±, ha dicho en entrevistas. Asegura que ¨¦l fue uno de los que se opuso a que ?lvaro Uribe cambiara un art¨ªculo de la Constituci¨®n para quedarse en el poder y recuerda que su trabajo, cuando fue ministro del Interior del Gobierno de Juan Manuel Santos, fue clave para volver a prohibir la reelecci¨®n. Pero tambi¨¦n insiste con que hay cosas imposibles de cambiar en el legislativo, y nadie mejor que ¨¦l, exsenador, para saberlo. Para esos cambios no hay otra v¨ªa en esos puntos que una asamblea constituyente, dice.
Para el ministro, el gran prop¨®sito de la futura Constituyente consiste en lograr implementar tres grandes reformas que han fracasado una y otra vez en el Congreso de la Rep¨²blica: al sistema pol¨ªtico, a la estructura de la justicia, y al ordenamiento territorial. Aunque una constituyente no se abre para cambiar solo tres puntos: entrar¨ªa a revisi¨®n todo el texto. Petro, por ejemplo, a?adir¨ªa otros seis, como lo ha dicho en X. Entre ellos: la garant¨ªa inmediata al derecho universal a la educaci¨®n, la salud y las pensiones, el desarrollo econ¨®mico y social de los territorios excluidos, la reforma agraria y la adaptaci¨®n a la crisis clim¨¢tica.
Primero que una constituyente es el poder constituyente y el acuerdo nacional sobre los temas. Propongo:
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 4, 2024
1. Garant¨ªa inmediata al derecho universal a la educaci¨®n, la salud y las pensiones.
2. Nuevo ordenamiento territorial
3. El desarrollo econ¨®mico y social de los territorios¡ https://t.co/HqiF1fJqCu
Presidente y el ministro Cristo tendr¨¢n que definir bien los alcances. Pero por ahora Cristo asegura que esta opci¨®n no ser¨ªa impuesta por el Gobierno, sino el resultado de un gran acuerdo nacional con todos los sectores, incluida la oposici¨®n pol¨ªtica y los gremios empresariales. Esto no implicar¨ªa necesariamente la redacci¨®n de una nueva carta magna, sino la modificaci¨®n y el ajuste de algunos art¨ªculos, quiz¨¢s a trav¨¦s de un fast-track, como lo promovi¨® el presidente en Naciones Unidas. Cristo buscar¨¢, adem¨¢s, una nueva coalici¨®n legislativa que le permita consolidar las mayor¨ªas en el Congreso.
La historia pol¨ªtica del pa¨ªs ha demostrado que ni esas eventuales mayor¨ªas permitir¨ªan aprobar las tres reformas institucionales a las que se aferra Cristo para alentar la Constituyente de Petro. ¡°Hay reformas a la Constituci¨®n del 91 que se han intentado desde hace tiempo y han fracasado en el Congreso, pero mejorar¨ªan el funcionamiento del Estado, sin tocar los derechos de los colombianos¡±, afirm¨® el nuevo ministro en entrevista con Los Danieles.
Un ejemplo claro de esta negativa del Congreso para aprobar estos cambios estructurales es lo que pas¨® a finales del 2022, con la reforma pol¨ªtica, presentada por el Gobierno y liderada por el entonces presidente del Senado, Roy Barreras. En ese momento Petro ten¨ªa una poderosa coalici¨®n legislativa, con mayor¨ªas absolutas, que le aprobaron la reforma tributaria y el plan de desarrollo, pero que se neg¨® a votar la reforma pol¨ªtica. Esta afectaba directamente los intereses de los senadores m¨¢s poderosos del pa¨ªs, que ya saben ganar elecciones con el sistema actual y no tienen motivaciones para cambiar las reglas de juego. La reforma buscaba establecer ¡°listas ¨²nicas, cerradas, bloqueadas y con alternancia entre hombre y mujer¡±, para las elecciones al Congreso, a los concejos y a las asambleas. Esa idea consist¨ªa en eliminar el ¡°voto preferente¡±, en el que el elector puede votar por candidatos individuales, que ha sido criticado por diversos expertos porque debilita la cohesi¨®n de los partidos y mantiene los cacicazgos.
La iniciativa de reforma pol¨ªtica no tuvo el respaldo de los partidos tradicionales, al punto de que Roy barreras rompi¨® ante las c¨¢maras el proyecto de ley porque ¡°hab¨ªa perdido su esencia¡±. Esta reforma, que se ha presentado varias veces de forma fallida, tambi¨¦n est¨¢ consignada en el punto dos del acuerdo de paz. ¡°En el Congreso llevamos m¨¢s de 15 a?os tratando de hacer una reforma pol¨ªtica y no ha sido posible avanzar¡±, dijo Cristo en una entrevista con El Tiempo. Si esta reforma al sistema pol¨ªtico no se logr¨® en el momento en que Roy Barreras y Petro ten¨ªan los votos del partido Conservador, el partido de la U y el partido Liberal, no se lograr¨¢ pronto, o nunca, por la v¨ªa legislativa.
Ocurre algo similar con la reforma al ordenamiento territorial. Cristo ha insistido en la necesidad de pasar de un estado centralista a uno federal para mejorar las condiciones de vida y el desarrollo de las regiones distintas a la capital. ¡°Llevamos 33 a?os, desde que se firm¨® la Constituci¨®n del 91, esperando la autonom¨ªa territorial, pero hoy el pa¨ªs est¨¢ m¨¢s centralizado que en ese momento¡±, ha dicho en entrevistas. Seg¨²n el nuevo ministro hoy los departamentos y municipios reciben solo el 18% de los ingresos corrientes del Estado y la naci¨®n se queda con el 82%. ¡°Ning¨²n pa¨ªs se puede desarrollar as¨ª¡±, dice.
Cristo propone el acuerdo nacional que ayude a fortalecer la autonom¨ªa de los departamentos y municipios y repensar el pa¨ªs desde las regiones. Su argumento es que hoy en d¨ªa los gobernantes regionales son ¡°limosneros del Gobierno central¡±. Eso, para ¨¦l, genera el conflicto en los territorios y la ausencia del Estado. ¡°Hoy vemos a gobernadores y alcaldes pase¨¢ndose por las oficinas del Gobierno central, viendo a ver qu¨¦ proyecticos les financian, c¨®mo logran que los atienda un ministro, o un funcionario de segunda categor¨ªa. Eso es indigno para las regiones y ha atrofiado las posibilidades de desarrollo del pa¨ªs¡±, dijo Cristo en EL Tiempo.
Esa reforma tampoco ha avanzado en el Congreso porque hoy en d¨ªa los senadores y representantes a la c¨¢mara son figuras claves para la repartici¨®n de recursos para sus regiones desde el estado central, lo que com¨²nmente se llama ¡°mermelada¡±. Si el pa¨ªs destinara desde el nuevo ordenamiento el dinero suficiente para un departamento, o un municipio, que permitieran construir escuelas, hospitales y carreteras, los congresistas perder¨ªan su poder como intermediarios. ¡°Pa¨ªses como Estados Unidos, Italia y Espa?a cuentan con un sistema de autonom¨ªas. En Colombia tiene que volver a darse el debate de fondo sobre la autonom¨ªa territorial¡±, concluy¨® el ministro en su cuenta de X.
El ¨²ltimo de los cambios institucionales que Cristo propone incluir en la constituyente es la reforma estructural a la justicia. Aunque el Gobierno no ha dado muchos detalles sobre el contenido de ese proyecto, s¨ª ha establecido diferencias entre las cosas que se podr¨ªan cambiar v¨ªa reforma en el Congreso, y las que necesitar¨ªan una constituyente. Para darle tr¨¢mite a las primeras, el ministerio de Justicia presentar¨¢ un proyecto de ley que se ha preparado con una comisi¨®n de expertos y que incluye, sobre todo, alternativas para destrabar la justicia y llegar a m¨¢s territorios. En palabras Jorge Iv¨¢n Cuervo, profesor e investigador de la Universidad Externado, esta reforma apunta a resolver ¡°el desequilibrio entre la demanda judicial y la oferta de justicia, es decir, entre quienes demandan justicia y la capacidad del Estado para proveerla de manera oportuna, eficaz e igualitaria. Esto explica, en cierta medida, los problemas de acceso, de congesti¨®n y morosidad, y de efectividad de las decisiones judiciales¡±, escribi¨® en una columna reciente.
Para las segundas, que implican transformaciones profundas en el dise?o institucional de la justicia¡ªpor ejemplo en la elecci¨®n del Consejo Superior de la Judicatura, o en las funciones electorales de las cortes, o en la metodolog¨ªa para elecci¨®n del fiscal¡ªs¨ª se necesitar¨ªa la constituyente. Cuervo asegura en di¨¢logo con EL PA?S que en ese caso los grandes opositores a la reforma a la justicia son las altas cortes, ¡°que tienen una enorme capacidad de lobby ante el Congreso para que estos proyectos avancen¡±. El investigador explica que algunas sentencias de la Corte Constitucional tambi¨¦n han cerrado la puerta a una reforma a la justicia estructural por la v¨ªa del acto legislativo, as¨ª que ¡°no dejan otra opci¨®n para la reforma a la justicia distinta a una asamblea nacional constituyente¡±, a?ade.
Por ahora, Cristo empezar¨¢ a buscar di¨¢logos con distintos sectores de la pol¨ªtica nacional para intentar sumar fuerzas diversas que participen en el acuerdo nacional y en la posterior Constituyente. Inici¨® con una reuni¨®n con representantes del partido Comunes, conformado por exguerrilleros de las extintas FARC, quienes acordaron una hoja de ruta que permita ¡°relanzar el Acuerdo de Paz para garantizar su implementaci¨®n integral¡±, seg¨²n dijo Rodrigo Londo?o al terminar el encuentro. En las pr¨®ximas semanas habr¨¢ encuentros con los presidentes de los partidos tradicionales con el objetivo de recomponer la coalici¨®n legislativa, e incluso, buscar¨¢ un acercamiento con el expresidente ?lvaro Uribe, jefe de la oposici¨®n. Pero si abren la puerta a la constituyente, es probable que no solo se debatan las tres reformas imposibles de Juan Fernando Cristo: toda la carta pol¨ªtica estar¨ªa sobre la mesa.
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