Mar¨ªa G¨®mez, poeta: ¡°Mi Dulcinea es feminista¡±
La escritora colombiana publica ¡®Don Quijote a voces¡¯, un homenaje al cl¨¢sico de Cervantes, a la locura l¨²cida de su protagonista, y a las mujeres cuyas voces han sido silenciadas
¡°Yo quiero conversar con Dulcinea como una amiga¡±, cuenta Mar¨ªa G¨®mez Lara (Bogot¨¢, 34 a?os), una poeta colombiana que vive hace tres a?os en Madrid y hace nueve viene cocinando un libro que reescribe las voces de Dulcinea, de Sancho, o del mismo caballero andante de La Mancha. Retom¨¢ndolas como voces bogotanas, renov¨¢ndolas desde el siglo de oro, G¨®mez quer¨ªa darle una mirada feminista a Dulcinea, un altar a la amistad de Sancho, un homenaje a la locura del mismo Quijote. ¡°Es un homenaje para un libro que para m¨ª fue muy importante¡±, dice sobre la obra de Miguel de Cervantes. G¨®mez, ganadora en 2015 del Premio Loewe Joven por Contratono (Visor), este mes ha publicado en Colombia su quinto libro, Don Quijote a voces, con la editorial Pre-Textos ¡ªun poemario que tambi¨¦n est¨¢ disponible en Espa?a desde marzo.
Pregunta. Cervantes public¨® este libro en 1605. ?Por qu¨¦ regresar a Don Quijote?
Respuesta. Don Quijote es una obra enorme, es muchos libros, est¨¢ lleno de historias y de personas que son poetas. Para m¨ª, es sobre el amor a los libros, sobre lo que puede hacer la literatura en nuestras vidas. Para los que nos gusta mucho vivir en el mundo de la imaginaci¨®n, es un refugio. Hay una gente que ve molinos, hay otra que ve gigantes, un libro de miradas paralelas. Y es un libro sobre una manera de ver el mundo, una perspectiva: la de la locura l¨²cida. Don Quijote es el loco m¨¢s cuerdo de todos, un loco que se libera de las ataduras, un loco que es libre a trav¨¦s de las palabras. Para mirarlo en el mundo de hoy, cuando la sociedad nos determina unos roles, como el que nos han impuesto a las mujeres, alguien que se sale de ese lugar es la loca. Yo a esos locos los veo como lucidez, como libertad.
P. El libro empieza con la voz de la sobrina del Quijote, quien le tiene miedo a los libros. ¡°Dios nos libre de la enfermedad incurable y pegadiza / ser poeta: / una dolencia irreversible¡±.
R. Ocurre como en el libro original, en el episodio ¡®El escrutinio de la Biblioteca¡¯, cuando la sobrina est¨¢ quemando los libros, y ella y otros, en realidad, a lo que le tienen miedo es a la poes¨ªa. Le quieren quemar los libros a Don Quijote porque, dicen, perdi¨® el juicio por leer demasiado. Era un hidalgo tranquilo, ah¨ª leyendo sus libros de caballer¨ªa, y de repente se hart¨®, se cans¨® de las responsabilidades de la vida real, y dijo: quiero ser un caballeo andante y voy a salir a los campos a buscar unos gigantes para vencer. A m¨ª lo que me gusta de esta parte, que fue lo que trabaj¨¦ en el poema de la sobrina, es la fuerza tan grande de la poes¨ªa para que alguien crea que, quem¨¢ndola, evita que alguien m¨¢s se enloquezca. Es al rev¨¦s: la poes¨ªa es lo que nos mantiene cuerdos. La poes¨ªa es lo que nos mantiene humanos.
P. Su libro, Don Quijote a voces, realmente es las voces de muchas mujeres.
R. Para m¨ª es muy importante subirle el volumen a las voces de las mujeres, porque hemos sido silenciadas durante la historia de distintas maneras. Es una preocupaci¨®n vigente: en Afganist¨¢n, recientemente prohibieron el sonido de la voz de las mujeres en p¨²blico. La voz de las mujeres tiene el derecho de ocupar un espacio en el mundo.
P. ?Tambi¨¦n fueron silenciadas sus voces en Don Quijote?
R. Pero por supuesto. Escog¨ª a tres mujeres, Marcela, Zoraida y Dulcinea. Busco darles unas voces, o interioridad, que no hab¨ªa en el texto original, que sean su propia narradora, que cuenten su propia historia. Marcela es un personaje muy avanzado para la ¨¦poca de Cervantes. Es una pastora literaria y dicen que ella es una fiera, una asesina, la insultan terriblemente. Resulta que no correspondi¨® el amor de Gir¨®stomo, otro pastor, y este se suicid¨®. Lo que pas¨® en realidad es que Marcela decidi¨® ser libre y ella lo dice, en el libro original, libre de corresponder. Es una mujer due?a de su deseo, de su cuerpo, de su vida. A m¨ª me parece maravilloso que Cervantes la escribiera, que Don Quijote se ponga del lado de ella y diga: ay, s¨ª, d¨¦jenla en paz. Yo la retom¨¦ para ir m¨¢s lejos en su subjetividad, para contar que la acosan por su cuerpo (sus rizos de oro, sus dientes de perlas). Quer¨ªa permitirle decir que la belleza no le pertenece a nadie m¨¢s sino a ella misma, y que ella pueda identificarse como Marcela por su propia voz. Que ella pudiera decir: yo soy due?a de mis cicatrices, de mis heridas.
¡°Yo soy Marcela por la voz / y las heridas las abren ellos al s¨®lo querer apropiarse de esta piel que me cubre¡±.Marcela Desamorada, en 'Don Quijote a voces'.
P. ?Y cu¨¢l es la opuesta a Marcela en el libro?
R. Dulcinea. Ella es aparentemente la protagonista del Quijote, la doncella, la hermosa, la excelent¨ªsima se?ora. Pero ella casi no est¨¢ ah¨ª, pr¨¢cticamente todo es producto de la imaginaci¨®n de Don Quijote. ?l se inventa cosas que no tienen nada que ver con el personaje real. Don Quijote no ha visto a Dulcinea. Por eso ella no tiene voz, no tiene agencia sobre su historia, sobre la percepci¨®n que tenemos de ella las lectoras. En el poema que hice para ella quer¨ªa darle toda la voz, imaginarme qu¨¦ hubiera dicho. Esa Dulcinea es libre, mi Dulcinea es feminista. Mi Dulcinea no se aguanta m¨¢s a Don Quijote porque ¨¦l no tiene ni idea qui¨¦n es ella. Ella solo quiere que la dejen en paz, y si se va a desencantar se desencanta sola, no necesita que venga ning¨²n tipo a desencantarla.
P. ?Y qui¨¦n es Zoraida? De ella casi ni sabemos.
R. Zoraida es un personaje de un inciso en la Historia de El Cautivo. Ella es una mujer mora, ¨¢rabe, que se enamora de un cautivo cristiano, lo escoge, le dice: ¡°T¨², me voy contigo¡±. Abandona a su padre y sus joyas, abandona su riqueza, por irse con ¨¦l. Ella es libre en ese sentido. Pero hay mucho dolor despu¨¦s de ese momento de libertad, porque ella no habla castellano, y la gente a su alrededor decide qu¨¦ piensa ella. Se libera de su contexto, pero luego, en un nuevo lugar, est¨¢ encerrada en un idioma que no habla.
P. Zoraida encerrada en un idioma extranjero como muchos inmigrantes en Estados Unidos o en Espa?a.
R. S¨ª, y ah¨ª hay much¨ªsimo dolor, en ese encierro. A una persona que no habla el idioma, o que incluso hable otra variante del idioma, le dicen lo que debe pensar, lo que debe necesitar, lo que debe querer. El ¡°pero ellos, los inmigrantes est¨¢n bien aqu¨ª, deber¨ªan estar agradecidos de que los recibimos¡±. La lengua es identidad. Zoraida debe cambiarse el nombre a Mar¨ªa para que la acepten. Hablar la propia lengua, o la variante de la lengua, en donde sea que est¨¦s, es libertad. Es decir que no silencio mi propia voz, porque mi voz suena as¨ª, no suena de otra manera.
¡°Tendr¨ªa que buscar una voz tendr¨ªa que crearla entonces de la nada una lengua no materna no extranjera sino yo mi propia m¨²sica¡±.El Silencio de Zoraida, en 'Don Quijote a voces'.
P. En ese sentido, ?fue intimidante reinterpretar la voz de los personajes de Cervantes sin poder escribir como alguien del siglo de oro?
R. S¨ª, me demor¨¦ en publicar este libro por miedo, porque ?qui¨¦n soy yo para meterme con Don Quijote? Y como vivo en Espa?a, tuve cierta aprensi¨®n sobre c¨®mo va a ser recibido este texto en la tierra de Don Quijote, escrito por una colombiana. Pero luego lo pens¨¦ como un homenaje. Los autores que me acompa?an en la vida, como Cervantes, se vuelven como mis amigos, y uno a los amigos no se los toma con tanta solemnidad, con los amigos hace chistes. Los personajes de Don Quijote me son cercanos, yo quiero conversar con Dulcinea como una amiga y decirle ¡°mira, ya, hay que dejar a este porque de verdad no tiene idea qui¨¦n eres t¨²¡±.
P. Hablando de amistad, Sancho qued¨® para el final del libro.
R. S¨ª, a diferencia de las mujeres en el libro original, Sancho es el amigo que tiene toda la voz. Sancho es quien se va transformando hacia el mundo de la imaginaci¨®n de Don Quijote, porque este es un libro que tambi¨¦n es sobre la importancia de la amistad. Solemos poner en el centro de la vida las relaciones de pareja, cuando la amistad puede ser tan central. Por eso el poema que cierra mi libro es uno muy triste en el que Sancho le pide a Don Quijote que no se muera.
¡°Pero yo no quiero ¨ªnsulas ni gobiernos ni sirvientes / quiero a mi amigo Don Quijote que me entiende¡±.Sancho Amigo, en 'Don Quijote a voces'.
P. ?Llamar¨ªas tu libro una mirada feminista a Don Quijote?
R. S¨ª, creo que s¨ª. Soy feminista, y muy orgullosa de serlo.
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