Ternar a Gregorio Eljach, o el pragmatismo del poder
Cuesta trabajo leer al presidente Gustavo Petro. Mientras en su Gobierno se toman decisiones interesantes, resulta imposible ver y entender su agenda por tanto ruido
La designaci¨®n del secretario del Senado Gregorio Eljach como candidato del presidente Gustavo Petro en la terna para elegir procurador es un s¨ªmbolo muy potente de c¨®mo la pol¨ªtica tradicional se mantiene y sobrevive a pesar de todas las promesas de cambio. Se ha calificado esta selecci¨®n como una jugada maestra porque al designar a un hombre con amigos en todos los partidos pol¨ªticos, y que ha tenido por a?os un cargo de inmenso poder, deja casi sin ninguna posibilidad a los otros ternados, candidatos que tambi¨¦n salen de la entra?a pol¨ªtica, no sobra recordar. Si es id¨®neo o no, ni siquiera se debate.
El presidente Gustavo Petro ha dado una vez m¨¢s una muestra de pragmatismo m¨¢s all¨¢ de cualquier discurso. Sin estar obligado a hacerlo, hab¨ªa convocado a un proceso de selecci¨®n de hojas de vida que ven¨ªa caminando, pero en la decisi¨®n final lo desconoci¨® porque en el ajedrez de la pol¨ªtica el pragmatismo gana la partida. As¨ª ha sido y as¨ª ser¨¢. Con las ternas a Fiscal¨ªa y Defensor¨ªa, el presidente hab¨ªa mostrado un talante distinto al de ahora que atiende al puro y duro negocio pol¨ªtico.
Al presidente Gustavo Petro algunos le critican esta decisi¨®n porque durante a?os habl¨® de la posibilidad de hacer pol¨ªtica de otra manera, sin jugadas como la que acaba de hacer. El asunto tiene varias aristas, m¨¢s all¨¢ de la batalla por un cargo. Por un lado, hay debate jur¨ªdico por esa convocatoria de personas interesadas en el cargo y ya hay demanda de por medio, por el otro el presidente est¨¢ facultado para nombrar a cualquier candidato porque la ley le da la potestad de ternar. Elegir al secretario del Senado nos dice mucho sobre c¨®mo se tramitan los intereses pol¨ªticos y si resulta elegido, como todo parece indicar, hablar¨¢ tambi¨¦n sobre c¨®mo funciona el Congreso. En pol¨ªtica no hay nada escrito y todo puede pasar a¨²n. Hoy el camino parece despejado para Eljach y turbio para el organismo de control que deber¨ªa tener en su cabeza a alguien que no genere suspicacias. Sin embargo, cuando la elecci¨®n se le encomienda a los pol¨ªticos, qu¨¦ independencia se puede esperar. Algo de fondo est¨¢ mal en ese proceso de selecci¨®n.
La pregunta es si realmente es posible hacer pol¨ªtica de otra manera. Desde la campa?a, el hoy presidente Gustavo Petro dio muestras de pragmatismo al acercarse a personajes como Armando Benedetti a quien sostiene a pesar de las m¨²ltiples investigaciones en su contra, incluida una denuncia por violencia de g¨¦nero. ?Todo vale? En pol¨ªtica s¨ª y creer que es de otra manera es ingenuidad. El poder grande o peque?o es una prueba de fuego y son muy pocas las personas que salen bien libradas. En el camino, se convencen de que el fin justifica los medios.
El fin en este caso era atajar a dos candidatos en apariencia cercanos a uno de los opositores m¨¢s fuertes del Gobierno. Y el presidente puede ganar con su ternado. Detr¨¢s de la nominaci¨®n para la Procuradur¨ªa tambi¨¦n podr¨ªa estar la b¨²squeda de alg¨²n pacto para sacar adelante las reformas: ?dar a los congresistas un procurador amigo a cambio de votos para los proyectos del Gobierno? Si eligen a Eljach cabe preguntarse tambi¨¦n qu¨¦ pasar¨¢ con el debate sobre las funciones de la Procuradur¨ªa y si es necesario reformarla o acabarla.
Lo extra?o es que un presidente que hace la jugada de Eljach tiene dificultades para hacer alianzas pol¨ªticas de fondo necesarias para sacar adelante su agenda social. Prefiere el lentejismo al detal que la negociaci¨®n con los partidos. Es la paradoja de un l¨ªder que propone un acuerdo nacional mientras lanza fuego contra buena parte de los sectores que convoca al acuerdo. El discurso contra ¡°los ricos¡± y los medios de comunicaci¨®n se viene endureciendo con todas las consecuencias que puede traer. El presidente se escuda en su discurso del que ahora llama ¡°golpe de las corbatas¡± en un ejercicio de propaganda pol¨ªtica de gran impacto y de mucho riesgo institucional.
La oposici¨®n ha sido feroz, no hay duda, y m¨¢s fuerte desde sectores institucionales que en teor¨ªa no juegan en la pol¨ªtica. Ante los ataques el presidente responde de manera desproporcionada con discursos de odio y hace jugadas pol¨ªticas como la de nominar a Gregorio Eljach que puede dar un resultado inmediato, pero pueden pasar factura como ya le ocurri¨® con Benedetti y con el exprocurador Alejandro Ordo?ez por quien ¨¦l vot¨®.
Cuesta trabajo leer al presidente Gustavo Petro. Mientras en su Gobierno se toman decisiones interesantes y se hacen propuestas de reformas sociales necesarias que deber¨ªamos discutir mejor, resulta imposible ver y entender su agenda por tanto ruido. ?Es una torpeza suprema o una estrategia pol¨ªtica astuta para agitar rabias y calentar a las bases con miras a las pr¨®ximas elecciones? La pol¨ªtica no cambia, el que a veces cambia es quien llega a gobernar¡ o tal vez el poder lo muestra como es.
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