Choc¨®, entre las inundaciones y un paro armado del ELN
Los problemas estructurales del departamento del Pac¨ªfico han resurgido con la confluencia de las emergencias clim¨¢ticas y el incesante conflicto
La desgracia ha vuelto a dirigir la atenci¨®n hacia uno de los rincones m¨¢s marginados de Colombia. Choc¨®, el departamento de poblaci¨®n mayoritariamente afro y con mayores ¨ªndices de pobreza, anclado entre las selvas y r¨ªos del litoral Pac¨ªfico, est¨¢ afrontando el ¨²ltimo tramo del a?o como lo empez¨®: sumergido en emergencias en una de las regiones del mundo donde m¨¢s llueve. En enero, un derrumbe acab¨® con la vida de por lo menos 39 personas en la v¨ªa que comunica a la capital, Quibd¨®, con Medell¨ªn (Antioquia), una de las carreteras m¨¢s peligrosas del pa¨ªs. Diez meses despu¨¦s, 37.000 familias ¨Dalrededor de 200.000 personas¨D han resultado damnificadas por las inundaciones. El desbordamiento de los principales r¨ªos, Baud¨®, Atrato y San Juan, ha arrasado con viviendas, enseres, animales y cultivos. Zonas completas, como la que habitaba la comunidad ind¨ªgena El Salto, en el municipio de Bojay¨¢, han desaparecido. Y un paro armado decretado por la guerrilla del ELN ha dificultado la movilizaci¨®n de ayudas humanitarias.
El presidente de la Rep¨²blica, Gustavo Petro, presidi¨® este mi¨¦rcoles un Puesto de Mando Unificado sobre el impacto de las lluvias en todo el pa¨ªs. Lo hizo simb¨®licamente en Quibd¨®, donde reconoci¨® la urgencia de elaborar mapas de riesgo para avanzar en planes de reubicaci¨®n. ¡°Que la tragedia no se repita, no porque no vaya a haber desastres porque lamentablemente los gobiernos de hoy son gobiernos para regir la crisis clim¨¢tica, van de desastre en desastre y cada vez peores, sino para garantizar que, si se producen, el ser humano quede protegido, la vida quede protegida¡±, se?al¨®.
El jefe de Estado lleg¨® despu¨¦s del llamado de la gobernadora Nubia Carolina C¨®rdoba. ¡°Choc¨® est¨¢ bajo el agua¡±, alert¨® la mandataria el s¨¢bado pasado, al entregar los primeros reportes oficiales de la que calific¨® como la emergencia de mayores proporciones que ha enfrentado el departamento, una competencia dif¨ªcil. Las im¨¢genes divulgadas en redes sociales y medios muestran el agua, literalmente, hasta los techos. La creciente de los r¨ªos ha sorprendido a 27 de los 31 municipios del Choc¨®. ¡°Se?or presidente, se?ora vicepresidenta, no esperemos una tragedia para reaccionar en tiempo y articuladamente. Este panorama rebasa absolutamente la capacidad local¡±, expres¨® C¨®rdoba.
La gobernadora prorrog¨® la calamidad p¨²blica que hab¨ªa establecido meses atr¨¢s, porque el Choc¨® no termina de atravesar una emergencia cuando llega otra. Un d¨ªa despu¨¦s, el presidente Petro anunci¨® que declarar¨ªa la situaci¨®n de desastre nacional, priorizando a Choc¨®, Bogot¨¢ y La Guajira. Este mi¨¦rcoles emiti¨® el decreto que formaliza ese anuncio y que permite agilizar recursos para reconstruir ¨¢reas afectadas.
La falta de infraestructura b¨¢sica y de servicios esenciales aumenta la vulnerabilidad del Choc¨®, donde 7 de cada 10 habitantes subsiste en condiciones de pobreza. La corporaci¨®n Manos Visibles, una red que trabaja para reducir brechas de inequidad, advierte que 6 de cada 10 viviendas est¨¢n construidas con materiales fr¨¢giles; menos del 25% de la poblaci¨®n rural tiene acceso regular a agua potable, y hay, en promedio, menos de un centro de salud por cada 10.000 personas. ¡°Estamos hablando de un departamento rural y selv¨¢tico. Las construcciones son en materiales poco resistentes para un lugar donde llueve todos los d¨ªas. Sin infraestructura b¨¢sica se van a seguir repitiendo tragedias evitables¡±, apunta Giuliana Bryan ?lvarez, gerente de empoderamiento colectivo y g¨¦nero de la oeneg¨¦.
Las bajas inversiones para resolver problemas estructurales empeoran el impacto de las emergencias, como ocurri¨® a comienzos de a?o. ¡°Adem¨¢s del gobierno departamental, estuvo involucrado el nacional, pero nunca llegaron las acciones de mitigaci¨®n, ni prevenci¨®n. Estamos en un departamento en riesgo ambiental que se mantiene en alerta todos los d¨ªas¡±, agrega Bryan ?lvarez.
Otro problema es el manejo inadecuado de residuos, especialmente, en comunidades rurales y ribere?as. En muchos casos, las basuras van a parar a los r¨ªos. Marino Moreno, integrante del comit¨¦ c¨ªvico por la salvaci¨®n y la dignidad del Choc¨®, dice que no hay un plan de dragado para remover los materiales. ¡°Esto est¨¢ en los acuerdos de los paros c¨ªvicos de hace 8 a?os y han pasado varios gobiernos que no han cumplido. Si no se atiende esta solicitud, vamos a tener muy pronto desapariciones de pueblos enteros o tragedias m¨¢s graves¡±, subraya.
En el Choc¨® todo se junta, como si el departamento de 605.000 habitantes estuviera condenado a reunir los males que aquejan al pa¨ªs. La violencia no cesa ni siquiera ante la crisis: el ELN, la guerrilla m¨¢s antigua en armas en Colombia, solo relaj¨® su paro armado en la noche del martes, cinco d¨ªas despu¨¦s del inicio de las emergencias, con el anuncio de corredores humanitarios. ¡°Frente a esta realidad tan dura que viven todos estos hermanos de esta parte del departamento del Choc¨®, invitamos a que todos estos grupos entren en un verdadero esp¨ªritu de di¨¢logo¡±, pidi¨® Monse?or Mario de Jes¨²s ?lvarez, obispo de la Di¨®cesis de Istmina-Tad¨®. En 2023, el Choc¨® concentr¨® el 44% de la poblaci¨®n afectada por confinamientos forzados con 20.720 v¨ªctimas. Adem¨¢s de la ola invernal, el encierro bajo intimidaciones tambi¨¦n amenaza la seguridad alimentaria.
La Gobernaci¨®n ha desplegado la entrega de toneladas de ayudas, consistentes en kits de alimentos, cocina y aseo. La gobernadora ha insistido en la necesidad de un apoyo efectivo de la Unidad Nacional de Gesti¨®n de Riesgos y Desastres (UNGRD), la entidad nacional que recientemente ha sonado m¨¢s por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que por la acci¨®n oportuna ante los riesgos de emergencias.
Cuando el derrumbe de enero pasado enlut¨® al Choc¨®, sus habitantes lamentaban el racismo estructural reflejado en la desconexi¨®n y el olvido que hist¨®ricamente han marcado a esa regi¨®n del pa¨ªs. Recordaban que aquella tragedia no hab¨ªa sido la primera y tem¨ªan que tampoco fuera la ¨²ltima. El Choc¨® es un departamento que siempre duele.
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