El historial de ¡®Pichi¡¯, el narco recapturado este lunes que ya se ha fugado tres veces
?scar Camargo R¨ªos es catalogado por las autoridades como ¡°el Pablo Escobar bumangu¨¦s¡±. Los alcaldes de Medell¨ªn y Bucaramanga piden que sea recluido en una c¨¢rcel fuera de esas ciudades
En la madrugada de este lunes, el director de la polic¨ªa de Colombia, William Salamanca, ha anunciado la recaptura de ?scar Camargo R¨ªos, Pichi, un reconocido narcotraficante se?alado de ser ¡°el Pablo Escobar bumangu¨¦s¡±. Su nombre es conocido para las autoridades de Santander y Antioquia, los dos departamentos donde ha residido y ha desarrollado su carrera delictiva. En 2011, cuando fue identificado por primera vez, ya sumaba casi una d¨¦cada como expendedor de drogas y su rostro aparec¨ªa en los organigramas de bandas criminales de esas dos ciudades.
Su accionar delictivo y su historial de fugas ha llevado a que los alcaldes de Bucaramanga y Medell¨ªn, Jaime Andr¨¦s Beltr¨¢n y Federico Guti¨¦rrez, se unan para pedirle al Gobierno Nacional que env¨ªe a Camargo a una prisi¨®n lejos de esas ciudades. ¡°Pedimos que el lugar donde se lleve a este bandido no sea cercano a las regiones donde ven¨ªa operando porque es volverlos a agrupar a quienes han sido capturados¡±, dijo el alcalde Beltr¨¢n este lunes.
El historial de escapes de Pichi es, hasta ahora, uno de los m¨¢s amplios en Colombia. En 2011, logr¨® evadir un operativo de captura a varios hombres de su organizaci¨®n. Fue solo su primer escape. Seg¨²n un informe del Instituto Penitenciario y Carcelario de Colombia (INPEC), en ese entonces se radic¨® en Venezuela, donde sigui¨® manejando el expendio de drogas en Bucaramanga, al nororiente de Colombia. Cuatro a?os despu¨¦s lograron su recaptura. Apenas 54 d¨ªas m¨¢s tarde aprovech¨® un permiso de salud para huir de nuevo, saltando del segundo piso de un hospital donde era atendido.
Tres a?os despu¨¦s, en 2018, las autoridades volvieron a capturarlo. Condenado por concierto para delinquir, tras un a?o en la c¨¢rcel un juez determin¨® que pagar¨ªa su pena en su casa. No tuvo que escapar de nuevo: meses despu¨¦s, el INPEC determin¨® que hab¨ªa vulnerado la medida y se merodeaba por las calles de la capital antioque?a. Dur¨® dos a?os fuera del poder de las autoridades hasta que fue detenido por tercera vez, en esta ocasi¨®n en Envigado, municipio conurbado con Medell¨ªn. Reincidente en la fuga, la justicia lo envi¨® a la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Valledupar. Tres a?os m¨¢s tarde, en 2023, un juez de la Rep¨²blica le otorg¨® nuevamente el beneficio de prisi¨®n domiciliaria, cambiando una c¨¢rcel por su mansi¨®n en El Poblado, una de las zonas m¨¢s exclusivas de Medell¨ªn.
A pesar de su perfil criminal y sus fugas e incumplimientos, dos jueces de la Rep¨²blica confirmaron ese beneficio en 2024. Eso pese a que, entre junio y agosto de este a?o, el INPEC alert¨® de que en al menos en 14 visitas de miembros de la instituci¨®n a la casa de Camargo, no lo hab¨ªan encontrado, por lo que habr¨ªa estado incumpliendo su sanci¨®n. Seg¨²n una fuente del Instituto, el criminal desactivaba o dejaba el brazalete en su residencia mientras sal¨ªa de la ciudad junto a sus escoltas.
Hasta septiembre pasado, esta historia de escapes y capturas era una an¨¦cdota de picaresca judicial. Eso cambi¨® cuando su abogado William Cristancho dijo a la prensa que Camargo se convertir¨ªa en gestor de paz, una figura que permite cierta libertad a los integrantes o exintegrantes de grupos armados que pueden servir de puentes entre el Ejecutivo y esas estructuras con miras a establecer negociaciones de paz. El anuncio desat¨® las cr¨ªticas de los gobiernos locales y, esa misma tarde, la oficina del Alto Comisionado de Paz desminti¨® esa noticia. Fue tal la pol¨¦mica que la ministra de Justicia, ?ngela Mar¨ªa Buitrago, tuvo que calmar los ¨¢nimos. Con Pichi convertido en figura nacional, d¨ªas despu¨¦s se conoci¨® que la Comisi¨®n de Disciplina Judicial investigar¨ªa a las dos juezas que le permitieron pagar sus penas desde su casa, la de 2018 y la de 2023.
A Pichi las autoridades lo distinguen, entre otras cosas, por cambiar su apariencia despu¨¦s de cada fuga. En las primeras fotograf¨ªas que usaban las autoridades para perseguirlo, de 2011, se le ve¨ªa con el cabello tinturado de rubio; despu¨¦s reapareci¨® sin pelo; en su m¨¢s reciente detenci¨®n, se le ve con barba y otro corte. Su b¨²squeda no era un asunto menor, entre otras cosas, porque la Polic¨ªa de Bucaramanga lo ha se?alado de ser el responsable de la distribuci¨®n del 98% de microtr¨¢fico all¨ª, con un control casi absoluto de las drogas que se mueven en la ciudad.
Mientras el narco ha ido y salido de la c¨¢rcel y de su casa, sus tent¨¢culos se expandieron por el ¨¢rea metropolitana de Bucaramanga. Es se?alado de encabezar la banda criminal Los San Rafa, dedicada al narcotr¨¢fico y a la que las autoridades le atribuyen al menos 200 homicidios.
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