Colombia sigue sin reconocer ganador a un mes de la posesi¨®n presidencial en Venezuela

Nicol¨¢s Maduro se atrinchera en juramentarse para un nuevo periodo como presidente de Venezuela a partir del 10 de enero, a pesar de que todas las evidencias disponibles muestran que perdi¨® por paliza las elecciones del 28 de julio ante el opositor Edmundo Gonz¨¢lez. La postura del heredero de Hugo Ch¨¢vez ha descolocado a la diplomacia colombiana, que hab¨ªa apostado por una salida negociada a la crisis poselectoral de su principal vecino. A un mes de la fecha marcada en el calendario para la toma de posesi¨®n, el Gobierno de Gustavo Petro ha insistido en que no habr¨¢ reconocimiento sin actas electorales, pero tampoco ruptura de relaciones, en un acto de equilibrio dif¨ªcil de sostener en el tiempo.

¡°Colombia va a mantener las relaciones con el Gobierno de Venezuela independientemente de la calificaci¨®n del proceso electoral del d¨ªa 28 de julio¡±, ha reafirmado el fin de semana el viceministro de Relaciones Exteriores, Jorge Rojas, muy cercano a Petro, al atribuirse la vocer¨ªa en el delicado asunto. ¡°Las relaciones con Venezuela son un asunto de Estado. Romper las relaciones como qued¨® demostrado no funcion¨® y le hizo mucho da?o a una relaci¨®n hist¨®rica y a la seguridad¡±, le dijo al peri¨®dico El Tiempo, en referencia a los tiempos en que Iv¨¢n Duque, el antecesor de Petro, promovi¨® el fallido ¡°cerco diplom¨¢tico¡± contra Maduro. Rojas asegur¨® en la entrevista que, ¡°por lo pronto¡±, ¨¦l es el encargado de mantener un canal directo ¡°con el Gobierno actual de Venezuela¡±, pues el canciller, Luis Gilberto Murillo, resistido en Caracas por haber sido antes embajador en Estados Unidos, ¡°est¨¢ muy ocupado en ?frica y Oriente Medio¡±.

Petro, que restableci¨® las dif¨ªciles relaciones con la Rep¨²blica Bolivariana en uno de los logros tempranos de su mandato, se ha esforzado en encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica y dialogada. Colombia comparte con Venezuela una porosa frontera de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros y tambi¨¦n es por mucho el principal pa¨ªs de acogida de la di¨¢spora venezolana, con casi tres millones de migrantes en su territorio. Caracas adem¨¢s es uno de los garantes en las negociaciones de la paz total con la guerrilla del ELN y las disidencias de las extintas FARC. En medio de la normalizaci¨®n de las relaciones, Petro y Maduro sostuvieron siete encuentros entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023, pero hace ya un a?o que no se re¨²nen.

Los d¨ªas en que Colombia buscaba mediar por una soluci¨®n, en un esfuerzo conjunto con Brasil ¨Cy en un primer momento tambi¨¦n con M¨¦xico¨C, han ido quedando atr¨¢s. ¡°Pareciera que se ha debilitado un poco esa iniciativa. Pero no de nuestra parte. Seguimos apoyando la idea de una transici¨®n en paz con el concurso de algunas potencias extranjeras¡±, admiti¨® el propio Edmundo Gonz¨¢lez en una entrevista con este peri¨®dico en Madrid, donde aterriz¨® en septiembre. En esa charla manifest¨® que se propone estar en Venezuela el 10 de enero para tomar posesi¨®n.

Las diplomacias de Colombia y Brasil hicieron malabares para capotear las cr¨ªticas internas tanto a Petro como a Luiz In¨¢cio Lula da Silva por no condenar con contundencia a Maduro. La mayor¨ªa de las democracias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, e incluso la Uni¨®n Europea, endurecieron muy pronto el tono, mientras que Bogot¨¢ y Brasilia se cuidaron de no quemar del todo los puentes con el chavismo, al tiempo que evitaban reconocer ganador alguno ¡ªPetro incluso desatendi¨® el pedido del Congreso colombiano para reconocer a Edmundo Gonz¨¢lez como presidente electo¡ª. En sus primeras comunicaciones, deslizaron la posibilidad de un Gobierno de coalici¨®n transitorio y nuevas elecciones con garant¨ªas para todos como salidas a la crisis, pero esa idea fue rechazada tanto por la oposici¨®n como por el chavismo. Lula vet¨® el ingreso de Venezuela a los BRICS en octubre, y el mes pasado evidenci¨® su hartazgo al declarar que ¡°Maduro es un problema de Venezuela¡±, no de Brasil.

Petro, por su parte, ha sembrado dudas sobre el proceso electoral venezolano en sus declaraciones recientes. ¡°Todo lo que se hab¨ªa hablado en M¨¦xico, Colombia y Barbados para que pudieran ocurrir unas elecciones libres no ocurri¨®¡±, dijo en septiembre, de visita en Nueva York para la Asamblea General de Naciones Unidas, en referencia a tropiezos como la inhabilitaci¨®n de Mar¨ªa Corina Machado, la l¨ªder de la oposici¨®n venezolana que se vio empujada a ceder su lugar a Edmundo Gonz¨¢lez. Tambi¨¦n insisti¨® en que ¡°un pa¨ªs bajo sanciones econ¨®micas no es libre para votar¡±.

El mes pasado lleg¨® a tildar las elecciones como ¡°un error¡±, y hace una semana insinu¨® que el chavismo perdi¨® el arraigo popular. ¡°Miren lo que le pasa a Venezuela, que ya no saben si es democracia, ya no saben si es revoluci¨®n, ya el pueblo no los quiere¡±, afirm¨® entonces. Los comicios, reiter¨® en una entrevista con Clar¨ªn publicada este lunes, ¡°no fueron libres no s¨®lo porque la oposici¨®n no tuvo garant¨ªas, sino porque el pueblo en general, sea de oposici¨®n, sea oficialista o no haya votado, estaba bajo el fusil del bloqueo econ¨®mico¡±. Hay que buscar el momento para que haya elecciones libres, esboz¨® sin m¨¢s detalles. En la noche, record¨® en redes sociales que el presidente es el responsable de las relaciones exteriores. ¡°En su debido momento decidir¨¦ si asisto a no a la posesi¨®n del actual presidente de Venezuela¡±, escribi¨® en respuesta a una proposici¨®n de la C¨¢mara de Representantes para que no vaya ning¨²n representante de Colombia.

Para Ronal Rodr¨ªguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢, el presidente de Colombia ¡°ha ido cambiando su posici¨®n, y comparativamente frente a otros temas de la agenda internacional, en este ha sido m¨¢s cauto¡±, se?ala. ¡°Petro juega con esas din¨¢micas de ambig¨¹edad para no definirse, sobre todo porque el costo pol¨ªtico de reconocer a Nicol¨¢s Maduro ser¨ªa muy alto para ¨¦l dentro de la pol¨ªtica interna colombiana¡±, apunta. En un estudio reciente de la encuestadora Cifras y Conceptos, el 90% de los consultados no esta? de acuerdo con que el Gobierno colombiano reconozca a Maduro, una figura ampliamente repudiada.

Los intentos de Colombia por sostener una posicio?n ponderada en direccio?n a una salida negociada no rindieron frutos y el Gobierno de Petro ¡°se embrolla en las acrobacias narrativas para reconocer a Nicola?s Maduro y conservar la relacio?n bilateral, tratando de minimizar los costos poli?ticos¡±, apunta el Radar Colombia Venezuela de la Fundaci¨®n Konrad Adenauer y el Observatorio de Venezuela. ¡°El re?gimen venezolano muy seguramente condicionara? las relaciones bilaterales al reconocimiento de Nicola?s Maduro como presidente de Venezuela por parte de las autoridades colombianas y subordinara? temas como su participacio?n en calidad de garante en el proceso de la ¡®paz total¡¯ y el abastecimiento energe?tico, a una clara sen?al de apoyo del presidente Petro¡±, vaticina ese an¨¢lisis.