Petro cumple dos a?os de relaciones con Maduro, el vecino inc¨®modo

El vecino m¨¢s inc¨®modo de Colombia se ha convertido en la prueba de fuego para el liderazgo internacional al que siempre ha aspirado Gustavo Petro, quien llega este mi¨¦rcoles a la mitad de su cuatrienio. Luego de las presidenciales del pasado 28 de julio, en las que Nicol¨¢s Maduro se proclam¨® ganador frente a Edmundo Gonz¨¢lez sin exhibir hasta ahora ninguna evidencia cre¨ªble, las relaciones con Venezuela han pasado de ser valoradas como el mayor logro temprano de la diplomacia colombiana bajo el Gobierno de Petro, a una enorme crisis poselectoral, con graves sospechas de fraude, en la que el mandatario se juega su prestigio.

El primer presidente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea, que camina en arenas movedizas, ha sido consistente en se?alar la necesidad de una salida dialogada a la crisis venezolana. ¡°Hay que construir un camino com¨²n y pac¨ªfico¡±, apuntaba este martes al hacerse eco de la noticia de que Estados Unidos brindaba un apoyo expl¨ªcito a la mediaci¨®n de Brasil, M¨¦xico y Colombia para una ¡°transici¨®n¡± en Venezuela. La v¨ªspera, en otro mensaje en X, su canal de comunicaci¨®n predilecto, apuntaba en un tono m¨¢s l¨²gubre que ¡°la oposici¨®n y Maduro deben llegar a un acuerdo pol¨ªtico porque, si no, estallar¨¢ el ¨¦xodo y la guerra en Am¨¦rica toda¡±.

¡°Como vecinos y pueblos hermanos, Colombia y Venezuela estamos en una situaci¨®n extremadamente vulnerable, y lo primero que tenemos que defender es los pueblos y la paz. Mi Gobierno no cae en la estrategia de la guerra y la separaci¨®n de los pueblos. El camino es buscar la verdad y sobre ella lograr las soluciones en favor de la democracia¡±, escribi¨® Petro sin mencionar por nombre propio a Edmundo Gonz¨¢lez. Los dos pa¨ªses comparten m¨¢s de 2.200 kil¨®metros de una porosa frontera, y Colombia es por mucho el principal pa¨ªs de acogida de la di¨¢spora venezolana, con cerca de tres millones de migrantes en su territorio.

Desde la noche de los comicios, Petro, un tuitero compulsivo que nunca se ha distinguido por ser t¨ªmido en sus opiniones, muy vocal frente a las crisis pol¨ªticas que han sacudido antes a Per¨² o Guatemala, ha hecho un inusual ejercicio de contenci¨®n en sus pronunciamientos de redes sociales. Ya se hab¨ªa referido antes a la necesidad de ¡°un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veedur¨ªa de todas las fuerzas pol¨ªticas¡± de Venezuela, as¨ª como a una ¡°veedur¨ªa internacional profesional¡±. Su canciller, Luis Gilberto Murillo, manifest¨® esta semana la preocupaci¨®n del Gobierno por la violencia despu¨¦s de las elecciones y ha pedido ¡°que haya mucha cautela, mucha prudencia¡±. La diplomacia colombiana hace malabares en un momento convulso, en medio de la lluvia de cr¨ªticas de la oposici¨®n por no condenar con contundencia al r¨¦gimen chavista y su deriva autoritaria.

La llegada de Petro marc¨® con nitidez un nuevo ciclo. El restablecimiento y normalizaci¨®n de las siempre dif¨ªciles relaciones con la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela fue uno de los logros tempranos de su Gobierno. Bogot¨¢ y Caracas superaron los a?os de diferencias irreconciliables durante el periodo del conservador Iv¨¢n Duque, el principal promotor de un fallido ¡°cerco diplom¨¢tico¡± sobre el heredero de Hugo Ch¨¢vez. Las tensiones se agravaron desde febrero de 2019 por el intento de la oposici¨®n venezolana, en cabeza entonces de Juan Guaid¨®, de ingresar alimentos y medicinas por los puentes fronterizos, un episodio que Maduro calific¨® en su d¨ªa como un intento de ¡°invasi¨®n¡± y que lo llev¨® a romper del todo las relaciones.

La bienvenida ¡°normalizaci¨®n¡± est¨¢ en riesgo. Colombia y Venezuela han vuelto a estar conectadas por tierra y por aire. A pesar de los m¨²ltiples escollos, Petro concret¨® en los primeros meses de su periodo la reapertura de la extensa frontera, aunque el comercio no ha repuntado al ritmo esperado. La reactivaci¨®n de los vuelos es una realidad. Avianca, la principal aerol¨ªnea de Colombia, ha vuelto a aterrizar en Maiquet¨ªa. En paralelo, el presidente ha puesto la diplomacia colombiana al servicio de su paz total, con la que se propone dialogar en simult¨¢neo con la guerrilla del ELN, las disidencias de las extintas FARC y otros grupos criminales. Ese esfuerzo pasa por Caracas, que ha sido garante y sede de las negociaciones con el ELN y las disidencias ¨Cque tambi¨¦n operan del otro lado de la l¨ªnea lim¨ªtrofe¨C.

Esos avances est¨¢n en entredicho, despu¨¦s de que el prop¨®sito de Petro de allanar el camino para unas elecciones con garant¨ªas para todos en Venezuela en este 2024 se estrell¨® con la noche de las actas ¡®perdidas¡¯. El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclam¨® la victoria de Maduro sin aportar evidencias, mientras que la oposici¨®n, liderada por Mar¨ªa Corina Machado, ha volcado en una p¨¢gina web los boletines del 83% de las mesas electorales que corroboran una victoria abrumadora de Edmundo Gonz¨¢lez.

¡°El presidente Petro ha tenido intenciones pertinentes, pero la ejecuci¨®n de su pol¨ªtica exterior con respecto a Venezuela ha sido gris¡±, valora el analista Mariano de Alba, un abogado venezolano especializado en relaciones internacionales. ¡°El restablecimiento de relaciones era la opci¨®n l¨®gica y necesaria si se ten¨ªa en cuenta a los ciudadanos de ambos pa¨ªses. Para ello no hab¨ªa m¨¢s opciones que cultivar un canal de comunicaci¨®n con el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro¡±, se?ala. ¡°Ahora, el presidente Petro tampoco ha logrado una gran capacidad de convencimiento sobre el Gobierno venezolano, siendo extremadamente cuidadoso de no molestarlo. Creo que el ejemplo m¨¢s determinante es la propuesta del acuerdo de garant¨ªas para quien resultar¨¢ perdedor de la elecci¨®n, la cual se termin¨® quedando en el aire y hubiese sido crucial concretarla antes del 28 de julio¡±, a?ade.

Ronal Rodr¨ªguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢, subraya que ¡°la diplomacia colombiana debe buscar, en una acci¨®n conjunta con Brasil, M¨¦xico y eventualmente Chile, que la situaci¨®n venezolana devenga en una negociaci¨®n que permita el retorno a la democracia¡±. Advierte, sin embargo, que, a diferencia de otros pa¨ªses, Colombia debe mantener una relaci¨®n de Estado con Venezuela independientemente de c¨®mo termine resolvi¨¦ndose la situaci¨®n, por la responsabilidad de protecci¨®n a los colombianos afincados del otro lado de la frontera.

Luego de los comicios, ha surgido una gran expectativa de que la soluci¨®n llegue a trav¨¦s del intento de mediaci¨®n de Brasil, M¨¦xico y Colombia, que buscan evitar un escalamiento del conflicto, por las consecuencias que ello tendr¨ªa en la regi¨®n, migratoria y pol¨ªticamente, apunta Mariano de Alba. ¡°Para tratar de mediar, esos gobiernos l¨®gicamente no pueden dinamitar sus puentes con Maduro¡±, razona. Los tres pa¨ªses han pedido al CNE no eludir su obligaci¨®n de desglosar las actas, y Bogot¨¢ ha ido un paso m¨¢s all¨¢ al solicitar veedur¨ªa internacional. Si el Gobierno de Maduro no termina accediendo a esa solicitud, agrega, se confirmar¨¢ que la capacidad de influencia internacional es muy baja. Todo un laberinto diplom¨¢tico.

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