Los tres grandes agobios de Hacienda: deudas hist¨®ricas, ejecuci¨®n insuficiente y bajo recaudo por impuestos

Los fondos que necesita el Gobierno del presidente Petro para materializar sus planes sociales son mayores que el dinero del que dispone. Esa es una sentencia aceptada, tanto por el Ministerio de Hacienda como por el grueso de los analistas. Pendientes, estos ¨²ltimos, de las maromas del Ejecutivo para justificar un agujero que crece a?o a a?o desde hace d¨¦cadas. El d¨¦ficit fiscal, de acuerdo con datos oficiales, lleg¨® en noviembre pasado a 6,1% del PIB. Un asunto sensible para el Comit¨¦ Aut¨®nomo de la Regla Fiscal, ente aut¨®nomo y vigilante del equilibrio en las arcas p¨²blicas, que fij¨® en 5,6% el l¨ªmite a fin de sostener una correlaci¨®n responsable entre ingresos y gasto.

El l¨ªo se ha venido acentuado. No sobra recordar, sin embargo, que buena parte de los pa¨ªses atraviesan una situaci¨®n similar tras los gastos imprevistos para atender la pandemia. Estados Unidos, sin ir m¨¢s all¨¢, tiene tensiones enormes y Fitch proyecta que este a?o su d¨¦ficit rebasar¨¢ el 7,5% del PIB. Colombia, adem¨¢s, se ha acostumbrado a gestionar un modelo de endeudamiento en el que m¨¢s de una vez ha sobrepasado los linderos. La singularidad de la situaci¨®n actual, afirma el economista jefe de BTG Pactual, Munir Jalil, radica en las proyecciones del Ejecutivo en Bogot¨¢: ¡°Lo novedoso es que el desfase en los c¨¢lculos oficiales ha sido muy grande. Y al haber planteado unos supuestos muy optimistas en la parte de ingresos, la situaci¨®n se vuelve m¨¢s delicada¡±.

Las explicaciones, de momento, han sido parciales. ¡°El tama?o del error en las proyecciones de recaudo por impuestos fue tan grande¡±, contin¨²a Jalil, ¡°que tuvimos un desfase de ingresos cercano a los 70 billones de pesos¡±. Una de las razones tangibles est¨¢ vinculada a un decreto de Hacienda que, en 2023, aument¨® los anticipos tributarios de renta y retenci¨®n en la fuente. Un desacierto administrativo, seg¨²n el presidente Petro, que si bien produjo m¨¢s recaudo en 2023, deriv¨® en m¨¢s de un inconveniente en 2024.

El a?o pasado, dado que las empresas y ciudadanos disfrutaban de un descuento por el adelanto desembolsado, Hacienda experiment¨® un acentuado baj¨®n en sus ingresos tributarios. Esa es una parte de esta historia. ¡°En Colombia, la planeaci¨®n de los presupuestos, en general, ha sido austera. Se dise?a pensando en el peor escenario. Y tenemos que admitir que en los ¨²ltimos dos a?os ha habido exceso de optimismo en su proyecci¨®n. Las cuentas alegres, por as¨ª decirlo, han jugado en contra del Gobierno¡±, se?ala Jalil.

?Qu¨¦ m¨¢s pudo haber fallado? Jorge Iv¨¢n Gonz¨¢lez, que dirigi¨® el Departamento Nacional de Planeaci¨®n hasta el a?o pasado, resume: ¡°Tuvimos problemas con el c¨¢lculo del PIB. Y a los problemas de los modelos econom¨¦tricos se sum¨® que desde la DIAN garantizaban que iban a mejorar el recaudo en 10 billones de pesos. Demasiado optimista. Y s¨ª, el cobro de los anticipos tambi¨¦n pes¨®¡±. A todo esto se suma que Colombia tendr¨¢ que pagar, en 2025, 9.900 millones de d¨®lares de deudas pasadas. ¡°Es un a?o at¨ªpico porque la plata que se pidi¨® prestada para enfrentar el Covid, por all¨¢ en 2020, se pidi¨® a cinco a?os a la banca multilateral¡±.

Se trata, quiz¨¢s, de un monto r¨¦cord. Jorge Iv¨¢n Gonz¨¢lez detalla que solo para cubrir los intereses de la deuda, se deber¨¢n pagar 60 billones de pesos, dinero suficiente para pagar cuatro veces la primera l¨ªnea del metro de Bogot¨¢. Una concatenaci¨®n de factores en medio de una coyuntura delicada, cuando la econom¨ªa hasta ahora empieza a recuperar algo de tracci¨®n. ¡°Nuestros c¨¢lculos hablan de un d¨¦ficit que para 2024 podr¨ªa ubicarse entre el 6,8% y 7,2%. Es enorme y muy cercano al 8% de los tiempos de pandemia. Por otra parte, la relaci¨®n entre endeudamiento y PIB la estamos viendo en 59,2%. Standard & Poors ya avis¨® de que para que no haya una rebaja de nota, no puede estar por encima de 60%¡±, precisa Jalil.

Con este panorama, se entienden las reservas de varios analistas. Sin caer en catastrofismos econ¨®micos, m¨¢s de uno prev¨¦ aguas bravas en 2025. ¡°Nosotros hemos sido muy enf¨¢ticos: hay que recortar el gasto¡±, zanja C¨¦sar Pab¨®n, director de investigaciones econ¨®micas en Corficolombiana. ¡°Siempre se piensa en el lado de los ingresos, pero se nos olvida que hay un espacio importante en el gasto. El funcionamiento estatal, no solo en inversi¨®n, se expandi¨® de forma sustancial por la pandemia. Y nunca hubo una correcci¨®n, a diferencia de pa¨ªses como Chile o Per¨²¡±, agrega Pab¨®n.

En resumen: los recursos estatales no dan abasto para sostener, de forma responsable, una operaci¨®n colosal que incluye compromisos tan costosos como la implementaci¨®n de los acuerdos de paz. Los recaudos por impuestos, una de las grandes fuentes de financiaci¨®n, son insuficientes para costear el tren de gasto. Y buena parte de los ingresos se van en pagar deudas. Por si fuera poco, hay un tercer vector que complica todo: la ejecuci¨®n presupuestal del Gobierno es deficiente.

No obstante, Jalil ha trazado el historial de la ejecuci¨®n presupuestal desde el principio del milenio y concluye que, la diferencia es peque?a al mirar la foto amplia. Salvo, precisa, en el nicho de inversi¨®n. All¨ª no hay duda de que se concentra un grueso del atraso.

En efecto, este mes se ha revelado que la ejecuci¨®n en 2024 lleg¨® al 83%. Jorge Iv¨¢n Gonz¨¢lez destaca el rezago en agricultura: ¡°Esto se debe, en parte, a que este Gobierno acab¨® con la tecnocracia. El Departamento de Prosperidad Social no ha ejecutado ni la mitad. En Agricultura, que nunca hab¨ªa tenido nueve billones a su disposici¨®n, no se ha gastado a¨²n entre cuatro y cinco billones¡±.

Esa realidad, parad¨®jicamente, aporta tranquilidad al Ministerio de Hacienda, detalla Pab¨®n: ¡°La ejecuci¨®n es muy baja, algo muy ¨²til para una circunstancia que es poco conocida. En la medida en que Cr¨¦dito P¨²blico, que maneja la caja del Estado, vea que no hay proyectos aterrizados, puede ir cortando. Eso le puede servir al Gobierno al final del ejercicio para el balance fiscal¡±. As¨ª pues, concluye el economista, la baja ejecuci¨®n no es solo de un tema de ineficiencia. Tambi¨¦n es una f¨®rmula para mitigar los l¨ªos de recaudo y otros desbarajustes.