Laura Sarabia, canciller de Colombia: ¡°Buscan destruir mi nombre y le susurran falsedades al presidente¡±
La que ha sido durante dos a?os la ¡®n¨²mero dos¡¯ de Petro se defiende en una columna de opini¨®n en EL PA?S de las acusaciones de tr¨¢fico de influencias que le han lanzado otros compa?eros de Gobierno

A veces de manera inocente y otras de forma coordinada ¡ªen especial en pol¨ªtica¡ª, las personas terminan haci¨¦ndole el trabajo a otros.
Esta semana he sido vilipendiada, han hablado en mi nombre, inventaron amistades inexistentes que luego debieron rectificar, cuando ya el da?o estaba hecho. Queda fabricado el mensaje al pa¨ªs, mi nombre sonando en todos los esc¨¢ndalos, sin una sola prueba distinta a las versiones de fuentes reservadas o interesadas. Aprovecho para reiterar, cualquier instrucci¨®n atribuida a m¨ª en ejercicio de mi funci¨®n p¨²blica, antes, hoy y en el futuro, debe ser confirmada directamente conmigo.
Dicen que uno nunca sabe para qui¨¦n trabaja. ?A qui¨¦n favorecen las calumnias sin pruebas, con chismes y fuentes an¨®nimas?, ?qui¨¦n gana si me quitan del camino?
No hay medio ni periodista que pueda decir que he irrespetado su oficio. Siempre contesto cuando me requieren, solo he pedido equilibrio y que se contraste la informaci¨®n y me den el beneficio de contar mi versi¨®n. Es clave que los medios sigan investigando y establezcan los hechos. Por ejemplo, s¨¦ que hubo funcionarios que prefirieron renunciar que suscribir contratos al dudar de su legalidad, seguramente esto ser¨¢ testificado y documentado en las investigaciones.
Como no tengo esqueletos bajo la cama, quiero que la verdad se conozca. En el tema de salud, no solo lo relacionado con la denuncia del exsuperintendente Leal, tambi¨¦n lo ocurrido en todo el sector y en las administraciones pasadas, en el FOMAG, por ejemplo, ¡°todos los caminos conducir¨¢n a Roma¡±.
Siempre he dado la cara, a diferencia de quienes manipulan fuentes ¡°interesadas¡± para construir en los medios de comunicaci¨®n relatos en mi contra.
No he recomendado interventores de ninguna EPS, no tengo relaci¨®n con Mauricio Mar¨ªn (lo que incluso ya fue rectificado), no recibo dinero de ninguna IPS, ni negocios con Patria Investment ni con ning¨²n fondo de inversi¨®n. No tengo ning¨²n v¨ªnculo con la salud. Tampoco he tenido relaci¨®n con Pap¨¢ Pitufo; lo que conoc¨ª despu¨¦s lo declar¨¦ ante la Fiscal¨ªa en mi m¨¢s reciente testimonio. Por mucho que se esforzaron no me pudieron inculpar en la UNGRD, tampoco vendo notar¨ªas, no negocio puertos, aviones, ni vendo reuniones. No existe un solo dato ni prueba en mi contra. Me atacan p¨²blicamente, no ante la justicia, porque buscan destruir mi nombre.
Aclaro tambi¨¦n que toda la informaci¨®n sobre irregularidades que he recibido como servidora p¨²blica la he transmitido. He expresado mis desacuerdos en privado, en reuniones y juntas, cuando considero que algo no es legal o conveniente. Esto me ha convertido, en muchas ocasiones, en un obst¨¢culo para cortesanos y mercachifles del poder. Mi presencia, hoy m¨¢s distante, ha sido inc¨®moda, pues nunca aprend¨ª, ni quise, ni quiero aprender a negociar con el poder, ni a lucrarme de ¨¦l.
Es un irrespeto hacia el presidente afirmar que yo decid¨ªa todo: ministerios, cargos, contratos, interventores, estrategias y hasta los calendarios de los ministros. Ni el Leviat¨¢n de Hobbes tuvo tanto poder. Me se?alan como la ra¨ªz de todos los problemas, como si fuera omnipresente.
Algunos susurran estas falsedades al o¨ªdo del presidente. Otros, que ni lo conocen, las insin¨²an a periodistas que las replican sin verificar. Quienes realmente conocen al presidente saben de su car¨¢cter y que, en todo caso, solo ¨¦l toma las decisiones con gran determinaci¨®n.
No guardar¨¦ silencio ni permitir¨¦ que pisoteen mi nombre. En este pa¨ªs persiste un equilibrio oscuro que se sostiene en mantener las cosas como est¨¢n, justo lo que el presidente ha intentado cambiar. Aunque lo ha intentado, ¨¦l mismo ha reconocido que a¨²n no lo ha derribado por completo.
Hoy, mi nombre resuena, genera interacciones y garantiza tr¨¢fico. Usarme como chivo expiatorio les sirve ¡ªy mucho¡ª a quienes se mueven entre las sombras para seguir comerciando con el poder. Estos ataques pueden rasgu?ar, herir, pero solo valen la pena si iluminan los callejones oscuros y se expone a los verdaderos rufianes.
Lo ¨²nico que pido es que se pase de los chismes y versiones de ¡°fuentes cercanas¡± a los hechos: qui¨¦n tomaba decisiones, suscrib¨ªa contratos y a d¨®nde llegaban los dineros. Revisen fechas, periodos y en qui¨¦n radic¨® cada decisi¨®n.
Mi riqueza no est¨¢ en lo que gano, sino en que apenas necesito lo suficiente para vivir. Aunque se analicen p¨²blicamente mis zapatos, relojes, y trajes, ya llegar¨¢ el momento en que cuente las marcas, las modistas que los cosieron, los almacenes de cadena donde los compr¨¦ y qu¨¦ es o no fantas¨ªa. S¨¦ que muchas mujeres entender¨¢n los esfuerzos que hacemos para no desentonar con la moda a precios razonables.
Por ahora, solo dir¨¦ que mi libertad radica en que mis ambiciones no son econ¨®micas, lo que me permite no aferrarme a un cargo o dignidad. No reniego de mi origen ni de mi realidad actual: mujer, joven, sin abolengos, clase media trabajadora, colegio p¨²blico y universidad privada de bajo costo.
Pero tampoco soy ingenua. S¨¦ que debo esforzarme el doble o el triple para demostrar que merezco estar donde estoy. Tal vez, si mi cuna, educaci¨®n, edad o g¨¦nero fueran otros, los ataques ser¨ªan menos feroces y la solidaridad m¨¢s frecuente.
Este gobierno ha trabajado por Colombia y yo, que he sido una de sus funcionarias, he hecho lo que ha estado a mi alcance para construir, a pesar del ruido y las mentiras que me rodean. Hoy lo estoy haciendo en la esfera internacional, buscando que Colombia se convierta en el coraz¨®n del mundo. La l¨ªnea del presidente ha sido clara, y yo la he seguido hasta donde mis capacidades y mi energ¨ªa lo permiten.
A veces, creyendo que desaf¨ªan al sistema ¡ªen este caso, atac¨¢ndome sin pruebas¡ª no se dan cuenta de que solo est¨¢n protegiendo lo que dicen criticar. Muchos de los que le abren espacio a quienes me calumnian deber¨ªan preguntarse para qui¨¦n trabajan.
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