H¨¦ctor Fabio Henao, incansable trabajador por la paz de Colombia
Una de las voces m¨¢s reconocidas de la Iglesia Cat¨®lica en temas de paz en el pa¨ªs, ha sido mediador desde los a?os 90, en la primera negociaci¨®n con milicias urbanas que hubo en el pa¨ªs, y contin¨²an hoy en las rondas de di¨¢logos con el ELN y la Segunda Marquetalia
H¨¦ctor Fabio Henao Gaviria (Medell¨ªn, 72 a?os), el obispo delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia, ha acompa?ado durante d¨¦cadas el clamor de quienes han vivido en medio de todos los fuegos. Mientras el ELN ten¨ªa confinadas a 40.000 personas durante su paro armado en la subregi¨®n del San Juan (Choc¨®), en noviembre pasado, el sacerdote viaj¨® para hablar con las organizaciones y conocer de primera mano lo que estaba ocurriendo. A su regreso, se mantuvo en contacto con la di¨®cesis de Istmina-Tad¨® y trabaj¨® con los negociadores del Gobierno para convencer a los armados de permitir la instalaci¨®n de un corredor humanitario que permitiera el tr¨¢nsito de alimentos, medicinas y ayudas para la poblaci¨®n civil.
La semana de la b¨²squeda del corredor humanitario fue intensa. El sacerdote reparti¨® su agenda por buena parte de la geograf¨ªa colombiana: estuvo reunido con los obispos del Sumapaz para avanzar en el trabajo pastoral de la regi¨®n; escuch¨® al alcalde de San Vicente de Chucur¨ª (Santander) y se contact¨® con los organismos nacionales de emergencia para que atendieran a m¨¢s de 500 familias damnificadas por el invierno en ese municipio; viaj¨® a Puerto As¨ªs (Putumayo) para hablar con las comunidades que sufren los impactos generados por las disidencias de las FARC.
Soci¨®logo, fil¨®sofo, te¨®logo y doctor en Ciencias Sociales, monse?or Henao ha sido investigador del desplazamiento forzado, p¨¢rroco en el Valle de Aburr¨¢, promotor de marchas por la vida y defensor incansable de los derechos humanos por todo el pa¨ªs, entre tantas misiones que ha asumido desde 1980, cuando se orden¨® en el seminario para profesionales de Medell¨ªn.
Por su trayectoria, la Universidad de San Buenaventura le otorg¨® recientemente el doctorado honoris causa en Humanidades: Humanismo y Persona. Los hechos que explican ese reconocimiento comienzan en 1983, cuando en su primera parroquia conoci¨® las necesidades de los j¨®venes asediados por las ofertas que les hac¨ªa el narcotr¨¢fico. Luego, a mitad de esa d¨¦cada, hizo sus primeros pinitos como mediador en los reclamos sindicales desde la Pastoral Obrera, y fue conociendo a colectivos y organizaciones que tambi¨¦n quer¨ªan el progreso de Medell¨ªn. ¡°Comenzamos a establecer una interlocuci¨®n cada vez mayor con el movimiento social y de derechos humanos¡±, relata sobre esos a?os, que describe como de gran agitaci¨®n.
A inicios de los noventa, atestigu¨® la semilla de las negociaciones que tuvo el Gobierno nacional con las guerrillas de izquierda en Tlaxcala (M¨¦xico), que contar¨ªan con el liderazgo de monse?or Nel Beltr¨¢n. ¡°Y pas¨® algo en Medell¨ªn que fue muy grave: la masacre de los ni?os de Villatina, en noviembre de 1992¡å, cometida por agentes de polic¨ªa. En rechazo, la Mesa de Trabajo por la Vida, encabezada por el padre Henao, convoc¨® a la marcha Elige la Vida, ¡°que hasta ese momento fue la m¨¢s multitudinaria en defensa de la paz¡±, narra quien se convirti¨® en un l¨ªder para la poblaci¨®n y mediador en la primera negociaci¨®n urbana que hubo en Colombia, con las Milicias Populares del Pueblo y para el Pueblo.
En 1994 se cre¨® la Consejer¨ªa Presidencial para Medell¨ªn, en la que tambi¨¦n fue un activo escucha y vocero de las necesidades de los habitantes de las zonas m¨¢s vulnerables de la ciudad. Al mismo tiempo, acompa?¨® a los miembros de la Corriente de Renovaci¨®n Socialista a entregar las armas en Flor del Monte para integrarse a la vida civil. ¡°All¨¢ una campesina me dijo algo que fue fundamental para m¨ª: que ah¨ª siempre hab¨ªa di¨¢logos de paz, pero nunca pasaba nada con los habitantes, que segu¨ªan en la misma pobreza¡±, recuerda en referencia a por qu¨¦ su atenci¨®n est¨¢, a¨²n hoy, volcada en o¨ªr a la poblaci¨®n de los territorios disputados por los grupos armados.
Muchas negociaciones han cursado en Colombia desde entonces. En las del Acuerdo de Paz de 2016, entre el Gobierno y las FARC, Henao fue clave como director del Secretariado Nacional de la Pastoral Social y parte del Consejo Nacional de Paz, que acompa?ar¨ªa a la delegaci¨®n de v¨ªctimas del conflicto. En las rondas de di¨¢logos con el ELN, ha abogado constantemente por los ceses al fuego y la pluralidad en el Consejo Nacional de Participaci¨®n. En las reuniones del Gobierno con la Segunda Marquetalia, como delegado para las relaciones Iglesia-Estado, ha insistido en que se respete la vida de los civiles.
Lo suyo, como lo revelan cuatro d¨¦cadas de servicio en la Pastoral Social y la Conferencia Episcopal Colombiana, es acercar a individuos y colectivos que han estado distanciados por sus puntos de vista, ideolog¨ªas e historias. ¡°Tiene que haber un clima de di¨¢logo social que nos permita vernos como miembros de una misma sociedad, y tratar de entender que tenemos un horizonte compartido¡±, afirma.
En estas d¨¦cadas tambi¨¦n se ha enfrentado a la desilusi¨®n o a que, a veces, los esfuerzos de paz se queden cortos ante la realidad de muchas personas. ¡°Soy consciente de que uno aporta hasta un cierto l¨ªmite, de que hay cosas que no puedes transformar. Tengo que estarme renovando y mantener la esperanza; para eso, trato de combinar los ejercicios de escucha con las comunidades, que cuentan la crudeza de la realidad, con lo que hacen para sobreponerse a ella¡±.
Reconocido en los viajes de las delegaciones porque saca tiempo para hacer ejercicio todos los d¨ªas y orar como una forma de meditaci¨®n, es un hombre persistente y de fe: adem¨¢s del evangelio de San Lucas, le gusta leer el Apocalipsis porque lo entiende como una teolog¨ªa sobre ¡°c¨®mo se desarrolla la presencia de Dios en las situaciones complejas de la historia y de la vida¡±.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.
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