Elizabeth Moreno: la ¡®madre¡¯ de las comunidades de la subregi¨®n de San Juan, en Choc¨®

El d¨ªa en que Elizabeth Moreno Barco (Togorom¨¢, Choc¨®, 56 a?os) recibi¨® el Premio Nansen para las Am¨¦ricas 2023, que entrega ACNUR ¨Cla Agencia de la ONU para los Refugiados¨C, vest¨ªa una gabardina con el mapa del Choc¨®. Su cuerpo y su territorio fueron uno solo en la ceremonia, una muestra de su profundo compromiso con este departamento.

Fue galardonada por haber ido ¡°m¨¢s all¨¢ de su deber para proteger o ayudar a personas desplazadas por la fuerza¡±, en el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de desplazados en el mundo, seg¨²n ACNUR. Moreno conoce desde sus entra?as las dimensiones de esa tragedia: ella misma tuvo que desplazarse, en 2013, cuando dos facciones remanentes de las AUC se enfrentaron por el control de Togorom¨¢, corregimiento de Docord¨®, en la regi¨®n de San Juan, tan dolorida por el conflicto armado. Desde entonces, no ha podido volver a su casa.

Esta mujer afro imponente ¨Cde 1,75 metros de altura y a la que todos llaman La Chava, le ha hablado sin pelos en la lengua a los armados, a los gobiernos y hasta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por d¨¦cadas, su misi¨®n ha sido buscar la paz para las comunidades del Choc¨® y denunciar los abusos que sufre la poblaci¨®n afrocolombiana e ind¨ªgena.

Su lucha empez¨® cuando era madre comunitaria, a mediados de los noventa. ¡°Desde muy joven experiment¨¦ la brutalidad del conflicto armado y supe que deb¨ªa cambiar esa realidad¡±, dijo, en julio pasado, durante su intervenci¨®n en el Consejo Econ¨®mico y Social de las Naciones Unidas.

En 2007 se uni¨® al Consejo Comunitario Mayor del San Juan (Acadesan), una organizaci¨®n territorial que promueve y protege los derechos de 72 comunidades afrocolombianas que viven en el sur de la regi¨®n de San Juan. Ocho a?os m¨¢s tarde fue elegida como la primera mujer en liderar Acadesan y desde esa posici¨®n se asegur¨® de que los intereses de las comunidades ¨¦tnicas fueran incluidos en las conversaciones de paz de La Habana (Cuba).

Tambi¨¦n negoci¨® una tregua parcial entre grupos armados rivales, en 2017, que trajo la paz al San Juan durante tres a?os. ¡°Para nosotros hubiera sido mejor que la tregua continuara en el tiempo¡±, dice. ¡°Es necesario que los l¨ªderes en los territorios tomemos acciones concretas hacia la terminaci¨®n del conflicto y las disputas por qui¨¦n se queda. Las comunidades deber¨ªamos ser las que permanezcamos porque tenemos esa propiedad y la autoridad sobre el territorio¡±.

Es directa y clara al hablar de lo que significa la paz para ella: no se trata de deponer las armas, ¡°eso ser¨ªa solo el silenciamiento de los fusiles¡±. Es superar las necesidades insatisfechas en que viven a¨²n las poblaciones. Implica igualdad social e inclusi¨®n. ¡°Queremos un pa¨ªs en el que no tengamos que andar escondidos, donde no nos condicionen la movilidad, que vivamos libres, sin miedo a encontrarnos una mina antipersonal, a ser desplazados, a estar en medio de una confrontaci¨®n armada¡±, reflexiona Moreno.

Hace un mes, qued¨® en medio del fuego cruzado entre el ELN y el Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas, dos d¨ªas antes del ¨²ltimo paro armado en la subregi¨®n de San Juan: ¡°Es maravilloso salir con vida y poder contar esta historia, pero muy dif¨ªcil vivirla. Uno se pone a pensar en la gente a la que todos los d¨ªas le toca sufrir esos mismos episodios e irse del territorio. Es triste y doloroso¡±.

Actualmente, lidera el Foro inter¨¦tnico solidaridad del Choc¨® (FISCH), una plataforma de derechos humanos que impulsa el bienestar y la igualdad de toda la poblaci¨®n del departamento. Fue elegida el mismo a?o en que recibi¨® el Premio Nacional de Derechos Humanos (2023), creado por la organizaci¨®n sueca Diakonia y la misi¨®n internacional de la Iglesia sueca. Desde all¨ª ha contribuido en la construcci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas que integren la participaci¨®n de las comunidades en los dise?os de soluciones para alcanzar el fin del conflicto. ¡°Las comunidades ¨¦tnicas debemos ser el centro de la construcci¨®n y la transformaci¨®n del pa¨ªs¡±, se?ala tajante.

Su siguiente lucha es por las mujeres. ¡°Ser mujer y l¨ªder en un contexto tan desafiante como el que vivimos en la regi¨®n Pac¨ªfico implica una doble responsabilidad: enfrentar los retos por ser una l¨ªder social en un entorno dominado por la violencia, pero tambi¨¦n romper las barreras de g¨¦nero que limitan nuestra participaci¨®n en escenarios de toma de decisi¨®n¡±, sostuvo ante la ONU.

Con el dinero que recibi¨® por el premio Nansen mont¨® una escuela de liderazgo para que 30 mujeres se conviertan en lideresas en el futuro. ¡°As¨ª como yo ¨Cuna mujer negra, de escasos recursos, que no era letrada¨C pude llegar hasta donde estoy, hay muchas mujeres afro e ind¨ªgenas en mi territorio que tienen el valor y la valent¨ªa para ser lideresas, pero que no tienen las herramientas¡±, sostiene.

La escuela ser¨¢ un espacio para capacitarlas y ayudarlas a que sus voces trasciendan. Con La Champa de Chava, como se llama, busca que todas ellas se suban y naveguen hacia la construcci¨®n de una Colombia en paz.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio