El Clan del Golfo se expande con ruido para presionar al Gobierno de Petro por una negociaci¨®n pol¨ªtica
El grupo armado m¨¢s grande de Colombia viene desarrollando una estrategia de control territorial que va desde el reclutamiento masivo hasta la cooptaci¨®n de liderazgos sociales, en pos de ampliar su poder territorial
Cuando a los l¨ªderes sociales del sur de Bol¨ªvar, C¨®rdoba, el Bajo Cauca o el Urab¨¢ Antioque?o se les pregunta por la expansi¨®n del Clan del Golfo, dicen que prefieren no hablar del tema en este momento, menos por tel¨¦fono. Eliminan los mensajes de los chats minutos despu¨¦s de que son enviados y dejan de contestar de repente. Son los mismos liderazgos que, en los ¨²ltimos diez a?os, hab¨ªan denunciado con voz y rostro la cedulaci¨®n que ha impuesto ese grupo armado en los territorios para controlar a la poblaci¨®n civil, cooptar a las juntas de acci¨®n comunal y establecer alianzas pol¨ªtico-militares. Pasadas incontables alarmas, hablan poco. ¡°Denunciar en los medios no ha servido de nada¡±, dice en medio de ese silencio una de esas fuentes a EL PA?S.
¡°Preferimos concentrarnos en sacar adelante a las comunidades¡±, explica la misma persona, que durante 15 a?os ha liderado procesos sociales e integrado mesas de paz. Lo dice adportas de que se cumplan dos meses de la apertura del di¨¢logo sociojur¨ªdico entre el Gobierno y el Ej¨¦rcito Gaitanista de Colombia (o Clan del Golfo, como lo ha denominado el Estado), la estructura armada m¨¢s grande del pa¨ªs. Se trata de una amalgama de antiguos paramilitares y otros grupos ilegales que se viene expandiendo de forma vistosa y ruidosa, que hoy tiene tent¨¢culos en al menos 15 de los 32 departamentos de Colombia, en los que se alimenta de diferentes rentas il¨ªcitas como el narcotr¨¢fico, la miner¨ªa ilegal, la trata de personas, la corrupci¨®n y las extorsiones.
El mismo presidente que ha aceptado dialogar con el Clan, se ha referido a ese grupo como ¡°el nuevo paramilitarismo¡±. El car¨¢cter de grupo paramilitar, con el que Petro insiste en bautizar al EGC, no es del todo claro para Andr¨¦s Celis, analista e investigador de conflicto armado. En di¨¢logo con este diario desde su exilio europeo, el antiguo funcionario de la Comisi¨®n de la Verdad explica que, por sus din¨¢micas criminales, ¡°no han sido consecuentes con lo que etimol¨®gicamente significa ser paramilitar. Han sostenido relaciones hist¨®ricas con las guerrillas (ELN y FARC) por los recursos y las econom¨ªas ilegales, y no tienen ese componente contrainsurgente del paramilitarismo¡±.
En todo caso, el presidente recientemente ha sostenido que ese grupo pretende expandir su presencia a la regi¨®n del Magdalena Medio, una zona con un historial extenso de conflicto armado. Fue all¨ª que el martes, 1 de octubre, fueron masacradas cuatro personas. Aunque fueron asesinados en el municipio antioque?o de Yond¨®, eran miembros de la junta de acci¨®n comunal de la vereda Lejan¨ªas del cercano municipio de Cantagallo, en el monta?oso y minero sur de Bol¨ªvar. Hasta ahora, ning¨²n actor armado se ha hecho cargo de los homicidios y el Ej¨¦rcito Gaitanista ha negado estar relacionado con la masacre.
M¨¢s all¨¢ de ese hecho, el Clan tiene una estrategia desde la firma del Acuerdo de Paz con la otrora guerrilla de las FARC, en 2016. Comenzaron entonces a implementar el llamado Plan Mil, con el que pretend¨ªan contar con una fuerza de m¨¢s de mil hombres en el Nudo de Paramillo, un corredor monta?oso estrat¨¦gico que conecta el golfo de Urab¨¢ en el Caribe, el Bajo Atrato chocoano, el Magdalena Medio y la frontera con Panam¨¢. ¡°Y lo lograron. De ah¨ª hicieron expansi¨®n en el Bajo Cauca, suroccidente y suroeste de Antioquia, y de forma m¨¢s soterrada hacia el oriente antioque?o¡±, dice Winston Gallego Pamplona, integrante de la Corporaci¨®n Jur¨ªdica Libertad, una oeneg¨¦ de derechos humanos de Medell¨ªn que le ha hecho seguimiento especial a este grupo, que tiene particular presencia en el mismo departamento que las AUC fueron dominando y asolando.
Un documento de inteligencia policial conocido por EL PA?S apunta a que el Clan tendr¨ªa al menos 9.000 hombres en armas en todo el pa¨ªs, divididos en cuatro estructuras macro y bajo el mando m¨¢ximo de Wilmer Giraldo Quiroz (conocido como Siapas) y Jobanis de Jes¨²s ?vila (Chiquito Malo). Seg¨²n ese documento, en el ¨²ltimo a?o el Estado apenas ha logrado reducir sus combatientes en un 3%. Gallego, por su parte, dice que desde 2022 la estrategia de expansi¨®n cambi¨® y ahora ¡°hay un n¨²mero mayor de movilizaci¨®n de tropas en los territorios¡±. Se refiere a que, si en otras ¨¦pocas el control territorial era silencioso, sutil, ahora el Clan es capaz de ¡°mover 80, 150 o 200 hombres armados, con uniformes, insignias, armamento largo en medio de los municipios a los que est¨¢n llegando¡±. Es decir, que su cambio de nombre de Autodefensas Gaitanistas a Ej¨¦rcito Gaitanista tiene un sustento tan real como aterrador.
Los cambios en la estrategia responden al objetivo que tiene el Clan del Golfo de lograr que el Estado les reconozca estatus pol¨ªtico, una caracterizaci¨®n que, hasta ahora, solo tienen algunas guerrillas como el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) y que da mayor margen en las negociaciones, por lo menos en teor¨ªa. ¡°Llegan cooptando las cabezas m¨¢s grandes de los liderazgos sociales, amedrentando a los presidentes de juntas o comprometiendo obras sociales para las comunidades¡±, dijo a este diario otra fuente desde un territorio con fuerte presencia del Clan. Minutos despu¨¦s de responder elimin¨® los mensajes de WhatsApp de su tel¨¦fono, ¡°por si llegan a requisarlo¡±.
Una fuente cercana al grupo armado, confirm¨® que una de sus estrategias exitosas de reclutamiento han sido los altos pagos a combatientes que van, seg¨²n explica, inician en dos millones de pesos (unos 475 d¨®lares) mensuales para los mandos m¨¢s bajos. Celis, el investigador exiliado, a?ade que tambi¨¦n les ha funcionado subcontratar parte de sus actividades criminales con grupos criminales locales. ¡°Se suman a bandas criminales en ciudades o a grupos subversivos mucho m¨¢s peque?os para ofrecerles estatus, armamento o dinero¡±. Justamente, es sumando esos aliados a los 9.000 hombres en armas que calcula la inteligencia, la oficina del alto comisionado para la Paz, Otty Pati?o, calcula que los combatientes que dependen del Clan podr¨ªan ascender a 12.000.
Desde la firma del Acuerdo de Paz, por el que las extintas FARC desmovilizaron a unos 13.000 combatientes, el Clan del Golfo se ha convertido en el grupo armado m¨¢s numeroso del pa¨ªs, que seg¨²n la Defensor¨ªa del Pueblo es el que tiene presencia en m¨¢s municipios. Adem¨¢s, se ha convertido en el principal obst¨¢culo para implementar el acuerdo de 2016. Un an¨¢lisis de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz (FIP), un tanque de pensamiento especializado en conflicto y paz, advierte que el anuncio de di¨¢logos con ese grupo en el marco de la pol¨ªtica de la paz total ocurre cuando est¨¢ al m¨¢ximo de sus capacidades, con una exitosa expansi¨®n territorial, consolida una faceta pol¨ªtica, gana o se mantiene a flote en las diferentes disputas territoriales que sostiene, resiste las acciones de la Fuerza P¨²blica y mantiene una gran capacidad econ¨®mica.
El Clan que intent¨® una negociaci¨®n secreta con el Gobierno de Juan Manuel Santos no es el mismo con el que dialogar¨¢ este Gobierno, apunta el documento Una mesa con el Clan: aportes en medio de una negociaci¨®n incierta. Ahora controla de manera mucho m¨¢s efectiva los territorios en los que tiene injerencia. ¡°Con la captura y extradici¨®n de ¡®Otoniel¡¯, el Clan del Golfo se alej¨® de la idea de una estructura basada en un Clan Familiar (la familia ?suga David) y empez¨® a consolidarse bajo el liderazgo de un Estado Mayor Conjunto, imprimiendo ajustes a su modo de operar¡±, observa la FIP. Sus nuevos procesos de expansi¨®n son m¨¢s controlados, pues usa menos franquicias; ha creado la figura de ¡°comandante pol¨ªtico¡± y ha fortalecido sus procesos de formaci¨®n interna; ha profundizado la cooptaci¨®n o creaci¨®n de organizaciones sociales y comunitarias, ¡°y permiti¨® que el liderazgo fuera asumido por antiguos mandos medios de las AUC [Autodefensas Unidas de Colombia], que intentaron posicionar un cierto discurso contrainsurgente¡±.
Tambi¨¦n ha aumentado su capacidad de reclutamiento, en especial de personas con experiencia militar, como soldados y suboficiales retirados del Ej¨¦rcito, o antiguos mandos medios de las extintas FARC y del ELN, apunta el an¨¢lisis del centro de pensamiento. En t¨¦rminos financieros, agrega, ¡°ampli¨® su red de contactos en el exterior para el negocio del narcotr¨¢fico, consolid¨® su participaci¨®n en la miner¨ªa ilegal, el tr¨¢fico de migrantes, la ¡®protecci¨®n¡¯ a plazas de microtr¨¢fico, la contrataci¨®n p¨²blica y la extorsi¨®n a muchas de las actividades econ¨®micas de las regiones donde opera¡±.
En la confusa geograf¨ªa de la guerra, ha consolidado su presencia en el norte del pa¨ªs (donde es el actor hegem¨®nico), y gran parte de la costa Pac¨ªfica. Gracias a su incidencia en estas regiones, se ha apoderado de zonas muy estrat¨¦gicas para el narcotr¨¢fico, como los golfos de Urab¨¢ y de Morrosquillo, en el Caribe, o la costa Pac¨ªfica chocoana, detalla la FIP. ¡°En su expansi¨®n desde C¨®rdoba y Urab¨¢ hacia la costa Caribe del pa¨ªs, no ha encontrado mayor resistencia para asentar su influencia¡±, dice el documento. Aunque hay dos excepciones: el sur de Bol¨ªvar y el norte de Antioquia, donde una alianza entre el ELN y las disidencias de las FARC resiste la incursi¨®n del Clan; y en la Sierra Nevada de Santa Marta, ya que las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN), siempre reacias a unirse a otros grupos, conservan gran parte de su hegemon¨ªa, apunta la investigaci¨®n.
El Clan busca consolidar la costa Pac¨ªfica, un corredor ¨²til para la extracci¨®n de econom¨ªas il¨ªcitas y del narcotr¨¢fico, apunta Gerson Arias, uno de los autores del an¨¢lisis. ¡°La segunda l¨®gica de expansi¨®n responde a crear un corredor entre el sur de C¨®rdoba y el Bajo Cauca hasta la frontera con Venezuela, lo que implica llegar hasta el Catatumbo¡±, seg¨²n detalla. Y tambi¨¦n se propone recuperar m¨¢s puertos sobre el Caribe. No es la primera vez que intentan cooptar territorios en Norte de Santander: desde 2022, combatientes comenzaron acercamientos a esa zona del pa¨ªs en la que comanda con holgura el ELN.
Los m¨²ltiples acercamientos con el Clan, un grupo involucrado en todo tipo de rentas ilegales que ha pasado por varios nombres, hasta ahora nunca han prosperado. Los analistas coinciden en que tienen una posici¨®n dominante en el mundo criminal. El Clan es responsable de cerca de la mitad de la droga que ha salido de Colombia en los ¨²ltimos a?os, y sus tent¨¢culos se extienden a ejercicios de control criminal asociados a la extorsi¨®n, la miner¨ªa ilegal y la captura de recursos p¨²blicos a trav¨¦s de las administraciones municipales. Tambi¨¦n est¨¢ involucrado en el tr¨¢fico de migrantes por la espesa selva del Dari¨¦n que separa a Colombia y Panam¨¢.
Aunque los intentos de acercamiento no han tenido mayores frutos, las propuestas que tienen, por ahora, sobre la mesa, apuntan a que pretenden un reconocimiento pol¨ªtico del Gobierno y una desmovilizaci¨®n colectiva y no individual. El representante legal del grupo, Ricardo Giraldo, le envi¨® una carta a Petro este 3 de octubre en la que aseguraba que el Ej¨¦rcito Gaitanista mantiene su ¡°compromiso con la paz total¡±, y advierte que, seria un error dejar por fuera a un grupo que controlan ¡°el 70 % del territorio nacional¡±. Este diario intent¨® establecer comunicaci¨®n con Giraldo, para conocer su posici¨®n sobre la expansi¨®n y las denuncias de l¨ªderes por el recrudecimiento del conflicto armado, pero contest¨® que no sab¨ªa ¡°qui¨¦n es el Clan del Golfo¡±.
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