Al menos 166 ni?os menores de cinco a?os han muerto en Colombia por desnutrici¨®n en 2022

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Cuando un ni?o deja de comer empieza una cadena perpetua. El cuerpo enciende todas las luces rojas y comienza a comerse ¡°las reservas¡±. Primero acaba con cualquier resquicio de grasa, luego siguen los m¨²sculos. Las defensas desaparecen y en ese momento cualquier enfermedad puede ser mortal, desde una diarrea aguda a alguna complicaci¨®n respiratoria. El hambre es un cuerpo que se come a s¨ª mismo. En lo que va de a?o, Colombia ha perdido a 166 menores de cinco a?os por causas relacionadas a la falta de alimentos, seg¨²n uno de los ¨²ltimos boletines del Instituto Nacional de Salud. M¨¢s de un ni?o al d¨ªa. En todo el ejercicio anterior, fueron 165. Las causas principales detr¨¢s de estas preocupantes cifras son la pobreza, la violencia y la fuerte inflaci¨®n del pa¨ªs andino.

Le dicen cadena perpetua porque las consecuencias nunca terminan. Los que sobreviven a la desnutrici¨®n cr¨®nica (un retraso en el crecimiento por poca o nula ingesta de alimentos de los 0 a los cinco a?os) no escapan sin embargo del eco de esta dolencia. ¡°Estos ni?os van a tener en el futuro 14 puntos menos de coeficiente intelectual, cinco a?os menos de escolaridad y 54% menos de ingresos en su vida adulta¡±, anota Juan Carlos Buitrago, director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco).

El experto se?ala cinco motivos por los que estas cifras se est¨¢n disparando: la pobreza, la presi¨®n migratoria, el conflicto armado, los desastres naturales y la crisis relacionada con la guerra en Ucrania. El hambre no es ning¨²n fen¨®meno nuevo en Colombia. Y la huella de la covid tampoco ha ayudado. Los hogares colombianos que consum¨ªan tres comidas al d¨ªa disminuyeron de un 90% antes de la pandemia a un 70,9%, seg¨²n lo indicaba una reciente encuesta Pulso Social del Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE). A principios de a?o, uno de cada dos colombianos conoc¨ªa la inseguridad alimentaria.

El territorio tambi¨¦n condiciona el futuro de la infancia. La brecha geogr¨¢fica en el n¨²mero de muertes por desnutrici¨®n es sangrante. El departamento de La Guajira es el m¨¢s afectado; ah¨ª murieron al menos 49 ni?os en los ¨²ltimos ocho meses. All¨ª, los especialistas insisten en mencionar el enorme subregistro que existe en el pa¨ªs. ¡°Los m¨¦dicos de all¨¢ nos dicen que, por cada ni?o que muere en el hospital, hay otros dos que mueren en las comunidades sin que conste en ninguna estad¨ªstica¡±, se?ala Buitrago. Le sigue el Choc¨®, una de las zonas m¨¢s olvidadas. En esta regi¨®n del pac¨ªfico colombiano murieron 19 menores en los ¨²ltimos 223 d¨ªas.

Con el 39% de la poblaci¨®n que vive bajo el umbral de la pobreza, Colombia ha registrado este mes un r¨¦cord de inflaci¨®n de los ¨²ltimos 22 a?os. Adem¨¢s, el pa¨ªs suma m¨¢s de 4,9 millones de desplazados forzosos por el conflicto armado. En este contexto, hablar del hambre como consecuencia pareciera una obviedad. Por eso, la principal medida que apunta el ¨²ltimo bolet¨ªn de Acci¨®n contra el Hambre pasa por la creaci¨®n de oportunidades de inclusi¨®n socioecon¨®mica y empleos formales.

Una regi¨®n hambrienta

Ambos t¨¦cnicos se muestran optimistas con la intenci¨®n del nuevo Gobierno colombiano de acelerar el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible marcado por Naciones Unidas, relacionado con la erradicaci¨®n del hambre en el pa¨ªs. Gustavo Petro ha hecho de esta su principal bandera pol¨ªtica. ¡°Lleg¨® el momento de ser conscientes de que el hambre avanza. Que avanza por todo el mundo porque se derrumb¨® una idea de seguridad alimentaria basada exclusivamente en el comercio internacional. El mundo hoy aprende la importancia de la soberan¨ªa alimentaria. Colombia es un pa¨ªs que debe y puede gozar de soberan¨ªa alimentaria para lograr el hambre cero¡±, dijo en la toma de posesi¨®n.

Para Buitrago, quien se muestra optimista, la clave est¨¢ en poner la lupa en lo estructural: ¡°Creo que Petro ha puesto el tema sobre la mesa y apoyamos su plan de crisis, pero adem¨¢s de lo coyuntural, hay que atajar los problemas de fondo¡±.

La situaci¨®n en Colombia no es ¨²nica. De los 660 millones de personas que viven en Latinoam¨¦rica, m¨¢s de 60 millones pasan hambre. Otros 220 millones no saben si van a comer ma?ana. La pandemia puso en jaque un continente que, parad¨®jicamente, sirve de despensa para el resto del globo, siendo 2020 el a?o que m¨¢s inseguridad alimentaria sufri¨® el continente en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. ¡°Y cuando empezamos a salir de una crisis, llega la guerra en Ucrania¡±, lamenta Benedetta Lettera, directora para Am¨¦rica Latina de Acci¨®n contra el Hambre.

¡°No creo que sea un problema de falta de voluntad pol¨ªtica, sino de capacidad. Se necesitan fondos y medidas robustas para atacar las causas estructurales, como la violencia o el cambio clim¨¢tico¡±, explica por tel¨¦fono Lettera. ¡°Estamos ante una tendencia que nos preocupa, los datos empeoran cada a?o. Pero esto es urgente, es la prioridad del continente¡±.