Fr¨ªo que mata: ?c¨®mo evitar las muertes invernales en los Andes peruanos?
Cada a?o, cientos de personas mueren por enfermedades pulmonares relacionadas con las heladas en el altiplano. Los intentos gubernamentales para combatir este problema no han funcionado
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En Per¨², cientos de ni?os menores de cinco a?os mueren de fr¨ªo cada invierno. Aunque resulte incre¨ªble, en pleno 2023, unos 600.000 peruanos que viven en zonas por encima de los 3.500 metros sobre el nivel del mar luchan cada temporada invernal por sobrevivir al g¨¦lido fr¨ªo del altiplano en condiciones precarias. Frente a ello, un Estado sin capacidad de reacci¨®n ante una tragedia cr¨®nica, c¨ªclica y previsible, intenta idear formas para revertir un problema tan complejo como urgente.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud de Per¨², solo en 2019 se registraron 389 fallecidos en las zonas altoandinas de Arequipa, Cusco y Puno a causa de enfermedades pulmonares relacionadas a las heladas, un fen¨®meno clim¨¢tico caracterizado por la ca¨ªda repentina y brusca de la temperatura. La mayor¨ªa de los decesos corresponde a ni?os menores de 5 a?os y adultos mayores.
La lejan¨ªa entre las grandes ciudades del Per¨² y los centros poblados altoandinos, la dispersi¨®n de estas comunidades (donde no suelen vivir m¨¢s de 50 o 60 familias) y los altos costos que significa llevar materiales y profesionales capacitados a estas zonas remotas ha dificultado hasta ahora el ¨¦xito de los proyectos del Estado para construir viviendas bioclimatizadas o adaptar las ya existentes a los embates del fr¨ªo invernal. En un nuevo intento para hacer frente al problema, el Gobierno puso en marcha el a?o pasado un agresivo plan multisectorial para atender el problema de manera integral, utilizando tecnolog¨ªas de captura de calor ya validadas en la ¨²ltima d¨¦cada.
Los efectos devastadores de las heladas cada invierno tienen larga data, pero no fue hasta 2012 que se cre¨® el Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje (PMHF) con la idea de articular a todos los ministerios para mitigar de forma m¨¢s eficiente e integral este fen¨®meno. Un a?o despu¨¦s surgi¨® Sumaq Wasi (Casa Bonita, en quechua), un proyecto del Ministerio de Vivienda, Construcci¨®n y Saneamiento por el que se entregaron unas 20.000 viviendas bioclimatizadas nuevas en las zonas m¨¢s vulnerables de los Andes.
Cuatro a?os despu¨¦s, a fines de 2017, naci¨® Mi Abrigo, un nuevo proyecto del Ministerio de Desarrollo e Inclusi¨®n Social que apostaba por la adaptaci¨®n de las viviendas ya existentes en las que introduc¨ªan tecnolog¨ªas de captura de calor para respetar las costumbres e idiosincrasia de los pobladores de estas zonas remotas en los Andes peruanos. El proyecto, que funcion¨® hasta 2019, benefici¨® a unas 7.000 personas en dos a?os, seg¨²n estima Jaime N¨²?ez y ?lvarez, jefe de la Unidad de Gesti¨®n de Proyectos de Infraestructura de Foncodes, entidad encargada del proyecto.
Para ¨¦l, si bien el plan multisectorial ha ayudado hacer frente al problema, los resultados son a¨²n insuficientes. ¡°En el Per¨² se necesitan 180.000 nuevas unidades de viviendas familiares, pues existe una gran cantidad de viviendas con alto riesgo de colapso ante sismos o con muy poca protecci¨®n ante el fr¨ªo¡±, afirma. Seg¨²n sus c¨¢lculos, los planes oficiales s¨®lo han logrado cerrar esta brecha entre un 15% y un 18%. Sin embargo, N¨²?ez y ?lvarez cree que para atender a toda la poblaci¨®n vulnerable se necesita, principalmente, mayor presupuesto.
Guillermo Ginet fue jefe del proyecto Mi Abrigo durante sus tres a?os de funcionamiento. ¡°El proyecto recibi¨® una primera evaluaci¨®n de impacto que buscaba revisar algunos indicadores claves de morbilidad, mortalidad, y enfermedades pulmonares. Los resultados de la evaluaci¨®n arrojaron que el proyecto tuvo un impacto inicial considerable. Pero este se iba diluyendo a medida que iba pasando el tiempo, b¨¢sicamente porque no se reforzaban las acciones de mantenimiento de parte de las familias para usar adecuadamente estas tecnolog¨ªas. ¡°Si bien son tecnolog¨ªas sencillas, es necesario un acompa?amiento para garantizar que los sistemas de captura de calor mantengan su funcionamiento de manera correcta¡±, explica Ginet.
Jorge Soria es miembro del Grupo de Apoyo al Sector Rural de la Universidad Cat¨®lica de Per¨² y responsable t¨¦cnico del Proyecto CAT que, en convenio con el Ministerio de Vivienda, desarrolla la tecnolog¨ªa t¨¦rmica del proyecto Sumaq Wasi. El experto coincide con Ginet en que una de las causas de no haber podido reducir la brecha de viviendas bioclimatizadas de manera significativa en los poblados de la sierra peruana es el gran desaf¨ªo que representa la sostenibilidad de estos grandes proyectos. ¡°M¨¢s all¨¢ de la tecnolog¨ªa, existen otros factores cr¨ªticos como una buena identificaci¨®n y focalizaci¨®n de las viviendas vulnerables, o una real articulaci¨®n de los ministerios para compartir informaci¨®n y lograr que la atenci¨®n sea m¨¢s oportuna, centralizada y justa¡±.
Sin embargo, Soria cree que el mayor error ha sido un enfoque equivocado del Estado respecto al objetivo de estos proyectos sociales. ¡°Aqu¨ª no se trata de hacer m¨¢s casas para abaratar costos unitarios y generar rentabilidad, porque bajo esa l¨®gica los responsables siempre optar¨¢n por comunidades m¨¢s cercanas y accesibles, y no necesariamente por aquellas donde m¨¢s se requiere de la ayuda del Estado¡±, dice. ¡°Las m¨¦tricas que se tendr¨ªan que tomar en cuenta son los ¨ªndices de morbilidad y de mortalidad por enfermedades pulmonares. Solo as¨ª se puede conocer el impacto directo de estas intervenciones¡±, revela Soria.
Oportunidades perdidas
Ra¨²l Andrade fue miembro del equipo de Apoyo Consultor¨ªa encargado de la Evaluaci¨®n de Procesos de Viviendas Rurales en el Marco del PMHF. Desde su perspectiva, los problemas identificados en ambos proyectos no estaban asociados a las tecnolog¨ªas utilizadas, sino a su entrega y sostenibilidad. ¡°Hay que entender que la intervenci¨®n va mucho m¨¢s all¨¢ de construir una casa. La entrega implica d¨®nde construyo la vivienda, si esta se acomoda con la forma de vivir de la familia que lo habita. Si t¨² le vas a entregar una casa a una familia, vas a entregar el n¨²cleo en donde sucede la mayor cantidad de sus actividades, sus din¨¢micas sociales, econ¨®micas, y productivas. Si esta casa no se ajusta a la familia y su forma de vida, muy posiblemente esta no se utilice tal y como deber¨ªa¡±, refiere Andrade.
Seg¨²n explica, la evaluaci¨®n realizada por Apoyo Consultor¨ªa revel¨® problemas de dise?o y de gesti¨®n de los programas para sostener un plan que facilite el mantenimiento y la perdurabilidad de estas obras. Otros problemas identificados en el estudio fueron la poca disponibilidad de materiales en un contexto heterog¨¦neo de condiciones geogr¨¢ficas.
¡°Lamentablemente, el reto de atender a esta poblaci¨®n vulnerable a las heladas no puede responder a un ¨²nico modelo. Y aqu¨ª entra a tallar la rigidez del sistema de inversi¨®n peruano, en el que t¨² como funcionario debes cumplir con un expediente hecho desde Lima, sin importar si necesitas gastarte miles de soles en traer un tipo de madera escasa en la zona, cuando tienes otra a disposici¨®n que tranquilamente podr¨ªa servir de reemplazo¡±, explica. ¡°Esa burocracia, esa rigidez, esa poca flexibilidad de un marco que no permite tomar decisiones, tambi¨¦n afecta c¨®mo es que se entregan estos servicios¡±.
Un nuevo plan
Tras una d¨¦cada de pruebas y errores, el Gobierno aprob¨® a mediados de 2022 un nuevo y agresivo Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024 que se ha propuesto cerrar el 100% de las brechas prioritarias de viviendas, escuelas, cobertizos y pastos cultivados de la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. Con un presupuesto de 474 millones de soles (123 millones de d¨®lares) destinados a la atenci¨®n de las poblaciones m¨¢s vulnerables a las heladas, el proyecto contempla 31 intervenciones a cargo de 10 ministerios.
En el marco de esta nueva y ambiciosa estrategia, el Ministerio de Vivienda ha anunciado que tiene previsto construir 25.000 nuevas casas bioclimatizadas en un a?o, a raz¨®n de 68 por d¨ªa. Sin embargo tanto el propio ministerio como el Grupo de Apoyo al Sector Rural de la PUCP, a cargo del dise?o y la tecnolog¨ªa t¨¦rmica, confirmaron que el proyecto todav¨ªa se encuentra en fase de pruebas. ¡°Actualmente estamos en pilotos. Con la parte t¨¦rmica ya validada in situ, lo que viene ahora es validar otros componentes como la capacitaci¨®n, lo comunicacional, lo social, la experiencia, c¨®mo se apropia, c¨®mo se adapta, y a partir de eso comprender las herramientas y metodolog¨ªas que debemos incluir en la soluci¨®n tecnol¨®gica¡±, refiere Jorge Soria, responsable t¨¦cnico del proyecto.
Para el experto, para solucionar el problema es fundamental la coordinaci¨®n entre la academia, el Estado y las empresas privadas que trabajan en las zonas y conocen los entornos y el d¨ªa a d¨ªa de estas zonas. ¡°Si generamos una estrategia de articulaci¨®n donde todos tengamos la misma l¨ªnea, la misma visi¨®n, el mismo objetivo, el problema de las heladas puede tener soluci¨®n en el mediano plazo¡±, apunta.
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