La inteligencia artificial en la educaci¨®n puede ir mucho m¨¢s all¨¢ de hacer la tarea

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?Qui¨¦n no ha utilizado la Inteligencia artificial (IA) para distintas tareas cotidianas? Dif¨ªcil de escapar a una herramienta cada d¨ªa m¨¢s ¨²til y popular. Seg¨²n Bloomberg, el ChatGPT recibe 1.600 millones de visitas cada mes. Esto significa que habr¨¢ alrededor de 16.000 millones de visitas en todo el mundo durante este a?o; una cifra que se espera que crezca exponencialmente. Si nos centramos en Am¨¦rica Latina y el Caribe, en lo que va de 2023 se han registrado m¨¢s de 300 millones.

En los ¨²ltimos meses las herramientas de IA generativa han tenido el potencial de cambiar las reglas del juego en varias industrias, incluida la educaci¨®n.

Como se analiza en los ¨²ltimos informes de Unesco, los sistemas educativos siempre deben garantizar que los mejores intereses de los estudiantes sean el centro de atenci¨®n y que las tecnolog¨ªas digitales se utilicen para apoyar una educaci¨®n basada en la interacci¨®n humana en lugar de apuntar a sustituirla. Pero, ?est¨¢n los sistemas educativos preparados para hacerlo mientras la IA generativa ya est¨¢ alterando el ecosistema de aprendizaje y ense?anza?

Para intentar responder a esta pregunta, profundicemos en el mundo transformador de esta herramienta, con especial atenci¨®n en ChatGPT. Esta aplicaci¨®n demuestra la capacidad no solo de hacer predicciones, sino tambi¨¦n de generar contenido nuevo que se asemeje al material producido por humanos. Sin embargo, carece de comprensi¨®n o conciencia real. Simplemente agrega fragmentos de palabras utilizando probabilidades estad¨ªsticas para generar textos potencialmente valiosos, o sea, no es realmente ¡°inteligente¡±.

La IA, cuando se utiliza bien, aporta importantes beneficios. Puede ayudar a los profesores, personalizar el aprendizaje con sistemas de tutor¨ªas y automatizar tareas administrativas, lo que permite a los educadores centrarse m¨¢s en ense?ar y orientar a los estudiantes. Sin embargo, los desaf¨ªos educativos actuales en materia de acceso, equidad e inclusi¨®n pueden verse amplificados significativamente por la exclusi¨®n digital, la falta de conectividad y la preparaci¨®n digital de los pa¨ªses. Adem¨¢s de estos desaf¨ªos, tenemos muchos sistemas educativos todav¨ªa apegados a m¨¦todos de ense?anza basados en la memorizaci¨®n y la falta de relevancia que pueden obstaculizar la integraci¨®n efectiva de la IA.

Para aprovechar plenamente su potencial, debemos adoptar un paradigma educativo transformador. Se requiere un replanteamiento adecuado de lo que significa ense?ar y aprender, lo que implica priorizar el pensamiento cr¨ªtico, la colaboraci¨®n y las pedagog¨ªas impulsadas por la creatividad, la comprensi¨®n intercultural y la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa global, as¨ª como la alfabetizaci¨®n en IA.

Si el debate sobre educaci¨®n solo se centra en c¨®mo integrar o desarrollar habilidades de IA, perderemos la oportunidad de poner a los estudiantes en el centro del entorno de aprendizaje y avanzar en lo que significa ser humano, distingui¨¦ndonos de las m¨¢quinas. Esto requiere mejorar la educaci¨®n para garantizar que los estudiantes adquieran capacidades de pensamiento de alto nivel, ¨¦tica, valores, contenidos espec¨ªficos de cada materia y contexto, as¨ª como conocimientos pr¨¢cticos tecnol¨®gicos.

Introducir la IA en la educaci¨®n es una cuesti¨®n compleja y no existe un enfoque ¨²nico que sirva para todos. Si consideramos la adopci¨®n de estas herramientas por parte de los docentes, por ejemplo, es posible que primero debamos mostrar c¨®mo esta puede potencialmente reducir la carga de trabajo de los educadores y c¨®mo podr¨ªa ser una ayuda para la creatividad, as¨ª como para establecer sistemas de apoyo a los profesores y abordar cuestiones ¨¦ticas. Una formaci¨®n adecuada de profesores, profesoras y alumnos es esencial para integrar la IA de forma eficaz y ¨¦tica en el entorno de aprendizaje.

La investigaci¨®n tambi¨¦n ha identificado otros desaf¨ªos en la implementaci¨®n de la IA en la educaci¨®n. Por ejemplo, para garantizar aplicaciones de IA justas, inclusivas y equitativas, debemos pensar c¨®mo integrar la IA en el plan de estudios, desarrollar directrices ¨¦ticas para la IA en la educaci¨®n y abordar los sesgos en los datos, entre otras cosas. Adem¨¢s, las preocupaciones ¨¦ticas relativas a la privacidad y el uso de datos requieren una consideraci¨®n exhaustiva. Vale la pena resaltar el caso de cyberbullying vivido en Extremadura, Espa?a, donde la Polic¨ªa ha identificado a varios menores despu¨¦s de que las familias denunciaran la circulaci¨®n de im¨¢genes de desnudos falsos de sus hijas, menores, todos generados con IA. Un nuevo m¨¦todo de violencia digital contra las ni?as y mujeres que se est¨¢ popularizando en muchos pa¨ªses.

Hay preocupaciones ¨¦ticas que no solo pueden abordarse a nivel escolar, sino que requieren una regulaci¨®n cuidadosa para garantizar que la IA sirva a los intereses humanos de los sistemas educativos inclusivos y evite una dependencia excesiva de las empresas de tecnolog¨ªa. S¨®lo preservando las capacidades intelectuales humanas esenciales, mientras exploramos las capacidades de la IA, podremos enriquecer nuestras vidas y caminar hacia una inteligencia humana aumentada con el apoyo de las tecnolog¨ªas digitales, garantizando una educaci¨®n de calidad inclusiva y equitativa y promoviendo oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

El compromiso de la comunidad educativa internacional de fomentar la educaci¨®n en IA debe permanecer en alerta, creando un futuro en el que el aprendizaje impulsado por la IA promueva la inclusi¨®n, la calidad y la equidad para todos los estudiantes y una educaci¨®n centrada en la interacci¨®n humana en lugar de buscar reemplazarla. Por ejemplo, ser¨ªa valioso tener en cuenta la afirmaci¨®n y visi¨®n de Paulo Freire sobre la importancia de un enfoque dial¨®gico de la educaci¨®n, donde profesores y estudiantes participen en el aprendizaje mutuo y co-construyan el conocimiento.

Las tecnolog¨ªas de vanguardia suelen ser anunciadas y rodeadas de promesas, con sus ventajas en primer plano, sin tener en cuenta las implicaciones sociales m¨¢s amplias de su adopci¨®n o uso ¨¦tico e inclusivo. Se necesita m¨¢s regulaci¨®n publica, un enfoque cauteloso para la integraci¨®n de la IA en la educaci¨®n, donde la investigaci¨®n adicional, la participaci¨®n de diversas partes interesadas y la toma de decisiones informadas para navegar las complejidades de un mundo impulsado por la IA deben estar en el nivel m¨¢s alto de una agenda de pol¨ªticas inclusivas.