De pu?o y letra: en la era digital, las cartas unen a 800 ni?os del Uruguay rural y el urbano
El proyecto, que comenz車 a mediados de 2023, busca conectar a estudiantes de distintos contextos y estimular su imaginaci車n, motricidad y concentraci車n
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En octubre, Aaron ?lvarez sali車 de paseo por Montevideo y visit車 un parque que ten赤a un castillo gigante. El castillo gigante, escribi車 este ni?o de 9 a?os, es del presidente de Uruguay. ※No s谷 por qu谷 el presidente tiene un castillo que se llama residencia de Su芍rez§, continu車 diciendo en una carta manuscrita. La inquietud de Aaron lleg車 hasta Guadalupe V谷lez, de 12 a?os, estudiante de la escuela rural 73 de Maldonado, en el este del pa赤s. ※?Un castillo!§, ley車 incr谷dula Guadalupe. ※?Un castillo?§, preguntaron sus compa?eros. Las miradas buscaron alguna respuesta en la maestra, que les habl車 de la centenaria casona ubicada en la calle Su芍rez de la capital uruguaya, donde los mandatarios residen desde 1947. El castillo del presidente, seg迆n la s赤ntesis de Aaron.
Desde mediados de 2023, Guadalupe intercambia correspondencia con Aaron e Isabella Otero, de 9 a?os, dos alumnos de tercer grado de la escuela 124 de Melilla, en Montevideo. ※Fue la primera carta que escrib赤 en mi vida§, cuenta Guadalupe a Am谷rica Futura. Los siete ni?os y ni?as que comparten aula con ella tambi谷n participaron de la aventura epistolar. ※Escrib赤 c車mo mi padre saca la miel de la colmena§, dice Florencia Dayuto, de 9 a?os. Sergio Rodr赤guez, de 8, apunta: ※Yo cont谷 c車mo se hace el aceite de oliva§. ※Hablamos de la yerra [marcaci車n del ganado]§, comenta Evaristo Moreira, de 11 a?os. Tambi谷n describieron las sierras que rodean la escuela, el patio interminable que tienen para jugar, los p芍jaros que identifican con solo o赤r su canto y el viento que sopla casi sin descanso.
※La consigna es que cada uno escriba lo que quiera, que no sea pautado y se expresen libremente§, explica M車nica Sosa, maestra de la escuela 73, situada a pocos kil車metros del apacible Pueblo Ed谷n de Maldonado. Las cartas manuscritas viajan hasta Montevideo y desde la capital llegan las respuestas en el marco del proyecto De pu?o y letra, que conecta peri車dicamente a estudiantes de escuelas rurales y urbanas de todo el Uruguay. ※Yo casi no intervengo, apenas los gu赤o§, dice Sosa. En esta iniciativa manda la curiosidad, la redacci車n sin apuros. Y en el proceso se entrena la paciencia, destaca la maestra, un bien escaso en tiempos de mensajes instant芍neos, teclados digitales y correctores autom芍ticos.
De pu?o y letra fue impulsado desde Salto, departamento del noroeste, con el prop車sito de generar lazos entre los ni?os del campo y aquellos que viven en la ciudad, le dice a Am谷rica Futura la maestra In谷s de Lisa, coordinadora del proyecto. En mayo de 2023, sus 21 alumnos de la escuela rural de Laureles escribieron cartas a ni?os de El Pinar, en el sur del pa赤s. ※Los chiquilines se entusiasmaron mucho; para ellos era totalmente nuevo escribir una carta a mano de manera informal§. Al cierre del a?o, De pu?o y letra ya contaba con la participaci車n de casi 800 ni?os en 43 centros de ense?anza de Uruguay, que de Lisa ha vinculado de forma voluntaria con la ayuda de las redes sociales.
※El principal valor de este proyecto es que genera empat赤a, confianza y conocimiento de lo distinto§, explica por tel谷fono Carlos Guinovart, ingeniero agr車nomo y artista pl芍stico, que est芍 detr芍s de esta iniciativa junto a de Lisa y Gabriela Zabaleta, promotora cultural de El Pinar. ※Este sentimiento es compartido no solo por los ni?os y los maestros, sino por todos quienes conocen el proyecto. Cuando hemos necesitado ayuda, la hemos obtenido muy r芍pidamente§, subraya. Es el caso del Correo Uruguayo, ejemplifica Guinovart, empresa p迆blica que se encarga de recoger y entregar las cartas de manera gratuita. ※Es una larga cadena de favores§, apunta.
Cuando recibieron las cartas de sus pares, los ni?os de la escuela rural de Maldonado se sorprendieron al leer la cantidad de actividades que tienen los escolares de la ciudad. ※Hay distintos salones, tienen talleres y muchos horarios§, relata Evaristo. A su lado asienten Indiana Garc赤a, de 12 a?os, Tiziano de los Santos, de 8, y Renato Garc赤a, de 7. Ellos dos son los peque?os del grupo y los m芍s aficionados al universo de los videojuegos. De todos modos, dibujaron y escribieron sus cartas. Junto a ellos, Anthony Casa?as, de 12 a?os, confiesa: ※A m赤 me gusta m芍s hablar§. Pero cuando lleg車 su turno se compenetr車 con la escritura, dio forma a sus historias de campo y aprendi車 a familiarizarse con las pausas, con los puntos y las comas. Sus frases eran tan largas que dejaban sin aire al lector, comentan entre risas.
※La letra es parte de la construcci車n de una identidad; no hay dos personas con la misma caligraf赤a§, remarca de Lisa. La maestra menciona otros aspectos fundamentales para el desarrollo de los ni?os, como la imaginaci車n, la motricidad y la concentraci車n, favorecidos tambi谷n por este proyecto. En el proceso de escritura con l芍piz y papel, resume, se desarrollan habilidades motrices necesarias para otros 芍mbitos de la vida. En ese sentido, contin迆a, la letra cursiva que practican dispara en el cerebro funciones que no se activan cuando se escribe de otra manera. ※Por eso, la carta manuscrita es un desaf赤o, una aventura§, dice.
En conversaci車n con Am谷rica Futura, Gabriela Zabaleta, promotora del proyecto, resalta otro de los efectos que tuvo De pu?o y letra en sus alumnos de El Pinar: el disfrute del tiempo sin prisas. ※Es ese tiempo que habilita la escritura pausada, que atrapa la atenci車n y justifica la espera de la respuesta§. Es una experiencia novedosa, afirma, para ni?os que han crecido en la inmediatez de los dispositivos electr車nicos. Sus colegas coinciden y se preparan para continuar la aventura por cinco a?os m芍s. Tambi谷n Aaron, tras visitar el ※castillo del presidente§, opin車 sobre De pu?o y letra: ※Al principio me pareci車 aburrido, pero me empez車 a gustar. Escribir cartas es lo m芍s divertido del mundo§, asegura.
Fragmentos de las aventuras epistolares
- “Hola Fabrizio. ¿Te acordás que te conté que después de la escuela salimos con los gurises a buscar bichos al campo? Bueno, las mulitas ahora están con pichones y no las agarramos, pero mi primo metió la mano al zorrino. Mi tía tuvo que limpiar con pulpa de tomate”. William Piriz (11 años).
- “Hola: Jazmín Britos, fue un placer recibir tu carta. Me has dicho que eres la n° 1 en tu equipo y que eres portera. A mí también me gusta atajar, creo que es porque tengo buenos reflejos. También me contaste que quieres ser profesora de danza árabe. Espero que te vaya bien y seas exitosa”. Evaristo Moreira (11 años).
- “Soy una persona muy indecisa, por ejemplo, no tengo comida favorita ya que muchas me gustan y otras no, tampoco tengo animal favorito, ya que me gustan muchos, cualquier ave, no importa cuál sea, todas me parecen tiernas y lindas. Tengo muchas más cosas para contarte, en serio, muchas, pero no me queda hoja”. Sergio Rodríguez (8 años).
- “Hola nuevo amigo amiga, soy Faustina voy a la escuela rural número 85 de Florida tengo 7 años y voy a segundo. Tengo 3 hermanos, Olivia, Mía y Juan Cruz. Me gustan los caballos. ¿A ti qué animales te gustan? ¿Cuántos años tienes? ¿Sabes cursiva? Mi papá me enseñó a andar en caballo. Te mando de regalo una pluma de carancho, la encontramos en el camino de la escuela”. Faustina (7 años).