Los desechos de caf¨¦ revolucionan una escuela colombiana
Un colegio p¨²blico del Huila hace de los coproductos del grano las bases del plan de estudio en matem¨¢ticas, sociales y tecnolog¨ªa. Este programa de sostenibilidad busca c¨®mo replicarse
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Su escuela est¨¢ llena de gente y quiere ser el mejor de los anfitriones. Antes de que los invitados saquen los pies del carro, asoma su cabecilla por la ventana, saca el pulgar y pregunta c¨®mo est¨¢n y si fue c¨®modo el viaje esperando genuinamente escuchar la respuesta. Thomas Arango Chavarro tiene apenas 12 a?os y un cuerpecillo que no casa con esa actitud adulta y elegante. ¡°Bienvenidos a mi colegio. Espero que pasen el mejor de los d¨ªas¡±, dice con una voz saltarina. Mastica chicle por los nervios, no tarda mucho en reconocerlo. ¡°Hoy es un d¨ªa muy importante¡±, explica a los forasteros.
Entre todos los invitados que acoger¨¢ la escuela p¨²blica Montessori San Francisco, en el coraz¨®n del eje cafetero colombiano, estar¨¢ la ministra de Educaci¨®n, Aurora Vergara, quien vendr¨¢ a conocer el proyecto de Cafelab. Gracias a esta iniciativa recibir¨¢n en unas horas el premio al mejor centro educativo del mundo en la categor¨ªa de acci¨®n medioambiental en los World¡¯s Best School, otorgados por la organizaci¨®n T4 Education. Pero eso Arango a¨²n no lo sabe. Y para ¨¦l esta es una visita para conocer el trabajo de sostenibilidad que han realizado junto a profesores y compa?eros desde 2017.
Cafelab empez¨® hace seis a?os en un intento de los profesores Ram¨®n Maj¨¦ Floriano (Matem¨¢ticas y F¨ªsica) y Jorge Andr¨¦s Lizcano Vargas (Ciencias Naturales) de desarrollar competencias en los estudiantes que no se olvidaran ¡°cada ocho d¨ªas¡±. Tras una salida alrededor, empezaron a darse cuenta de los problemas ambientales que ocasionaban los desechos del caf¨¦ y decidieron hacer de ello la base del plan de estudios. ¡°Lo primero que quisimos era pensar en estrategias para reincorporarlo a la naturaleza y luego darles la oportunidad a los chicos de profundizar en las materias que ellos necesitan. ?Para qu¨¦ voy a hacer un proyecto para hablar de contaminaci¨®n sobre el uranio si no hay algo real aqu¨ª al lado?¡±, se pregunta Lizcano. ¡°Eso es lo que tenemos que hablar con el ministerio. Ver c¨®mo podemos llevar esto que logramos a otros colegios¡±.
Este proyecto, que se desarroll¨® en tres veredas del municipio de Pitalito, Huila, e involucr¨® a unas 200 familias, plante¨® un cambio en la estructura curricular de la instituci¨®n. As¨ª, se determin¨® que la formulaci¨®n y resoluci¨®n de problemas reales se consolidar¨ªa como el eje central de estudio. Una decisi¨®n que cobra sentido en un lugar como Pitalito. Aqu¨ª se producen alrededor de unas 21.000 toneladas anuales; es uno de los municipios con mayor extensi¨®n cafetera de Colombia. ¡°Donde est¨¢ el mejor¡±, matizan los ni?os. Aqu¨ª las matas de caf¨¦ en todas las fases de crecimiento se asoman a los bordes de la carretera y tambi¨¦n delimita el principio y el fin de esta escuela rural, donde estudian 330 alumnos entre los 5 y los 18 a?os. En lo que va de proceso, el programa ha reintegrado m¨¢s de 100.000 toneladas de pulpa de caf¨¦.
Bebidas arom¨¢ticas con la pulpa del caf¨¦; briquetas ecol¨®gicas con la cascarilla como sustitutos de le?a; obras art¨ªsticas con los restos o cunchos; energ¨ªa el¨¦ctrica a partir de la pulpa y el muc¨ªlago (la capa gelatinosa que recubre la semilla y le da el dulzor) o compost org¨¢nico. La creatividad de los estudiantes no tiene l¨ªmites y ya est¨¢n pensando en lo que vendr¨¢ despu¨¦s. Ana Luc¨ªa Guti¨¦rrez Morales lo tiene claro: que sean los restos de caf¨¦ los que lleven electricidad a los barrios que no tienen.
Ella decidi¨® sumarse al grupo de generaci¨®n de energ¨ªa limpia desde que escuch¨® a su primo hablarle de lo que hac¨ªan. ¡°La pulpa y el muc¨ªlago tienen la capacidad de generar energ¨ªa el¨¦ctrica mediante el proceso de oxidoreducci¨®n [por la transferencia de electrones tras la descomposici¨®n y la acidez que generan]¡±, cuenta concentrada. ¡°Es un proceso muy emocionante¡±.
Hasta ahora, han logrado encender bombillas de 12 vatios, gracias a unos recipientes que mantiene con cuidado entre sus manos. En una especie de maceta cerrada conservaron durante d¨ªas una peque?a raci¨®n de pulpa y muc¨ªlago en descomposici¨®n que roza directamente con dos placas: una de zinc y otra de cobre. Estas son las encargadas de generar la electricidad. ¡°Fue m¨¢gico aprender todo esto¡±, dice la joven. El proyecto est¨¢ desarrollando ahora la forma de unificar toda la electricidad generada en una bater¨ªa que pueda transportarse c¨®modamente. ¡°Conozco a muchos vecinos que no tienen luz, ser¨ªa muy lindo que pudi¨¦ramos cambiarlo. Incluso mejor que fuera con lo que los cafeteros no quieren y desechan, ?no?¡±.
¡°Funciona porque lo investigamos¡±
Otro de los grandes emprendimientos de la escuela es la creaci¨®n de compost con desechos de caf¨¦. El 40% del fruto fresco, la pulpa, es botado por los campesinos, principalmente a sus cultivos. Pero la acidez de estos restos ha cambiado ciclos y ennegrecido varias cosechas, como le pas¨® al abuelo de Jaider Andr¨¦s Narv¨¢ez. Por eso decidi¨® hacer algo para solucionarlo: compost.
La clave de su proyecto fue juntar estos restos junto al cisco que se utiliza para la crianza de ganado y estudiar minuciosamente cu¨¢l es la mejor proporci¨®n para que este material org¨¢nico se convierta en una gran fuente de nutrientes. ¡°Es normal que mi abuelo pensara que cualquier elemento org¨¢nico es bueno, pero no es del todo as¨ª. Yo observ¨¦ en la finca de mi familia, de 80 hect¨¢reas, c¨®mo se amontonaban los restos en una fosa o se botaba a las huertas o a la deriva. Ahora usamos este compost que yo mismo cre¨¦¡±.
Para el profesor Lizcano, este plan de estudios trajo un sinf¨ªn de beneficios que trascienden lo acad¨¦mico. ¡°Recuerdo que hace unos meses se nos acerc¨® uno de los abuelos de los estudiantes a decirnos que su nieto era muy inteligente. Y que desde que empezaron con Cafelab tienen algo de lo que hablar. Eso no se puede medir en ning¨²n examen, pero tiene un valor enorme¡±, cuenta emocionado.
¡°?Y c¨®mo sabes que esto funciona?¡±, le pregunta Vergara, rodeada de c¨¢maras y padres de familia que se acercaron a la escuela a conocer de cerca a la ministra. Narv¨¢ez ni se lo piensa: ¡°Esta es una dupla excelente. El secreto est¨¢ en la mezcla: 60% de materia org¨¢nica seca y 40% de pulpa mojada. Sabemos que funciona porque lo investigamos¡±. La ministra sonr¨ªe satisfecha y les reconoce el arduo trabajo que han realizado.
¡°Ustedes son la alegr¨ªa y la esperanza del pa¨ªs. Son ejemplo de lo que podemos hacer cuando ponemos la educaci¨®n al servicio de la soluci¨®n medioambiental¡±, dice tras la entrega de premios. Adem¨¢s del reconocimiento internacional, la escuela recibir¨¢ 50.000 d¨®lares para darle forma al sue?o de este centro: un biolaboratorio stem-maker, es decir que promueve el desarrollo de las ciencias, la tecnolog¨ªa, la ingenier¨ªa y las matem¨¢ticas. ¡°Queremos hacer una radiograf¨ªa completa del caf¨¦ que nos rodea¡±, dice el profesor Maj¨¦, ¡°llevar la educaci¨®n a otro nivel. Esto es muy importante, sobre todo para una escuela rural. Tenemos un enorme orgullo y mucho trabajo que hacer aqu¨ª, en la ruralidad¡±.
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